Hoy en día las series ocupan gran parte de las parrillas de las plataformas de streaming que han tomado el testigo de las salas de cine. Sin embargo sus comienzos fueron un poco más tímidos y eso que los primeros de estos seriales por capítulos surgieron en los primeros tiempos del cine mudo.
Llamadas películas de episodios o cine-novelas, no fueron realizadas para la televisión sino para las salas de cine. Aún quedaba tiempo para que el fenómeno televisivo se extendiera por los hogares, algo que llegaría en la década de los años 50.
Luis Feuillade (1873-1925) fue una de las máximas estrellas del primigenio cine francés. Era hijo de un comerciante vinícola cuya devoción religiosa le llevó al seminario. Monárquico convencido, como demostró en su ensayo La Génesis de un Crimen Histórico sobre la Revolución Francesa, tras trabajar como periodista y ensayista, entró en la Gaumont en 1905. Solo 2 años después ya era director artístico, cobrando 125 francos por semana. Como jefe de estudio de la compañía logró que en 1914 fuera considerado el mayor estudio cinematográfico del mundo. Feuillade rodó cerca de 700 películas de una gran variedad de géneros y para algunas de ellas también realizó el guión.
Al ritmo de unas 80 películas al año, entre cortometrajes y largometrajes, se incluían comedias, de religión, históricos, policiacos y los seriales. En estos últimos destacó desde que en 1911 estrenó La vie telle qu’elle est, un serial sobre escenas domésticas rodadas a bajo coste debido a problemas financieros de la compañía. Fueron 18 cortometrajes durante dos años, aunque el excesivo realismo no convenció al público. También probó con estrellas infantiles en Bebé (1910-1913), interpretado por Clément Abelard y Bout-de-zan (1912-1916) sobre un diablillo de la que rodó 52 capítulos.
Pero sin duda los mayores éxitos llegaron de la mano de las series fantásticas y policiacas como Fantomas (1913-1914) y sobre todo con Les vampires (1915-1916), que fue, probablemente, su mejor trabajo.
«Más allá de la moda o del buen gusto, las grandes realidades de este siglo deben buscarse en ‘Los Vampiros'» André Bretón
Fantomas estaba basada en 32 historias noveladas de los escritores Marcel Allain y Pierre Souvestre, y protagonizada por René Navarre, donde un criminal desea convertirse en el emperador del crimen.
“Los vampiros” son una organización criminal que crea el caos en París, dejando un reguero de muertes y robos. Al frente de ellos está «El gran vampiro», que es realidad es Inma Vep, protagonizada por Musidora. Fueron 10 episodios rodados en la calles parisinas en una época muy complicada durante al Primera Guerra Mundial.
En ambas series los criminales siempre se imponían a la policía que quedaba ridiculizada. Incluso «los vampiros» fue censurada durante muchas semanas hasta que lograron convencer a las autoridades para su distribución. De todo ello tuvo que congraciarse con Judex (1916) protagonizada por René Crest como un justiciero anónimo que busca vengar a su padre. Esta historia, escrita por el propio Feuillade, tuvo una versión posterior de Georges Franju, en 1963.