Desde los comienzos del cine, Jesucristo y las historias bíblicas fueron fuente de inspiración para productores y directores. Incluso el polémico D. W. Griffith buscó inspiración entre los evangelios tras el éxito de Quo Vadis? de Enrico Guazzoni.
El cine sonoro, o mejor dicho hablado, nacía de manera oficial con El cantante de jazz (1927). Aunque se han descubierto algunas cintas sonoras anteriores, el mítico «aún no han oído nada» fue el punto de partida. El cine mudo, que tuvo su momento de plenitud a mediados de los años 20, daba paso a una nueva dimensión del gran espectáculo de masas.
De época muda, sobre la época de Jesús destacó sobre todo Rey de reyes (1927) de Cecil B. DeMille que llegó incluso a proyectarse en iglesias. Mucho antes ya habían aparecido títulos como el gran éxito de los Lumière, La vie et la passion de Jésus-Christ (Georges Hatot y Louis Lumière, 1897) o la Vida y Pasión de Jesucristo (Lucien Nonguet, Ferdinand Zecca, 1903).
Pero el hito de ser el primer biopic sonoro sobre Jesús recayó en la película mexicana Jesús de Nazareth (José Díaz Morales, 1942), que contó con una gran participación española, comenzando por el director José Díaz Morales, el productor Ramón Pereda o la música, que llevó la firma del compositor madrileño Rodolfo Halffter.
La cinta fue protagonizada por el actor argentino y de padres españoles José Cibrián en el papel del Jesús y la mexicana Aurora Walker como la virgen María. Otra mexicana, Adriana Lamar, se ocupó de dar vida a la siempre misteriosa María Magdalena. Entre los españoles aparecen José Luis Baviera como Poncio Pilatos, el asturiano Enrique García Álvarez como San Pedro o José Pidal como el traidor Judas Iscariote.
La película no destaca en el ámbito artístico, con una serie de escenas sobre los evangelios que cuenta además con una pobre ambientación y unos decorados poco elaborados. La película fue estrenada en 1942 en México, en la lejanía de una Europa envuelta en medio de la Segunda Guerra Mundial. La Guerra Civil Española y el posterior exilio, dieron con muchos republicanos en México, lo que que favoreció el extenso número de españoles en el proyecto.
El nuevo gobierno mexicano del general Manuel Ávila Camacho, dio alas al proyecto sobre todo desde su discurso inicial donde se proclamó «muy creyente«. El país dejaba atrás la época anticlerical bajo el mandato de Plutarco Elías Calles, que llegó a las armas con la rebelión cristera donde los católicos trataron de evitar el límite al culto pospuesto en la ley Calles.
Además de Jesús de Nazareth, en 1942 surgieron otros dos proyectos sobre apariciones de la virgen en La Virgen Morena (Gabriel Soria) y La Virgen que forjó una patria (Julio Bracho).
Como curiosidad, el productor Ramón Pereda, de Producciones Pereda, realizó gestiones legales sobre los derechos del guión y durante 5 años no se pudo realizar ningún proyecto sobre la vida de Cristo. Bajo el amparo del Sindicato de Autores y Adaptadores Cinematográficos, logró detener un par de proyectos sobre el tema.
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