La aparición de personajes históricos en el cine es tan antiguo como el propio cine, tanto que comienza a los pocos meses de la primera proyección pública que realizaron los Lumière en el Salón Indien de París.
El primer personaje histórico que recibe atención de las cámaras no es Jesucristo, Julio César o Napoleón, personajes que han sido llevados una y mil veces al cine. El primero de todos fue Nerón, denostado emperador romano, en la película Néron essayant des poisons sur des esclaves (Georges Hatot, 1896).
Esta cinta francesa, producida por los hermanos Lumière y realizada por Hatot, apenas dura un minuto y muestra un guión muy simple, la diversión del malvado emperador que obliga a sus esclavos a ingerir veneno.
La película de Nerón de 1896 es el primer péplum de la historia
No se conoce la razón por la que eligieron este personaje de poca trascendencia en la historia. Podemos encontrar una posible causa en la reciente publicación de Quo Vadis, novela de Henryk Sienkiewicz, publicada justo un año antes, aunque para ser justos debemos recordar que tardó varios años en traducirse al francés.
Esta cinta fue el comienzo del primigenio péplum, que vulgarmente se ha venido a llamar “películas de romanos”. Fue un ensayo sobre la temática histórica que los Lumière completaron al año siguiente con su gran éxito sobre la vida de Jesucristo, La vie et la passion de Jésus-Christ (Georges Hatot y Louis Lumière, 1897), que alcanzó 11 minutos de duración, todo un hito.
Nerón (37-68) fue emperador del Imperio romano y último de la dinastía Julio-Claudia, la primera que había comenzado con Augusto. Reinó durante 14 años tras ser elegido como sucesor por Claudio, ya que era hijo de su cuarta esposa Agripina (desplazando como sucesor a su propio hijo Británico).
Como se muestra en la película, los textos antiguos lo han presentado como un emperador tiránico y despótico, que llegó incluso mandar ejecutar a su propia madre. Sin embargo también se le atribuye otras “hazañas” que no han sido probadas, como el famoso incendio de Roma, del que se dice que disfrutaba mientras tocaba la lira. Y tampoco podemos olvidar que pudo ser el inventor de los sorbetes (ver El inventor de los sorbetes).
Película completa de Néron essayant des poisons sur des esclaves (1896)