Hollywood es casi sinónimo de elegancia, grandes mansiones, millonarios excéntricos y mucho lujo. Sin embargo no siempre fue así. Todo tiene un comienzo y el de Hollywood no fue tan distinguido como lo vemos hoy en día, de hecho podemos decir que se convirtió en una lugar peligroso, donde huían los proscritos de la industria que no dudaban en apretar el gatillo si era necesario.
Sí, todo el glamour que se aprecia hoy en la meca del cine nada tiene que ver con sus orígenes. Hollywood, que significa bosque de acebos (no es igual de glamuroso, las cosas como son), dio cobijo a una serie de cineastas independientes que huían del magnate de la industria, el todopoderoso Edison, uno de los pioneros del cine. Y es que al igual que Venecia se creó en zona pantanosa huyendo de los bárbaros, Hollywood lo hizo en el antiguo territorio de los indios cahuenga y cherokee.
En la época de los trust en norteamérica (monopolios empresariales pese a que existía una ley antitrust, la Ley Sherman), Edison se hizo dueño de las principales empresas de cine, incluyendo las francesas como la de Georges Méliès. Pero a sus imposiciones económicas, basadas en multitud de patentes, le iban a hacer frente una serie de proscritos (así les llamaba el propio Edison por no pagar sus “impuestos”). Bueno, realmente, más que hacer frente lo que hicieron es cambiar de costa. Así llegaron a California y se asentaron en Los Ángeles, que nada tenía que ver con la fantástica ciudad de la actualidad. Eso sí disponían de una climatología fantástica para rodar al aire libre (aunque de primeras rodaban casi en la clandestinidad, ocultos en naves o garajes) y además disponía de una enorme ventaja: estaba cerca de México. El magnate Édison disponía de una red de detectives y abogados por todo el país para hacer cumplir su monopolio y cobrar sus impuestos, por lo que la cercanía a la frontera les sería de mucha utilidad en caso de tener que salir por patas de la justicia.
Los primeros años fueron muy complicados en este nuevo territorio, era casi como una recreación de la conquista del oeste. Eran gente acostumbrada a la lucha y los incidentes no tardaron en aparecer, como en 1911, cuando el director Francis Boggs fue asesinado a tiros. Eran tiempos de sabotajes entre rivales y de hombres armados.

El director Francis Boggs (tras la cámara) fue asesinado de un disparo en 1911.
Al final, este pequeño grupo de insurrectos, formado principalmente por europeos de origen judío, se harían dueños del negocio del cine haciendo suyo la idea del film d´art francés: actores famosos en obras famosas. La disciplina terminó imponiéndose a las rivalidades. Comenzaba el momento de los grandes nombres del cine: los actores y actrices ya no eran desconocidos y eran tratados como auténticas estrellas.
Así fueron naciendo empresas como Paramount (Adolph Zukor), Universal (Carl Laemmle), Fox (William Fox), Warner Bros (Hermanos Harry, Jack, Albert y Sam), Metro GoldwynMayer (Samuel Goldwyn), … que a la postre se hicieron con todo el negocio.
Y todo surgió en un suburbio.
(Imágenes: Wikipedia)