Esta controvertida producción de la BBC nos trae los diez años de la Guerra de Troya en una sola temporada de ocho capítulos. Troya: La caída de una ciudad (David Farr, 2018) está basada, como podréis imaginar, en el final fatal para la ciudad algo que conocemos principalmente por la mitología griega.
La principal polémica de la serie que podemos ver en Netflix surgió con la imagen de Aquiles. Está bien ser políticamente correcto, pero tampoco hay que pasarse y es que el personaje el héroe griego es interpretado por el actor de color David Gyasi. Igual sucede con su inseparable Patroclo e incluso con dios Zeus, al que da vida Hakeem Kae-Kazim. Lo del dios pase, ya que por razones obvias nadie puede saber cómo era, pero lo de Aquiles no hay por dónde mirarlo. Pese a que se han tratado de justificar tales decisiones en la existencia de africanos del norte en Grecia, la realidad es que las referencias que tenemos de la imagen de Aquiles van más bien al contrario. Sin ir más lejos el poeta lírico Pindaro se refería a él como “el rubio Aquiles…”, por lo que parece más acertado un actor como Brat Pitt.
Polémicas históricas aparte, la serie no pasa de divertida pues le falta un hilo conductor que resulte más atractivo (centrado en las tramas de Helena) y unos personajes en su mayoría bastante flojos. Me decepciona mucho el personaje de Aquiles al que le restan mucho protagonismo y, desde luego, no parece el legendario guerrero que la mitología nos ha mostrado. Sí aciertan en la aparición de los dioses y su relación con los humanos, un aporte bastante interesante, como también lo es las razones que llevan a Paris (también llamado Alejandro) a enamorarse de Helena o la aparición de la amazonas en el bando troyano. Y no podemos olvidar la relación amorosa de la esclava Briseida con Aquiles… a los que se une Patroclo.
Sobre el resto de personajes Helena (Bella Dayne) aparece excesivamente fría hasta con su amor Paris (Louis Hunter). Héctor (Tom Weston-Jones) también se muestra en un tono menor con escaso protagonismo. Los papeles más acertados son Agamenón (Johnny Harris) y sobre todo Odiseo (Joseph Mawle). Respecto a las batallas se quedan un tanto escasas de personal, ahí les ha faltado, imagino, el presupuesto de las grandes series y películas.
El mito de Troya
Ya casi nadie duda que la Guerra de Troya existió y que provocó el final de la ciudad, en parte gracias a los descubrimientos arqueológicos de Schliemann en 1870. Sobre cómo fue la guerra y sus causas es difícil conocer con certeza. Envuelto en la mitología, con personajes humanos mezclados con dioses, tenemos una imagen muy idealizada de los sucesos de Troya.
Básicamente se trata una guerra causada por el rapto de Helena por el príncipe de Troya cegado por su belleza. Al estar ella casada con el rey espartano Menelao, provocó una guerra donde la gran mayoría de los pueblos griegos acudieron liderados por Agamenón de Micenas, que era hermano del espartano. Así sucede la famosa guerra que se alargó durante diez años ante la imposibilidad griega de asaltar las murallas troyanas.
El final es bien conocido, un caballo de madera ofrecido como tributo es el que permite que los griegos accedan a la ciudad y puedan saquearla. Lo más conocido y legendario es la lucha entre Aquiles y Héctor, el mayor guerrero de la antigüedad frente al príncipe y heredero de Troya. Al final el primero mata al segundo y así logra vengar a Patroclo, que había muerto a manos de Héctor. Este legendario enfrentamiento que muestra la ira del héroe Aquiles, está descrito en la Ilíada de Homero. Este que es el principal documento que nos habla del conflicto pero sólo muestra cuatro días de los diez años. El poeta nada nos cuenta sobre la causa ni orígenes de la guerra, ni el desenlace final sobre Aquiles y la ciudad.
Aquiles, héroe legendario
Héroe griego por antonomasia y al que todos trataron de imitar, incluido el gran Alejandro Magno. Por ser hijo de Peleo y de Tetis (por tanto biznieto de Zeus) le convertía en un semidios, mitad humano mitad divinidad. La leyenda de su inmortalidad proviene de su baño en la laguna Estigia. Su madre lo sumergió en el agua para hacerle invulnerable pero se olvidó del talón, la parte del pie por donde era sujetado y la zona que le convirtió en mortal. Educado por el centauro Quirón, se nos describe como un poderoso luchador que “daba muerte a leones salvajes y abatía jabalíes” y bastante veloz pues le llamaban “el de los pies ligeros”. Además de su talón, la otra característica que le hacía humano era su amistad con Patroclo, cuya muerte vengó ante las mismas puertas de Troya. Siendo aún muy joven, el adivino Calcante le profetizó que sin él los griegos no podrían derrotar a Troya, que la guerra le haría legendario pero moriría en ella. Sus augurios se cumplieron.
Trailer Troya: La caída de una ciudad (David Farr, 2018)
(Imágenes: imdb.com/britannica.com)