Resulta complicado hablar de lo que uno hace en relación con la problemática socioambiental; máxime si se trata de resumir en un texto corto todo un proyecto para presentarlo a los demás. Este libro del cual se adjunta la portada es en sí mismo una metáfora, o muchas juntas. El mismo dibujo presenta a un detective, estilo de Mortadelo y Filemón del gran Ibañez, que va buscando por la vida algo de seguridad, o el final del relato. Camina sobre un fondo resbaladizo en el que no faltan pinturas para colorear el medioambiente ni plásticos deslizantes porque giran sobre sí mismos. Porta una lupa porque sabe que se necesita mirar bien en todo lo que no se ve.
En el libro se recogen veintiocho ecorrelatos, cuentos sencillos si se quiere, sobre la naturaleza y la visión ecosocial del complejo mundo en que vivimos. Bastantes tienen como protagonistas a seres pequeños, habitualmente olvidados como: las hormigas, las abejas, los pulpos, los gorriones o las amapolas; qué decir de las efémeras o de la pasada relevancia social del botijo. Pero no falta el motivo de la desaparición del último dinosaurio. También se dicen cosas sobre las desorientaciones humanas: la gente prefiere mirarse a sí misma antes que ampliar los horizontes de futuro para apreciar un medioambiente comprometido. Aparece la IA y el ChapGPT de la mano de un Vélez de Guevara renovado en su empeño de “diablo cojuelo”. No nos hemos olvidado de Noé y su nuevo intento de salvar a la humanidad del probable segundo diluvio universal. Tampoco de esa revista que, comandada por el espíritu de Leonardo da Vinci, quiere ser la última llamada a la cordura. Todos son ecorrelatos inacabados porque el autor ha querido dejarlos abiertos, para que los lectores y lectoras los cierren cómo y cuándo quieran; acaso nunca.
En la introducción se advierte que no es tarea sencilla detener el ritmo de las cosas para que nos hagan la vida más placentera. En realidad, también se recalca en el prólogo que ha escrito Cristina Monge apelando a la ironía como humor de los inteligentes, la vida compartida, hoy lo es por activa y por pasiva, es un continuum que cambia constantemente. Empujando y removiendo se encuentran las interacciones entre el planeta y sus criaturas. De ahí que estas pequeñas historias –construidas por personajes refugiados en el anonimato- no tienen fecha de caducidad, al menos para quien las ha escrito. Así es el pensamiento de cada cual, recoge episodios de anteayer y quizás de pasado mañana; unos vividos y otros vistos o sentidos.
Los ecorrelatos se presentan de una forma sarcástica. Hablar seria y fundamentadamente de la problemática socioambiental resulta poco eficaz si se quiere animar a que mucha gente camine hacia la necesaria transición justa. Lo hemos hecho a menudo en artículos en este blog o fuera de él. La experiencia propia nos dice que hemos de acercar a la gente las problemáticas de forma pausada, sin culpabilizarla. Por eso nos atrevemos a presentar en este libro una socioecología particular, totalmente subjetiva, en clave de sorna amable y respetuosa, si se quiere de humor líquido; ese que impregna algo pero a nadie sofoca, y evita ansiedades innecesarias.
Nos hemos apoyado en sucesos que han ocurrido antigua o recientemente y, sobre todo, en palabras e ideas de muchas entidades, de personajes célebres de tiempos remotos, de literatura e historia que hace medioambiente, de enseñanzas que nos puedan servir para echar miradas emocionales al escenario vital. Al final del libro aparecen en una relación de personajes en la que se exaltan sus cualidades para estar en él.
Si alguien quiere comprobar lo que aquí se dice es verdad puede acompañarnos en la aventura. Basta con comprar el libro en la librería habitual. Para mayor seguridad se puede pedir en la web de la editorial IV Centenario, lo pone en casa sin gastos de envío y con un 5 % de descuento. Solamente es necesario acceder a este enlace. También ahí se puede descargar un pdf de las primeras hojas para tener una idea más completa sobre la aventura ecosocial que el autor se ha inventado; ¿quién sabe si se acercará a la realidad colectiva o individual?
Vamos a hacer una presentación en Madrid el 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, en el Ateneo La Maliciosa a las 19 horas, de la mano de Conchi Piñeiro (FUHEM) y Javier Benayas (UAM). Adjuntamos la invitación para quienes estén ese día en la capital. Posteriormente se presentará en otros lugares.