La felicidad social y culturalmente cultivada apenas resiste unos días en Navidad. Enseguida se nos escapa de las manos. Nos hubiera gustado exponer deseos gratos para el año entrante; llenarlos de buenos propósitos. Pero la experiencia acumulada nos hace despertar. Sé que las miradas críticas se convierten a menudo en malas noticias, que incomodan tras el paréntesis de estas fechas entrañables. Pero también hacen vida, o al menos la interrogan. Estos días Papá Noel el dadivoso viaja por todo el mundo en forma de regalos; los Reyes Magos llevan riquezas (oro, incienso u mirra) al belén y son espléndidos con muchos niños y niñas. Pero se despistan y no llegan a todos por igual, ni siquiera en los países ricos. Recuerdo que en tiempos se deseaba para el año venidero paz y prosperidad. Ahora mismo muchos niños y niñas no disfrutan de la una o de la otra; incluso de ninguna de las dos. Sucede por todo el mundo, mucho en los países pobres pero también en los países ricos.
La noticia que comentamos a continuación despertaba incredulidad, a la vez que cierta curiosidad. Curiosidad e incredulidad se convierten a menudo en competencias personales que sirven para dibujarnos un mapa emocional de la sociedad en la que vivimos. Sin duda provocan un daño afectivo, a veces trágico, en las gentes que tengan un mínimo de sensibilidad social. La noticia es impactante, pero será verosímil dada la fuente que la difundía. Ni más ni menos que la ONU. El titular causaba dolor: Más de 1 de cada 5 niños viven en la pobreza en 40 de los países más ricos del mundo.
Se publicó en diciembre de 2023 pero traía argumentos negativos de años anteriores, los cuales se pueden considerar estables o incluso en crecimiento. Por lo que explica un informe reciente de UNICEF, a finales de 2021 había más de 69 millones de niños viviendo en la pobreza en 40 de los países más ricos del mundo. Mala cifra aunque se haya mejorado algo en relación con 2014. El Informe Innocenti de aquel año mostraba la cifra de 76 millones.
El informe de UNICEF Innocenti examinó la pobreza infantil en los países de ingresos altos y medianos altos de la Unión Europea (UE) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Resumiendo mucho diríamos que constató que se ha progresado algo en la reducción de la pobreza infantil, pero aún queda mucho por hacer, para acabar con ella en medio de la riqueza general que distingue a esos países de ingresos altos o medio altos.
Precisemos que los informes Innocenti, compárense datos por años y temáticas de los informes, se elaboran en torno a un guía metodológica similar a esta. Cualquiera que los lea se preguntará si en estos países la pobreza infantil está tan extendida, qué pasara en los de ingresos medio bajos o muy bajos. Vamos a reproducir párrafos enteros de la noticia porque dan una idea global del mundo en que vivimos.
Reflexionemos sobre estas cuestiones de las que nadie será culpable pero a todos compete su resolución:
- El país con la tasa de pobreza infantil más baja es Dinamarca, donde el 9,9 de los niños son pobres.
- Aproximadamente 1 de cada 10 niños vive en la pobreza en Finlandia y Eslovenia.
- En cambio, más de uno de cada cuatro niños vive en la pobreza en Bulgaria, Colombia, España, Estados Unidos, Italia, México, Rumanía y Turquía.
- Uno de cada cinco niños-as viven en la pobreza en los 40 países más ricos del mundo.
- España y Eslovenia tienen niveles similares de renta nacional per cápita, ambos en el extremo inferior de los países de la UE y la OCDE. Pero Eslovenia tiene una tasa de pobreza del 10 % y España del 28 %.
- Algunos niños y niñas de estos países corren más riesgos de experimentar la pobreza (Los niños con discapacidades y de minorías étnicas/raciales; en ocho países europeos, el 80 por ciento de los niños romaníes vivían por debajo del umbral de pobreza de ingresos en 2016; aquellos que viven en una familia monoparental tienen de tres veces más probabilidades de vivir en la pobreza).
- La pobreza deja, si se mantiene, un efecto corrosivo en la infancia. Los niños y niñas que experimentan pobreza persistente tienen más del doble de probabilidades de tener dificultades emocionales y de comportamiento que los niños que experimentaron pobreza en algún momento. En 27 países de la UE, aproximadamente uno de cada ocho niños vive en una pobreza persistente.
- No hay garantía de prosperidad para los niños y niñas pobres. Valgan estos dos ejemplos:
- Estados Unidos tiene un ingreso nacional per cápita similar al de Dinamarca. A pesar de una mejora sustancial en 2021, la tasa promedio de pobreza infantil en Estados Unidos del 26,2 por ciento es más del doble de la tasa de Dinamarca del 9,9 por ciento.
- El ingreso nacional per cápita de Suiza es cuatro veces mayor que el de Chequia, pero la tasa de pobreza infantil de Suiza es más de 6 puntos porcentuales mayor.
- Y muchas más cosas.
Expuestas algunas de las lagunas sociales, el Índice Innocenti plantea acciones urgentes a los países que peor lo hacen para reducir la pobreza infantil:
- Ampliar la protección social adaptada a los niños.
- Mejorar y garantizar el acceso a los servicios esenciales.
- Garantizar trabajo decente y políticas favorables a la familia.
- Actuar para reducir las desigualdades en los riesgos de pobreza.
- Generar apoyo para la reducción de la pobreza infantil.
- Generar mejores datos.
- Involucrar a los niños en el debate sobre la pobreza.
Todo es opinable, pero no dejan de sorprendernos que el Parlamento español y los de las CC.AA. no se hayan planteado dedicar sesiones monográficas a este tema. Merecen nuestro suspenso social, máxime cuando nos enteramos de que:
- España se sitúa en el lugar 36 de pobreza infantil (28 %) de los 40 países analizados en el periodo 2019-2021. Había experimentado un promedio de cambio de -4 % entre el periodo 2012-2014 (estaba en el puesto 22) y el periodo ahora analizado.
- La pobreza en España y Europa es más evidente en el ámbito de la alimentación.
- España es el mayor país de la UE en tasa de pobreza infantil, los peores datos en Andalucía.
- El primer mapa de la pobreza infantil tiñe de rojo el sur de España. Aunque ya pasó la gran tormenta provocada por la COVID, que llevó a que la mitad de los niños y niñas de España viviesen en familias que llegaban con dificultades a fin de mes.
- ¿Cuántos de estos niños y niñas, de sus familias, que ahora no llegan a fin de mes, tendrán alguna esperanza de que en 2030 ya no pertenezcan a este colectivo?
- Parece que el Parlamento europeo ha hecho suyo el problema y desgranado argumentos concretos. Veremos en qué queda.
En fin, aunque ya pasó la gran tormenta provocada por la COVID queda mucho camino por delante. Sin embargo, para el Comisionado de la Pobreza Infantil en España, los hogares sin ingresos con niños, niñas y adolescentes a cargo se mantienen en cifras previas a la crisis de 2008. Es más, la cifra total de hogares sin ingresos es la más baja desde 2011 y registra uno de los descensos entre trimestres más pronunciados desde 2008.
Vamos camino del año 2030. En el Objetivo 1.1 de los del Desarrollo Sostenible España se comprometió a poner fin a la pobreza en todas sus formas. Aquí van los últimos datos del INE. Quienes lean este artículo ya pueden formarse una opinión de lo que habría que hacer en relación al tiempo que nos queda. Sentimos empezar el año con noticias poco alentadoras, deben servirnos de acicate ético.