Dicha expresión adorna el momento presente, superado ya una vez acabe de leer la frase. Llevémosla al terreno de la crisis climática. Todo es importante y, a la vez, casi nada de lo que hagamos tiene la marca de durabilidad. Ante esta hipótesis, el deseo colectivo se plantea renunciar a qué: a nada de lo que cada cual pueda para alargar el tiempo útil, el de todos.
Porque, el silencio y la inacción suenan todavía peor. La crisis climática tiene prisa, parece que le gustase el “para siempre”. Al otro lado nos encontramos nosotros. Sabemos, hemos de ser muy conscientes de ello, que lo que uno hace se sostiene en aquello que busca. En nuestro caso, dedicar tiempo a que la crisis no se eternice.
La desidia climática va contra toda lógica y nos aleja la Cima 2030. Es bien sabido que todo lo que sucede es producto de alguna conexión, o de muchas situaciones concatenadas; también interviene el azar.
Pongamos por caso la energía externa que consumió ayer mismo para realizar sus actividades. Fue, hizo, trabajó en, compró, elaboró, se vio con, se entretuvo en, disfrutó con una actividad relajante o cultural, etc.; además de reponer la energía interna con los alimentos y nutrientes convenientes. En todos estos procesos se degradó energía en forma de productos que afectan más o menos a la crisis climática. Siempre, pensando en negativo, queda algún resto indeseado.
Pero, lo inalcanzable también se puede imaginar en positivo. Está tanto en las cosas que se ven como en las que no se ven. Aunque últimamente, usted incluso, se haya relajado en la pelea reclimatizadora, todo tiene su parte eficiente. Le queda el recuerdo de lo que hizo bien, quizás eso sí le sirva siempre para que lo que busca en mitigación y adaptación climática global no acabe en un sueño. Eso debe impulsar iniciativas como Som Energía.
Lo que caracteriza mejor a una persona que lucha de verdad contra la crisis climática es que es consciente de que casi todo requiere sacrificios, y algún que otro tormento. Por eso, seguro que está pensando ahora mismo en cómo reducir mañana la energía que consumió ayer y la consiguiente emisión de calor y gases. Porque sabe que en el asunto energía para siempre es demasiado tiempo.
Sin embargo, constantemente, en esto no hay duda, ahora o años después, alguien se lo agradecerá; al menos, le encontrará sentido a lo que usted hizo por retener la por ahora imparable crisis climática.
Imagen de archivo de un ‘flashmob’ de Alianza por el Clima. (EFE)