Por Tom
El ‘brexit’ ya forma parte del mito y la leyenda de la muy distante historia del Reino Unido. Se nos ha ido completamente de la mente, queda en el olvido, pese a ser hace tan solo unas pocas semanas que el país entero se estaba cagando vivo ante la perspectiva de salir de la Unión Europea de alguna manera. Pero las corrientes del océano político cambian a la velocidad de la luz, y ya estamos en medio de toda la conmoción de las elecciones del nuevo líder del partido conservador. A lo mejor esta noticia suculenta ha filtrado un poco en España, pero sin mucha clarificación de qué podría pasar.
Pues resulta que el partido enterito se está presentando como candidato. Esto en sí es mala noticia porque indica una incoherencia total en el partido, todo el mundo quiere el poder, y no hay quien lo organice bien. Actualmente hay once candidatos…dos ya se retiraron, y podría que luego hubiera más.
De momento nos quedamos contentos con (en ningún orden en particular): Boris Johnson, favorito y superbrexitman; Mark Harper, que quiere retomar la caza de zorros (probablemente también linces, osos, y la gente pobre); Rory Stewart, escritor premiado que ha tenido varios puestos por lo largo y ancho del mundo; Jeremy Hunt, Secretario del Estado para Relaciones Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones del Reino Unido… y lunático-anti-NHS; Matt Hancock, Secretario del Estado para Salud y Apoyo Social; Michael Gove, Lord Chanciller de Gran Bretaña, anti-drogas y aficionado ocasional de la cocina; Dominic Raab, anterior Secretaria de Estado para la Salida de la Unión Europea (¡qué bien lo hizo!); Sajid Javid, Secretaria del Interior, banquero, musulmán y aboga por tener más estudiantes internacionales trabajando en el Reino; Sam Gyimah, banquero, defensor de otro referendum; Esther McVey, anterior presentadora, causó una movida en el parlamento cuando estaba a cargo de Universal Credit – el sistema del “paro” en el Reino Unido; y finalmente Andrea Leadsom, que ya perdió el puesto una vez cuando Theresa asumió el cargo, y que en algún pasado no creyó en el calentamiento global… según, ahora sí.
Como grupo, son diversos los candidatos.
Vamos con los menos favoritos…
Andrea y Esther son las dos anti-acuerdo, o sea a favor del ‘brexit’ duro. Por suerte, esa postura las quita una vista favorable de una gran parte de la población del país. Pese a todas las evidencias al contrario, estas dos lunáticas siguen creyendo que cortar ataduras y amputarse de la UE de una manera completa y totalitaria es el mejor procedimiento.
Esther tiene un poco de miedo a los LGBTQ, haber ya dicho que si los padres no quieren que sus hijos asisten a clases con temas de LGBTQ, pues que les saquen. Hay miedo entre políticos y la gente que podríamos regresar a la época de Sección 28, cuando fue ilegal tratar con esas temas. Andrea, tras las confesiones de Señor Gove, ha admitido que “durante su época como estudiante, experimentaba con marihuana” y ya sabemos todos que la gente no confía en las drogadictas.
Gyimah es el único que apuesta por otro referendum… lo cual le costará amigos dentro del partido y no tiene apoyo de nadie.
Mark Harper, desconocido por completo entre el público, no tiene ni una pizca de esperanza.
Matt Hancock no tiene nada en especial para ir ganando apoyo ni opinión favorable.
Rory Stewart, hombre del pueblo, adorablemente friki, a favor del ‘brexit’ ligero y considerando servicio nacional de ciudadano obligatorio.
Luego los más potentes…
Numero siete en la lista de probabilidades según los corredores de apuestas Ladbrooke es Dominic Raab, casi igualmente odiado en Europa, básicamente por inventar cosas para dañar a la Primera Ministra. La acusaron de inventar el hecho de que Martin Selmayr había fanfarroneado sobre que precio del ‘brexit’ sería que perdiera Irlanda del Norte. Uno de dos candidatos que no haya dicho que no intentará forzar un ‘brexit’ duro… pero también ha dicho que si es necesario prorrogará el parlamento para lograr cualquier tipo de ‘brexit’. Hmmm.
Sajid Javid de momento está basando su campaña en el hecho de que su padre era conductor de autobús y que es muy moderno. A lo mejor no quiere ser PM pero seguramente pillará un puesto muy importante en el parlamento después de la elección. Por cierto, fue desterrado de la cena con nuestro frenemigo Donald Trump… ¿será porque es musulmán?
Jeremy Hunt es de repente el moderado (pese a decir que preferiría un ‘brexit’ duro por encima de un no-brexit) advierte los riesgos del ‘brexit’ duro. Vale la pena mencionar que declaró que doblaría el presupuesto de Defensa después de la separación, probablemente encontrando el dinero malgastado en mierdas anticuadas como el NHS y la educación.
Michael Gove, Secretario del Medio Ambiente, estaba basando su campaña básicamente en no ser Boris Johnson. Pero ha habido un pequeño problema. Salió a la luz que ser Anti-drogas no había sido, de hecho, siempre el caso. Después de varios años en su juventud esnifando un camino a lo largo de las montañas de cocaína que fueron la clase alta británica, su posición es algo mas indefendible y ha resultado un golpe fuerte a su credibilidad. Aparte de eso, ya cuenta con el apoyo de Oliver Letwin, un hombre famoso por dejar documentos gubernamentales en la basura en parques públicos, hacer entrevistas vestido de romano, declarar cosas tal y como “dar apoyo financiero a la la juventud de las minorías restuirá el comercio de disco y drogas. También una vez dejo pasar a su casa un ladrón… Con aliados de ese calibre, ¿quién necesita enemigos?
(EFE)
Boris, ya visto por Europa como un mini-Trump no es muy popular. Aparte de divulgar información categóricamente falsa antes del referendum, está famoso por cambios de 180 grados en sus opiniones. Por ejemplo sus comentarios acerca de Turquía siendo una fuente de “millones de inmigrantes” si llegara a formar parte de la Unión Europea, de repente cambiaron a “el Reino Unido ayudará con cualquier cosa” durante su reunión con Erdogan. ¡Qué cosas! Sin embargo, BJ también se contradice como hobby. Cosas como “estoy a favor del mercado único” y luego “sería tontería quedarnos dentro del mercado único” o “soy fan de la Unión Europea, si no tuviéramos algo parecido, lo inventaríamos” y luego ‘brexit’… o “soy probablemente el único político que conozco que este dispuesto a declarar que soy pro-inmigración” y, por variar, luego que “20 años de inmigración sin control había impactado los salarios e inversión en la gente indígena” o quizás mi favorita personal “quedarnos en la Unión Europea sería una bendición para el Reino Unido” y no hace falta elaborar su posición ahora. Ha llegado hasta culpar a la UE por la muerte de ciclistas citando los cambios a camiones bajo regulaciones europeas. De hecho, BJ llegó a la notoriedad durante su periodo como corresponsal en Bruselas por el Daily Telegraph, cuando utilizo su columna para inventar varias historias, ahora apodado a “euro-mitos”.
Y es que todo está llegando a su punto crítico, tras años de escepticismo de la Unión Europea y olas de políticos esparciendo rumores sobre Europa, sus acuerdos y normas chungas, y el gran y brillante futuro de Gran Bretaña, ¿cómo no vamos a tener algo de “feeling” anti-europeo?
Para colmo de males, como si no fuera ya suficiente, el Reino Unido lleva años con un declive paulatino pero constante. La gente más vulnerable recibe menos ayuda, colegios han perdido fondos y profesores y el arriba mencionado Michael Gove (rima con gilipollas en inglés) ha quitado temas innecesarios como plástica, artes dramáticas, y literatura, e incluso música de muchos colegios. Según estudios cuatro de cada diez niños vive en la pobreza, y encima esperanza de vida está reduciéndose, y mortalidad infantil está subiendo. Hay 2.5 veces más personas sin techo, mientras todo el partido conservador y sus perros (de raza, claro) está prometiendo recortar impuestos para la gente con más dinero, seguramente para hacerlo más fácil pagar los impuestos en vez de evitarlos.
Su loca colectiva juventud no parece haberles dado mucha imaginación ni la habilidad de empatizar con nosotros,la gente de la villanía, la pobre mayoría que no es capaz de esconder nuestro dinero en Panamá, cazar especies en vías de extinción, ni chutarse las drogas de clase A en las bibliotecas de nuestros favoritos clubs privados.
Y es que lo mejor de todo es que la UE ya ha dicho que no va a renegociar el ‘brexit’ por enésima vez, así que da un poco igual quien gana al final…