Por Tom.
Al llegar a España y empezar a trabajar, llegó a mis oídos muchos comentarios sobre una cosa que llamaron ‘dinero negro’ o ‘ganar en black’. Me confundía mucho, pero llegué a entender que era dinero que te pagaban sin pagar impuestos. Lo que llamamos ‘debajo de la mesa’ en inglés.
Pasó el tiempo y hablé con más personas, cambié de trabajo varias veces, tuve varios jefes, y descubrí que el dinero negro era una cosa, aunque fuera ilegal, completamente normal en todas las facetas de la vida y la sociedad. Según un informe de la Asociación de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), en 2014 sumaba 253.000 millones de euros en dinero negro en España.
Aunque era un tema ubicuo, no entendía exactamente como funcionaba… hasta empezar a trabajar en una academia de inglés por ahí. Hablando con la gente y mis compañeros escuché docenas de historias de personas ganando en dinero negro. Muchas se parecían, patrones se repetían.
Entre los ejemplos mas frecuentes había:
Todo parecía normal, firmaba contrato, empezó a trabajar, le pagaron con transferencia bancaria…todo en regla. Sin embargo, se dio cuenta de que le habían pagado menos de lo que le debían. Al llegar a la oficina, le pagaron lo demás en efectivo.
En otros casos, durante la entrevista te dicen casualmente que pagan en efectivo.
Otra situación cuando todo está correcto, bien hecho, haces la entrevista, te contratan y empiezas a trabajar…y en ningún momento firmas ninguna especie de contrato.
Tengo amigos que trabajan fines de semana enteros en bares o restaurantes y cobran un sobre de billetes.
He intentado obtener facturas de fontaneros o cerrajeros y es (como decimos en inglés) más difícil que sacar sangre de una piedra.
Hay mucha gente que llega a acuerdos con su empleador para ganar un poco más (en negro, claro) y que el negocio abone menos impuestos.
Incluso he tenido ‘conversaciones’ con clientes potenciales que me exigían ser autónomo, pero luego niegan que les mande factura. La dicotomía de querer poder confiar en un servicio o persona, pero luego no querer pagar ningún duro de más por tenerlo.
Aunque parezca terrible, la economía negra facilita a mucha gente seguir ganándose la vida. Por el motivo que sea, no han podido encontrar trabajo, y trabajar fuera del sistema les da la posibilidad de trabajar y ganar con normalidad.
En Reino Unido la situación es distinta. Hay dinero negro, como en todas partes, claro que vas a pagar a la chica que te cuida los niños durante dos horas en efectivo, y cosas semejantes. Sin embargo, tenemos un dicho en mi país: “hay dos cosas seguras en la vida: la muerte, y los impuestos”.