Archivo de abril, 2012

El millonario que se hizo mileurista es en realidad un impostor

Estoy harto de la prima de riesgo y de las cacerías. Harto de vivir cada día sintiéndome parte culpable de esta crisis en la que nos hemos visto dentro sin saber muy bien cómo. Por eso cada día intento, con vosotros, buscar la cara B de la situación, intentar echarnos unas risas o encontrar un resquicio de solidaridad. Por eso a veces me la clavan, como ha hecho el protagonista de hoy, el impresentable el sinvergüenza de Karl Rabeder. Y por eso, cuando me pasa, me molesta.

Es probable que no le recordéis. Karl, un millonario cualquiera, saltó a la fama hace tres años cuando dijo que vendía todas sus propiedades para hacerse mileurista y ser feliz. En noviembre os conté que todo le iba sobre ruedas, que estaba experimentando la verdadera felicidad. Pues bien, resulta que es mentira, este tipo tiene de solidario lo mismo que Homer Simpson de científico.

Resulta que nuestro millonetis de 49 años había contratado los servicios de tres agencias publicitarias para que difundieran por el mundo su falso mensaje de paz y amor. Se dedicó a decir que había donado al Tercer Mundo todo lo recaudado tras vender sus pertenencias y se hizo un montón de platós para contarlo. ¡SI INCLUSO ESCRIBIÓ UN LIBRO! Sí, muchachos, Solo la gente que no tiene nada lo puede dar todo… vivir para ver.

¿Y por qué? ¿Qué ganaba este personaje? ¿Publicidad? Bueno, sí, en parte publicidad, pero la historia va más allá. Su rollo benéfico incluía una subasta de su vivienda a través de pequeñas participaciones. Una rifa, vamos. Pues bien, usó la rifa para ganar 2,2 millones de euros por una propiedad que no valía ni 500.000 y donó solo un 0,7% (15.000 euros) a obras de caridad. Lo justo para sustentar su mentira de forma más o menos creíble.

Al contrario de lo que nos había vendido Karl, no estaba harto de la vida de lujo. Lo que estaba era arruinado y necesitaba dinero como el comer para saldar todas sus deudas. Se había prejubilado a los 42 años y se había comprado una casita en el sur de Francia. En ésas llegó la crisis y tuvo que empezar a vender propiedades, incluso la casita de Francia, en la que perdió bastante dinero.

Ahora la prensa austriaca recuerda que cuando encontraron su casa en los Alpes comprobaron que no estaba equipada para vivir en invierno y que tenía registrada una dirección de Viena como vivienda habitual. Lo dice la misma prensa austriaca que dio por buena la información durante estos años y lo dice amparándose en datos que tenía desde hace mucho, muchísimo, demasiado tiempo. Todo muy triste.

PD: Ya sabéis, el consejo de siempre… si es demasiado bueno para ser verdad, seguramente es mentira.

Lo más raro que ha pasado durante la semana (9-15 abril)

Me parece que la mejor forma de empezar la semana es echando la vista atrás para ver todo lo que ha dado de sí, todas esas historias raras que se nos han pasado porque yo tenía la cabeza en otro sitio y vosotros estabais concentrados en pasarlo bien (o pasarlo rápido). Así como curiosidades os puedo decir que estoy trasteando Pinterest y mi padre sospecha que, después de 27 años de madridismo confeso, en realidad soy culé. Ha sido una semana rara, sí. ¿Qué os parece si repasamos cuatro historias y hacemos borrón y cuenta nueva?

1. Asaltó una casa para amamantar a un bebé

Hay tres asaltos domiciliarios míticos: está el del tipo que entró y se quedó a ver la tele, el que puso los adornos navideños y el que hizo las tareas domésticas. Pues bueno, todos estos eran principiantes comparados con una mujer de Dakota del Sur que fue detenida por entrar en una casa que no era suya e intentó amamantar a un bebé de dos meses que, evidentemente, no era suyo.

Los ladridos de los perros despertaron a las cinco de la mañana a la madre de la criatura, quien descubrió que Rebecca Silva, de 24 años, estaba en su casa, ebria, a puntito de dar de mamar al bebé. La madre llamó a la policía, que arrestó a la falsa amamantadora.

2. Recorre Australia disfrazado de Star Wars

Jacob French acaba de poner fin a una travesía de 5.000 kilómetros por Australia que tiene una particularidad: la ha hecho disfrazado de soldado de asalto de Star Wars.

El viaje ha durado nueve meses y le ha servido para recaudar 68.000 euros (aunque él, como es muy suyo, lo ha recaudado todo en dólares australianos) para obras de caridad. Cuenta la prensa internacional que sus ropajes le valieron para que el alojamiento le saliera gratis más de una vez.

3. Un hámster vuelve de su tumba

Hay varias formas de volver de una tumba. Bueno, básicamente dos: a lo Uma Thurman en Kill bill y a lo zombi en The Walking Dead. Dado que lo segundo aún está por trabajarse, la única forma real es la primera, y así es como el pequeño Rhino regresó de entre los muertos.

Este pequeño ratoncito había (teóricamente) muerto con cuatro años. Dado que la familia Eyley, a la que pertenecía, le había cogido mucho cariño, lo enterraron en su jardín en un pequeño ataúd. Imaginad la sorpresa cuando un vecino de David, el cabeza de familia, contó a los Eley que su hámster estaba correteando por su jardín.

Parece ser no estaba tan muerto… y se las ingenió para arañar la tierra y salir a la superficie. Lo han rebautizado como Jesús.

4. Mordió a su hija porque le quitó la música

Muchos adolescentes se avergüenzan de sus padres. Que si usan una ropa inadecuada, que si van de modernos, que si quieren usar Whatsapp y apenas aprendieron a enviar SMS… es la edad del pavo, dicen. No obstante, los hay que se avergüenzan de mamá con razón, como la hija de Robyn Harr.

Robyn, de 38 años, fue detenida hace unos días después de morder a su hija en la pierna. ¿La razón? Pues bueno, algo tan grave como que la pobre muchacha (la hija, no Robyn) quitó el CD de Rihanna que tenía puesto su madre. La hija de Robyn contó a la policía que mamá se había pasado con el alcohol y llevaba todo el día dando por saco, poniendo una y otra vez el disco de Rihanna y negándose a bajar el volumen. Si mi madre fuese Robyn, el disco de Rihanna (o de Manolo Escobar) habría terminado destrozado.

PD: ¿Cómo empieza la semana? ¿Hay ganas?

Desastres con el bronceado que no arregla ni el Photoshop

Soy más bien blanquito de piel. No tanto como el Casper de Yo, yo mismo e Irene, pero blanquito. Eso me ha abocado a situaciones bastante cómicas: la que más, hace unos años, cuando fui a ver el GP de Jerez de motos y se me quemó la oreja derecha. Sí, solo la oreja derecha… y se notaba un montón. Mi segundo mayor ridículo, después de aquella vez que Juan me pilló rajando de él.

En cualquier caso, como no soy mucho de tomar el sol, mis problemas con el bronceado no son muy recurrentes. Tengo amigos y amigas que se tuestan cada verano, que en invierno usan toallitas bronceadoras… amigos y amigas, un consejo: no lo hagáis. Ni rayos UVA, ni toallitas bronceadoras. El resultado, la mayoría de las veces, da más susto que gusto.

¿No me creéis? Bueno, pues hay una web llamada Pale is the new tan que recopila un chorro de imágenes desafortunadas de gente bronceada (o quemada) cuyo esperpento no se arregla ni con Photoshop (de ahí el título). En fin, que no me lío más. Vamos a hacer tres categorías para, por cortesía de Pale is the new tan, abrir los ojos a quienes aún se preocupan de estar morenos todo el año.

1. Quemado, pero contento

Estos casos son el típico «jodido, pero contento» que cantaría Buika. Son personas que se queman, pero se lo toman con humor. Es más, diría que se lo toman con humor desde antes de quemarse, porque supongo que para quemarte así tienes que hacer el dibujito con el protector solar antes de tostarte.

2. Los excesos no son buenos

Entiendo, en cierta medida, la obsesión por estar morenos. La gente ve a Inma Cuesta y a Eva González y cree que eso se puede coger en un par de días, de forma artificial… pero no. Así pues, muchos se empeñan en arreglarlo todo con toallitas bronceadoras y rayos UVA, pero generalmente es peor el remedio que la enfermedad. ¿Qué pasa? Pues que una sobreexposición o un bronceado artificial desemboca en cosas como las que veis sobre estas líneas: afroamericanas que en realidad son solo americanas, caras morenas con manos blancas y… bueno, lo de la última foto no soy capaz de explicarlo, os lo dejo a vosotros.

3. Un despiste imperdonable

¿Recordáis lo que os dije al principio sobre mi visita al circuito de Jerez? Pues lo mío fue un chiste comparado con lo que le pasa a otra gente. Los hay que se pasan el día al sol con una camiseta de tirantes, que no se quitan el reloj en todo el verano, que montan en bici de junio a agosto, que presumen de sandalias (tanto, que hasta se duchan con ellas)… y así, así, así hasta acabar como esta gente.

PD: ¿Tenéis alguna anécdota buena de bronceado? Soy todo oídos.

¿Qué harías si compraras un pueblo para ti?

Llevo unos días dándole vueltas. Hace no demasiado vi en las noticias que se vendía una aldea  en Francia, pero me pillaron sin cash (justo ese día no tenía en el bolsillo los 300.000 euros que pedían). Poco después, pusieron a la venta otro pueblo en Estados Unidos, pero se la vendieron a dos vietnamitas que pagaron 680.000 euros justo cuando estaba a puntito de superar su oferta.

En cualquier caso, todo este rollo me ha hecho que me plantee qué habría hecho yo con un pueblo para mí solo. Y me interesa saber qué haríais vosotros si os comprarais u os regalaran uno. ¿Qué medidas os gustaría implantar? ¿Qué cambios impondríais?

Bueno, como me gusta predicar con el ejemplo, os diré qué diez medidas clave tomaría yo si comprara un pequeño pueblo. Si esto fuera un blog serio diría que incentivaría la compra de viviendas, que la gente tuviera hijos, que propondría políticas sociales… pero lo siento, esto es el blog del becario. No me permitiría que mi pueblo no estuviese lleno de cosas locas y tontunas. Así sería BecLand, en diez claves:

1. Carril para enviar mensajes de móvil. Ya sabemos que usar el móvil mientras caminas puede resultar peligroso, por eso me gustaría implantar una medida que en Philadelphia propusieron en plan broma pero en BecLand sería una realidad: un carril para la gente que va actualizando Twitter y mandando mensajes de Whatsapp. Es imprescindible.

2. Un búnker antizombi. Desde que vi el de Dani no me he podido quitar la idea de la cabeza. BecLand necesita uno. Estaría bien que, además de ser antizombi fuera también antinuclear, pero bueno, lo fundamental es sobrevivir a un ataque de muertos vivientes, porque ahí todavía quedará algo de lo que disfrutar. Después de un ataque nuclear el resto del pueblo quedaría destrozado.

3. Carreras de cerdos. El ocio es fundamental. Si quiero seguir manteniéndome en el poder tenemos que dar a la gente pan y circo. Creo que una liga de carreras de cerdos podría ser la solución. Pensé en hacerlas de tortugas, pero igual se nos va el presupuesto en iluminación… ¿Cuántas horas puede durar una carrera de tortugas?

4. Desfile de Victoria’s Secret. Solo por darnos a conocer, que conste. En un momento dado se puede hacer mixto, si es preciso, pero yo lo de Victoria’s Secret lo digo más que nada por poner BecLand en el mapa. Seguro que cuando llegasen Miranda Kerr y Alessandra Ambrosio la gente hablaría del pueblo. ¡Aunque no tengamos equipo de fútbol!

5. Piedra, papel, tijera, lagarto, spock. Lo que os digo, el ocio es fundamental. Por eso haríamos torneos semanales de Piedra, papel, tijera, lagarto, spock, amenizados por actuaciones musicales.

6. Ordenanza de buenas costumbres. Al igual que el ayuntamiento de La Toba, en Guadalajara, publicaría una ordenanza de buenas costumbres. Saludar y despedirse cuando uno llega y se va de un sitio, decir «gracias», sujetar la puerta cuando alguien viene, ponerse la mano en la boca al estornudar… ¡Hasta los conductores de autobús esperarían a esa pobre gente que va corriendo en lugar de cerrarle la puerta en las narices con una sonrisilla maligna!

7. Una carretera llena de billetes… de Monopoly. Un pueblo no es un buen pueblo si no se ríe de los forasteros, por eso en la carretera de entrada a BecLand pondríamos un montón de billetes (pero cuando digo un montón es cientos de ellos) para que la gente se parase a cogerlo y cuando lo hiciese… ¡descubriese que son falsos! Pondremos a un par de señores mayores sentados junto al cartel de BecLand y les gritarán: «Tú no eres de aquí, ¿verdad?».

8. Un Gran Hermano en la plaza del pueblo. Los realities la están partiendo y no podemos ser ajenos. La plaza mayor de BecLand estaría llena de cámaras que, lejos de evitar robos, servirían solo para entretener a la población. El canal de televisión del pueblo solo emitiría, las 24 horas, lo que pasase en la plaza. También pondríamos una estantería llena de libros para que los gafapasta que critiquen la medida puedan culturizarse mientras la masa se embrutece.

9. Una casa abandonada. ¿Queréis que hagamos dinero? Muy bien, tendremos una casa abandonada y diremos que está encantada. Un montón de frikis vendrán a investigar las psicofonías (falsas) que haremos poniendo un walkman escondido en una esquina. Pondremos cerca un hostal para que esa gente que viene a ver los fantasmas y los monstruos de migas de pan se dejen los cuartos.

10. Un parque de atracciones copiado. China hizo un parque de atracciones de Disney falso que al final terminó abandonado. Por eso, y sin que nadie se entere, deberíamos montar un parque de atracciones divertido… falso, eso sí. A mí me gustaría que fuera de Phineas y Ferb, aunque lo tendríamos que llamar Fineas y Pherb (para disimular, claro). Ahora bien, como igual se nos va de presupuesto puede que tengamos que conformarnos con unos cuantos toboganes y un tipo disfrazado como los que deambulan por la Puerta del Sol. No me digáis que no estoy creando empleo.

PD: Bueno, así sería BecLand, un sitio para entrar a vivir. Pero y vuestro pueblo… ¿cómo sería?

Está huido de la justicia… pero actualiza su perfil de Facebook

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Sé que alguno estará un poco harto de que os hable de Facebook. No me culpéis a mí. La culpa de esto la tiene la actualidad friki, que últimamente está un poco aburrida. Publicaron hace unos días que Ucrania quería prohibir el misionero, pero yo no me lo creo. Leí (gracias a @melisatuya) que están intentando poner de moda los ataúdes de bacon, pero igual es un poco tétrico. Mi búsqueda de noticias que nos hagan olvidar todo este rollo (coñazo) de la crisis no está dando últimamente grandes frutos.

De modo que he optado por un clásico; en esta ocasión, protagonizado por un estadounidense de 26 años llamado Travis A. Nicolaysen, que ha saltado a la fama estos días porque está huido de la justicia… algo que no le impide actualizar su perfil de Facebook.

La vida del prófugo es muy dura, cualquiera que recuerde cómo lo pasaban los hermanos Dalton en Lucky Luke lo sabrá. Obviamente, la de Travis no es una excepción. El pobre quiso demostrar que una mala relación con la justicia no implica que tengas que abandonar a tus colegas y sacó tiempo durante su fuga para charlar con sus amigos en esta red social.

La prensa estadounidense recoge cómo uno de sus amigos le avisó de que la policía le perseguía, a lo que él respondió: «Me he fugado, gracias hermano». Luego participó en conversaciones con algunos de sus amigachos: unos le pedían que tuviese cuidado, otros que se entregara… pero el pobre está hecho un lío. Imaginaos cuál será su quilombo que en este tiempo aprovechó también para cambiar su estado civil a «soltero» (aunque lo más apropiado habría sido «Travis tiene una relación complicada con… LA JUSTICIA»).

Al muchacho lo buscaron intensamente incluso usando un perro que no logró dar con su pista, pero ahora los policías están más atentos a las pantallas que a las calles (¡os quejabais de los periodistas!) para ver si cazan a este sinvergüenza díscolo muchacho que está acusado de cinco cargos, entre ellos allanamiento de morada, agresión y robo de arma de fuego. Un cielo de criatura, vamos, el yerno ideal.

Mientras tanto, como ya sabéis que en Facebook, como en la vida, donde las dan las toman, han hecho una página donde piden ayuda ciudadana para que sea capturado. Él, por si acaso, ha puesto privado su perfil (bueno, casi todo, porque las fotos siguen siendo públicas) y ha dejado de actualizar. Me da que la decisión la ha tomado demasiado tarde.

PD: Yo también estoy por Twitter… por si alguien se quiere pasar a hacerme una visita.

¿Cuáles son los principales problemas del primer mundo?

Llevo un tiempo con ganas de traeros un vídeo que publicó hace unas semanas ScooterMagruder, un videoblogger de YouTube. Resumía, no sin cierta guasa, los 100 principales problemas que acucian al primer mundo. Digo que no sin cierta guasa porque de ese centenar de problemas diez son Justin Bieber (eso dice él), aunque del listado hay unos 50 que son bastante aprovechables.

No seré yo quien os amargue la existencia diciendo que cómo os preocupáis de esas chorradas si a nuestro alrededor todo es muerte y destrucción. No lo haré porque yo soy el primero que sufro cuando no encuentro las llaves del coche o cuando extravío mi bolígrafo del trabajo.

Sin embargo, que no os vaya a martirizar con un sermón no significa que no aproveche para recopilar todas esas chorradas que nos preocupan en un listado que nos sirva para sacar una sonrisa con el típico: «A mí también me pasa eso» y a la vez nos haga sentirnos un poco ridículos por darle vueltas a esos asuntos insulsos.

No os lío más. ¿Cuáles son los grandes problemas que afectan a este (teórico) primer mundo? Scooter nos da 100 en el vídeo, a continuación de las imágenes yo selecciono 50 de los que él propone. Sois libres de añadir y quitar los que os parezcan.

  1. No encontrar el mando a distancia
  2. ¡Se acabó el papel higiénico!
  3. No queda nada en la nevera
  4. Tu vecino ha puesto clave a su Wi Fi
  5. No queda leche suficiente para un vaso
  6. El agua caliente tarda en calentarse
  7. No tienes un cepillo de dientes eléctrico
  8. No te apetece comer sobras
  9. Ponen demasiados anuncios en la tele
  10. Te cortas afeitándote
  11. Te cambiaron al timeline de Facebook
  12. Tu jefe te ha pedido amistad en Facebook
  13. Tu madre te ha pedido amistad en Facebook
  14. Twitter está caído
  15. La gente te deja de seguir en Twitter
  16. Te meten en grupos de Whatsapp
  17. Has grabado el programa equivocado
  18. Obesidad infantil
  19. A la gente no le gusta tu foto de perfil
  20. No tienes cobertura
  21. Tienes que usar dos mandos a distancia (uno para el volumen y otro para los canales)
  22. El sonido de tu alarma es molesto
  23. Te dormiste sin dejar el móvil en silencio
  24. Olvidaste el móvil en casa
  25. Te cobran comisión por sacar con tarjeta
  26. No aceptan el pago con tarjeta
  27. Solo acepten el pago con tarjeta
  28. No ves desde el coche a cuánto está la gasolina
  29. No encontrar ningún semáforo en rojo para usar Twitter o Whatsapp
  30. Tu coche consume mucho
  31. ¡No hay aparcamiento!
  32. El ascensor está averiado
  33. Necesitas usar el baño y la persona que hay dentro tarda mucho
  34. Dejaste las luces del coche encendidas
  35. Olvidaste usar desodorante
  36. Compraste las pilas equivocadas
  37. Pediste comida a domicilio y se olvidaron de poner parte de tu pedido
  38. Olvidaste que el examen era mañana
  39. Acaba la liga… ¡queda mucho hasta la siguiente temporada!
  40. Tu ídolo se va a retirar
  41. Tu equipo pierde contra su rival directo
  42. La batería de tu portátil se ha acabado
  43. No te han regalado lo que querías para Navidad
  44. La autocorrección de tu móvil cuando mandas un mensaje
  45. Te perdiste la repetición
  46. No hay nada que te guste en la tele
  47. Se ha caído Internet
  48. Tienes un virus en el ordenador
  49. Los atascos
  50. Batería baja en el móvil

A mí me afectan un montón de ellos, pero me molesta especialmente la autocorrección del móvil, perder contra el Barça (últimamente se da muy a menudo), equivocarme al comprar las pilas y que pongan muchos anuncios por la tele.

PD: ¿Y a vosotros? ¿Cuáles son los que os quitan el sueño? Si nos sale una buena lista hacemos otro post, que no se diga.

Detenido después de que creyeran que mentía sobre su edad

¿Te enfadas cuando la gente te echa más años de los que tienes en realidad? No merece la pena, de verdad. Yo, que prácticamente soy imberbe, he vivido siempre lo contrario: siempre he sido el niño, el chaval, el Will Smith recién llegado a los Men in black. Por eso muchos te toman por el pito del sereno… por eso quizás aún sigo siendo el becario.

Parecer más joven de lo que se es puede terminar siendo un coñazo y si no que se lo digan a Jose Sanders, un estadounidense de 22 años que pasó dos días en el calabozo después de que intentara comprar cerveza y nadie creyera que fuera mayor de edad.

Jose tiene una extraña enfermedad que le hace tener apariencia de un adolescente pese a que ya es mayor de edad, por eso siempre lleva su carné de conducir en el bolsillo. No le sirvió de mucho en la tienda de Basleton (Georgia, EE UU) a la que entró a comprar cerveza, porque los dueños pensaron que la identificación era falsa y se negaron a vendérsela.

Evidentemente no le detuvieron porque creyeran que fuera menor y quisiera comprar cerveza. Lo que ocurrió fue que, harto de que siempre le pase lo mismo, se enfadó y discutió con los trabajadores intentando convencerles de su edad. No fue así, llamaron a la policía y le arrestaron por alteración del orden público.

No obstante, no está muy claro lo que ocurrió en el interior de la tienda después de que le negaran la cerveza. La prensa estadounidense recoge que, según la Policía, el joven se enfadó y empezó a echar maldiciones a diestro y siniestro. El muchacho lo niega y asegura que lo único que hizo fue decir (gritando, eso sí) que podían llamar a las autoridades, porque su única intención era comprar la cerveza.

Jose no quiso hablar de su problema a los trabajadores y en cierto modo es comprensible. Primero, porque tiene que estar harto de contar la historia y segundo… ¿si no le creen con un carné en la mano se van a tragar que tiene un extraño problema que le hace parecer más joven de lo que es? Lo dudo.

PD: El 10 de abril irá a juicio, pero de momento tiene que pagar algo más de 211 euros de multa. Vivir para ver.

Despedida por no dar su contraseña de Facebook al jefe

Muchos de vosotros teméis que algún día vuestros padres se hagan Facebook y os pidan amistad; los habrá también que tiemblen ante el simple pensamiento de tener a su jefe como amigo en esta red social, pero aún hay un paso más allá: ¿qué pasaría si un día llegas al trabajo y tu jefe te llama a su despacho para decirte: «Martínez, para esta tarde quiero acabado ese informe y las contraseñas de su Facebook encima de mi mesa»?

Algo así es lo que le ha ocurrido a Kimberly Hester, profesora de 27 años en un colegio público del condado de Cassapolis, en Michigan (EE UU) que ha sido despedida por no querer entregar sus claves de Facebook.

Todo empezó cuando Kimberly subió a su muro la foto de una compañera suya con la ropa interior bajada. Antes de que desesperéis, me explico: ella tenía permiso y la foto estaba tomada desde arriba, de modo que lo único que se veía eran unas bragas bajadas, los pantalones y las zapatillas.

La foto llegó a las manos de Kimberly hace un año, en abril de 2011. Una compañera graciosa le envió una imagen suya con los pantalones a la altura de los tobillos con el mensaje «pensando en ti», al parecer en tono humorístico.

«No podía parar de reír y le pedí permiso para subirlo a Facebook», dice la muchacha a la prensa estadounidense. El permiso le fue concedido; dado que todo esto pasó fuera de las horas de trabajo, no vio inconveniente para no hacerlo.

Craso error. El padre de uno de los alumnos, que tenía a Kimberly como amiga en la red social, vio la imagen y llamó al superintendente (ni a Chalmers ni al de Mortadelo y Filemón) Robert Colby. Poco después, Colby llamó a la profesora a su oficina y le pidió que le mostrara la foto.

Ella se negó y él insistió: quería ver la foto «aquí y ahora», como se suele decir. Dado que no entró a su Facebook ni entregó sus claves al superintendente, la profesora fue suspendida y, posteriormente, obligada a dimitir.

Los jefes de Kimberly consideraron que subir esa foto constituía mala conducta, lo que a mí me causa varias dudas (como siempre): primero, ¿cómo despedían antes a la gente, cuando no había Facebook? Segundo, ¿por qué la gente acepta en Facebook a personas con las que no habla en la vida real? Y tercero… ¿cómo es posible que haya escrito ocho párrafos para contar esto?

PD: El único rincón tranquilo que queda en Facebook es la comunidad becaria. Cada día lo tengo más claro.

Una foto graciosa que me ha buscado un problema

Muchos me decís a diario que esto del blog se me está subiendo a la cabeza, que jamás un becario fue tan contestón, que hasta Trolly tiene más gracia que yo… os entiendo, os respeto, puede que tengáis razón… pero yo no me rindo. Y como no me rindo intento colar mis temas, mis comentarios y mis fotos donde sea. Tengo espíritu de troll y de spammer, qué le vamos a hacer.

Quizás hayáis visto la última que he formado, que me ha costado una bronca y un mes de suspensión de comentarios y bocadillos. Por si acaso no lo habéis hecho, como yo soy un tipo orgulloso de sus hazañas, os la cuento.

Estaba escribiendo una noticia sobre Google Maps, que tendrá un servicio de actualización de información de tráfico en tiempo real. Lo tenía todo listo para publicar y llegó el momento crucial para mí: tocaba escoger la foto. «¿Qué pongo, qué pongo?»… de repente un haz de luz iluminó la estancia y me vino a la cabeza un post que hice en 2011 sobre Google Maps, cuando unos estudiantes dibujaron un pene en el césped. Me pareció la foto ideal: había coches, era de Google Maps e incluía un guiño que nos permitiría echar unas risas. Total, que me desmelené y el resultado lo podéis ver a la derecha.

Un pene dibujado en el césped de un colegio. Una broma de lo más infantil, pero que a mí me sigue haciendo gracia. Yo soy de los de «culo, caca, pedo, pis»… demonios, ¡si hasta me hacen gracia los capítulos de Aída!

Pues bien, eso que a mí me había parecido desternillante, a mis jefes no les hizo gracia. Bueno, ni a mis jefes, ni a los comentaristas ni a los tuiteros, que volcaron sus iras sobre mí. Vale, igual se me fue de las manos, lo sé… pero es que cuando me vengo arriba no hay quien me pare. Además, ¿creéis que un logo de Google mejora mi obra de arte? No, hombre no… ¡¡estamos perdiendo el sentido del humor!!

El porqué de mi ocurrencia

Sé que no es excusa, pero entendedme, cuando Arenas ganó las elecciones andaluzas (sin mayoría absoluta) vi tres portadas en ABC: una de fracaso absoluto, otra de mayoría insuficiente y otra de mayoría absoluta… y eso confunde. Entonces vi que el diario AS publicaba que Lass era baja por «embarazo psicológico» y Carvalho por «vejez» y lo entendí todo. De vez en cuando los medios hacemos chascarrillos y a mí el cuerpo me pedía ya una chanza. Total, que entre eso y que soy el Drenthe del periodismo… pasó lo que pasó. Lo entendí mal, me temo.

PD: Al menos os sacaría una sonrisilla, ¿no?

El rescate desesperado de un perro… de peluche

La vida ya no es lo que era. Hace años el videojuego Emilio Butragueño de Amstrad nos parecía de lo más realista (y no lo era), tener un Tamagotchi era lo último en mascotas virtuales (ridículo comparado con los perretes esos que atienden tus órdenes dentro de la consola) y las gafas ésas con un cristal (de plástico) verde y otro rojo nos hacían sentirnos dentro de un universo paralelo en 3D.

Desgraciadamente hemos ido evolucionando los sistemas hacia un realismo de verdad, capaz de hacerte dudar de si lo que estás viendo es cierto o no… y claro, al final vamos a tener que crear una división en la Policía que se ocupe de rescatar a peluches en apuros. ¿Recordáis el agónico rescate de la gata embarazada que resultó ser un juguete? Pues esta vez ha pasado algo parecido, pero con un perro.

Hace unos días el señor británico Gordon Williams, de 80 años, dejó aparcado su Mercedes y se fue a hacer unos recados. Dentro quedó su peluche Little Willy, uno de esos perros de juguete que simulan la respiración de los perros de verdad. Fijaos si da el pego que un transeúnte que pasaba por allí vio al cachorro en el asiento trasero del coche y debió pensar: «Rayos, truenos, retruécanos y repámpanos… ¡¡que se asfixia el perrete!!».

El viandante llamó a la Policía de Nottinghamshire (Reino Unido), localidad en la que sucedieron los hechos, para alertar de esta emergencia. Pensaréis que el tipo era un pobre diablo despistado que no distinguiría un capítulo de Padre de familia (Family Guy) de uno de Padre made in USA (American Dad). Puede ser, pero en ese caso los pobres diablos son también los policías, que llegaron al coche y reventaron la ventanilla, según publica la BBC.

Una vez liada la zapatiesta (para que luego digáis que con el becario no se aprenden palabras nuevas), se dieron cuenta de que estaban rescatando un perro de peluche. No quiero ni imaginar cuál sería la cara de los pobres agentes, mirándose el uno al otro y diciendo «madre mía la que hemos liado». Ahora están discutiendo qué compensación le dan al pobre Gordon por destrozarle una ventana.

Esto en España no sucedería. Primero porque si pasa alguien junto a un Mercedes en lo último que piensa es en si hay un perro dentro, segundo porque si lo ve y llama a la Policía igual les pilla en la hora del almuerzo y tercero porque si al final van los agentes y revientan la ventana en lo último que piensan es en compensar al hombre. Nace ahí la reacción natural del cerebro español que degenera en:

1. Estaba así cuando llegué

2. La culpa es suya, por tener un peluche tan realista

3. Si tiene un Mercedes, puede pagárselo

Tampoco creo que en España el dueño del vehículo reaccionara como lo ha hecho Gordon, para quien las autoridades actuaron correctamente. «Little Willy (la mascota en cuestión) es muy realista y si no estaban seguros, hicieron bien porque no queremos que mueran más perros en los coches por culpa del calor». Vivir para ver.

PD: «Supongo que se sentirían idiotas», dijo Gordon. No le falta razón.