Entradas etiquetadas como ‘peluche’

El emotivo regalo de cumpleaños que ha emocionado a miles de personas: un osito con la voz grabada de su difunta esposa

Una usuaria de TikTok compartió el momento en que un familiar suyo abrió un regalo sorpresa del que seguro que no se va a separar.

El emotivo momento ha provocado cientos de cometarios y reacciones emotivas en los miles de usuarios que lo han visto. No es para menos. Bueno, es que soy muy sensible y de lágrima fácil. Lee el resto de la entrada »

Denuncia que la mariposa de juguete de su hija tiene una forma sospechosa

Un padre se quedó anonadado, atónito, estupefacto, patidifuso después de darse cuenta de que el nuevo juguete para morder de su bebé tenía una forma ¡¡¡rara, rara, rara!!!, como decía el doctor Iglesias Puga.

Dean Flight, de 31 años y residente en Kent (Reino Unido), no lo pensó dos veces antes de darle a su hija Harleigh, de seis meses, una preciosa mariposa para jugar. Cuando ella la puso boca abajo y comenzó a morderla se dio cuenta del «horror»: la niña estaba manipulando algo muy parecido a «un gran pene rosa». ¿Lo qué? Un dildo, así, de improviso, sin paños calientes. o-O Lee el resto de la entrada »

El rescate desesperado de un perro… de peluche

La vida ya no es lo que era. Hace años el videojuego Emilio Butragueño de Amstrad nos parecía de lo más realista (y no lo era), tener un Tamagotchi era lo último en mascotas virtuales (ridículo comparado con los perretes esos que atienden tus órdenes dentro de la consola) y las gafas ésas con un cristal (de plástico) verde y otro rojo nos hacían sentirnos dentro de un universo paralelo en 3D.

Desgraciadamente hemos ido evolucionando los sistemas hacia un realismo de verdad, capaz de hacerte dudar de si lo que estás viendo es cierto o no… y claro, al final vamos a tener que crear una división en la Policía que se ocupe de rescatar a peluches en apuros. ¿Recordáis el agónico rescate de la gata embarazada que resultó ser un juguete? Pues esta vez ha pasado algo parecido, pero con un perro.

Hace unos días el señor británico Gordon Williams, de 80 años, dejó aparcado su Mercedes y se fue a hacer unos recados. Dentro quedó su peluche Little Willy, uno de esos perros de juguete que simulan la respiración de los perros de verdad. Fijaos si da el pego que un transeúnte que pasaba por allí vio al cachorro en el asiento trasero del coche y debió pensar: «Rayos, truenos, retruécanos y repámpanos… ¡¡que se asfixia el perrete!!».

El viandante llamó a la Policía de Nottinghamshire (Reino Unido), localidad en la que sucedieron los hechos, para alertar de esta emergencia. Pensaréis que el tipo era un pobre diablo despistado que no distinguiría un capítulo de Padre de familia (Family Guy) de uno de Padre made in USA (American Dad). Puede ser, pero en ese caso los pobres diablos son también los policías, que llegaron al coche y reventaron la ventanilla, según publica la BBC.

Una vez liada la zapatiesta (para que luego digáis que con el becario no se aprenden palabras nuevas), se dieron cuenta de que estaban rescatando un perro de peluche. No quiero ni imaginar cuál sería la cara de los pobres agentes, mirándose el uno al otro y diciendo «madre mía la que hemos liado». Ahora están discutiendo qué compensación le dan al pobre Gordon por destrozarle una ventana.

Esto en España no sucedería. Primero porque si pasa alguien junto a un Mercedes en lo último que piensa es en si hay un perro dentro, segundo porque si lo ve y llama a la Policía igual les pilla en la hora del almuerzo y tercero porque si al final van los agentes y revientan la ventana en lo último que piensan es en compensar al hombre. Nace ahí la reacción natural del cerebro español que degenera en:

1. Estaba así cuando llegué

2. La culpa es suya, por tener un peluche tan realista

3. Si tiene un Mercedes, puede pagárselo

Tampoco creo que en España el dueño del vehículo reaccionara como lo ha hecho Gordon, para quien las autoridades actuaron correctamente. «Little Willy (la mascota en cuestión) es muy realista y si no estaban seguros, hicieron bien porque no queremos que mueran más perros en los coches por culpa del calor». Vivir para ver.

PD: «Supongo que se sentirían idiotas», dijo Gordon. No le falta razón.