La historia de un embarazo o cómo la espera de un bebé pone a prueba una relación de pareja

Un ratico más

Es una noche cualquiera. Estoy sentada delante del ordenador, la pantalla en blanco. Una patada en mi barriga me sacude. Interpreto que me dice “ponte las pilas. Estoy cansado de estar aquí sentados. Tú sabes que tendríamos que estar en el suelo, encima de la manta, haciendo ejercicios de respiración para cuando decida salir».

Levanto la persiana. Y no veo nada. Noche cerrada. Estoy embarazada por primera vez en mi vida. Otras mujeres lo han estado antes y otras lo estarán después. Pero éste es mi presente. Lo demás no importa. Dicen que es normal tener ganas de ver a tu hijo. Yo aún no; quiero alargar este momento. Siempre me han gustado los viajes.

Si fumase -que no es el caso y tampoco quedaría bien- encendería ahora un cigarrillo, continuaría mirando por la ventana entreabierta y dejaría volar mi mente. Pensaría en mi vida, en lo que dejo atrás, en lo que me espera por delante. Pensaría en las personas muy queridas que no tendrán la oportunidad de conocer a mi hijo. Me entristecería comprobar que una parte de mi mundo no formará parte del suyo.

Pero no me dejo llevar por este ataque de melancolía. Miro mi álbum de fotos familiar y lo abrazo. Cierro la ventana y deseo con todas mis fuerzas que todo continúe igual, por favor, un ratico más.

6 comentarios

  1. Dice ser mamitaloli

    Te entiendo perfectamente.Yo tuve un embarazo horrible. Me lleve casi seis meses manchando y haciendo reposo. Tuve diabetes gestacional teniendome hasta que ponerme insulina. Mis suegros vinieron a visitarnos desde Cuba y se llevaron cinco meses en casa viviendo, una casa de 40 m2 donde me tocaba a mi hacer todo. Mi marido me ignoro casi por completo durante los nueve meses, como estaban sus padres yo no existia. Menos mal y gracias a Dios tengo una madre que no me la merezco y toda mi familia y mis amigas me cuidaron como nunca. Y nacio Oscar. Y ya tiene 18 meses y tan lento como se pasan los nueve meses es lo rapido que se pasa cada dia cuando nacen. Con todo y con eso echo mucho de menos esos momentos, de noche yo relajada y SOLA en mi cuarto tumbada con miles de cojines y haciendo las respiracionesy hablando con mi niño y cantandole y diciendole desde el primer dia cuando me dijeron que tenia una amenaza de aborto «…sujetate cariño, agárrate fuerte, que mama te espera y te quiere mucho, mucho…» y cuando ya se movía buscando mi mano en la barriga…. En fin hija que vaya charla te he echado ¿no? Resumiendo, disfruta de estos momentos.

    24 abril 2008 | 10:57

  2. Dice ser éa

    Es lo que tiene el embarazo, que nos pone de un ñoño…

    24 abril 2008 | 10:59

  3. Dice ser Lila

    No sé de cuánto estás, pero cuando estés de 37 semanas como estoy yo, por más que te guste la sensación del bebé moviéndose dentro y todo lo demás, sobretodo tendrás ganas de que salga. Por supuesto porque te mueres de ganas de verle, acariciarle y besuquearle, pero también porque si tienes un poco de mala suerte como nosotros hará 2 años que empezamos la búsqueda o más, y en cuanto a tu estado físico pues el dolor de espalda, de ciática, de cadera, las piernas hinchadas, la acidez de estómago, los calambres… empiezan a hacer mella en tu ánimo y necesitas recuperar tu cuerpo ya!El embarazo es una época maravillosa, pero también puede ser duro y se hace largo, y de hecho algunas de mis amigas se plantan en dos hijos no por dinero sino porque se niegan a pasar por otro embarazo (son las que han tenido que hacer reposo o han tenido diabetes gestacional, o las dos cosas).

    24 abril 2008 | 11:51

  4. Dice ser Q.

    Pues porque no la habéis visto, pero la sra. Yotambientequiero está guapa como nunca. Este embarazo les sienta de maravilla. Digo, NOS sienta.

    24 abril 2008 | 19:53

  5. Dice ser Lokilla

    Jue… yo quiero un Q en mi vida.. eres mas apañao que las pesetas!!! Enhorabuena a la Mami y al «bichito» por un Papi tan apañao

    24 abril 2008 | 22:37

  6. Dice ser Lola

    Hola,Mi embarazo transcurrió bastante bien, con excepción de los tres primeros meses en que tuve náuseas matinales, que de algún modo tuvieron su lado bueno porque mi marido me llevaba el desayuno a la cama. Tuve momentos de miedo por lo que se me venía encima, mi madre estaba en Cuba y no la dejaban salir, fue lo que peor llevé. Pero la alegría que te da cuando ves a tu bebé por primera vez es lo más grande del mundo. Han pasado muchos años, pero ese momento de «conocernos personalmente» es algo que vivirá en mi corazón hasta el fin de mis días.Verás como todo saldrá bien, y te darás cuenta que con los hijos el tiempo pasa más deprisa de lo que hubiésemos deseado.Un saludo,

    25 abril 2008 | 9:36

Los comentarios están cerrados.