La historia de un embarazo o cómo la espera de un bebé pone a prueba una relación de pareja

Me llamo ESP

Para mi ayuntamiento yo soy ESP. Así, con esas tres iniciales, es como consto en los impresos de los impuestos municipales que pago religiosamente cada año. Descubrí mi apodo por casualidad. Fui a la oficina de recaudación para liquidar la tasa de basuras con tan mala fortuna que me había dejado olvidado el aviso oficial en casa.

La chica que me atiende me dice que no pasa nada, que con el nombre y el DNI es suficiente. Me identifico pero en el ordenador no aparezco. Me pide ni dirección, y lo mismo. Sin rastro. Con sarcasmo le digo a la funcionaria: “si no consto, quiere decir que no tengo casa y, por lo tanto, tampoco no tengo ninguna obligación de pagar, ¿no?”.

La funcionaria me mira y me dice, como habiendo descubierto de un sopetón el enigma: “Ya sé lo que ha pasado. ¿Estás casada? ¿Vives con alguien? Dime su nombre”. Se lo suelto y, como por arte de magia, me canta la cantidad exacta de euros que debo. ¿Cómo puede ser que nos tengan tan controlados para algunas cosas y tan poco para otras?. No hay respuesta.

La chica me cuenta que podría haber sido peor, «en lugar de ESP podías aparecer como OTROS”. (Suerte que no aparezco como LA OTRA, pienso para mis adentros).

¿Qué es mejor, ser ESP o ser OTROS? Ninguno de los dos nombres me complace. Yo me llamo Anna, como el protagonista de la famosa sitcom que proclama “Me llamo Earl”. Camino recordando la serie. Earl decide limpiar su karma e intentar subsanar todos los errores que cometió en el pasado, y lo hace mostrando una visión irónica y divertida sobre la vida y sus convencionalismos. ¡Como anillo al dedo!

1 comentario

  1. Dice ser journal

    Pues tienes razón, señora yotambientequiero: tanto beneficio que aporta la informática en ésta nuestra sociedad, y en cambio su existencia se limita, para la Administración, en ser un añadido (el «Y ESP» correspondiente) del señor Q. Esto la convierte a usted en ser el 50% de un contribuyente, pero un 50% que no cuenta con nombre ni DNI/NIF propios.Y eso, como dice usted, porque ha firmado un papel en el que queda reflejado que usted y el señor Q tienen un contrato matrimonial, que si llegan a ser sólo pareja de hecho usted queda convertida en «Y OTROS»…Soy hombre, pero reconozco que esto también es lenguaje machista, igual como lo es (seguro) la escritura de su vivienda, su contrato de hipoteca o su libro de familia…

    11 enero 2008 | 18:42

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