Deadpool (2016) Imágen de awardscircuit.com
Hazte el duro o la dura, sí. Pon cara de que no va contigo. Pero sabemos que ahí dentro late un corazón romántico y ardoroso.
Tus ojos no mienten. Eres de los que están locos por encender el fuego en una chimenea y notar ese calor tan auténtico y primitivo.
Pero los corazones indomables como el tuyo tienen un problema: cierta tendencia a salir churrascados de tanto en tanto.
Por eso, nos hemos sentado con Ryan Gosling para elaborar una guía perfecta para el uso de amor y chimeneas, apta para todos los niveles de experiencia.
Atiende, patata loca:
Frozen (2013) Imagen de rainbowblooded
Cómo calentar tu inflamable corazón sin riesgo de incendio
Las chimeneas son el epítome del romanticismo, de la capacidad de supervivencia del ser humano, del Mundo de las Ideas de Platón. Las chimeneas molan todo, y por eso no hay nadie en la faz de este planeta que no caiga cautivado ante la visión y el crepitar de sus llamas.
Por eso, y para todos los advenedizos que estén disfrutando por primera vez de una chimenea en su nuevo hogar, en el de sus padres, en una casa de alquiler… aquí van algunas lecciones que debes marcar a fuego de por vida si quieres manejarlo con la habilidad de un jefe indio:
Up (2009) Imagen de pinimg.com
1. El hollín es a tu chimenea lo que la rutina a tu relación
Al quemar elementos en cualquier recipiente se acumula hollín. El hollín es tu gran enemigo. El mío. De la Naturaleza. De la salud. Y hasta de tu bolsillo.
El hollín es una sustancia negra, fina y grasienta, que forma el humo y que se adhiere a las superficies que este toca. Fue la primera sustancia identificada como causante de cáncer, allá por 1775. Acelera el calentamiento global.
Se acumula en forma de burbujas que se vuelven sólidas, formando una materia altamente inflamable en el interior de tu chimenea, que requiere –esto no es negociable- una revisión y limpieza periódicas.
¿Más razones para odiar el hollín? Acumularlo te sale por un ojo de la cara: por cada milímetro depositado, el consumo de leña aumenta entre un 6% y un 9%.
Cuando acumules un centímetro de hollín en tu chimenea, estarás gastando entre un 30% y un 45% más de leña para conseguir el mismo calor. Haz revisar tu chimenea al menos una vez al año y ahorra dinero y disgustos.
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2. Evita los pecados de juventud: usa solo leña seca.
En cuestión de leña, la experiencia es mucho más de un grado. La humedad de la leña verde contribuye a la creación de hollín. Para secarla, almacénala al menos durante 6 meses en un lugar seco. En su lugar, emplea briquetas.
Vértigo (1958) Imagen de thefilmspectrum.com
3. Nada de mentiras.
No hagas arder basura.
De pequeños, todos hemos arrojado papeles al fuego, pensando que se trataba de un combustible ideal.
Sé sincero con tu chimenea: dale solo buena leña. El resto –cartones, periódicos, envoltorios…- solo generarán falsas expectativas de calor que te serán devueltas de la peor manera: con más partículas contaminantes y peligrosas en suspensión en el aire.
Django desencadenado (2012) Imagen de 2.bp.blogspot.com
4. Mantén vivo el fuego.
Los fuegos vivos generan un humo más rápido, que asciende a mayor velocidad por la chimenea y genera menos hollín.
El diario de Noah (2004) Imagen de wpengine.netdna-cdn.com
5. Una buena comunicación es fundamental. Asegura una circulación del aire óptima
Cualquier problema se multiplica si no se comparte. Asegúrate de que entre tu chimenea y tú no existen obstrucciones de ningún tipo –¡revisión, revisión, revisión!- tanto para garantizar una calidad del aire perfecta, como para reducir la formación de hollín (¿te hemos dicho ya que el hollín es malo?).
Harry Potter y la Orden del Fénix (2007) Imagen de i.stack.imgur.com
6. Donde hubo fuego, quedan brasas.
Y cenizas. Y ojo, que queman.
Tú sabes mejor que nadie que hay ex capaces de arruinarte la vida. Una ceniza mal gestionada es igual de peligrosa: parece apagada, pero en demasiadas ocasiones se ha producido un incendio debido a tratarlas de forma incorrecta.
Tus ex y las cenizas pueden encender fuegos fácilmente durante un tiempo. Manéjalas con mucha precaución y con todo el respeto del mundo. Introdúcelas en un recipiente metálico, humedecidas, y cúbrelas con una tapa metálica. Esto último, preferiblemente, solo con las cenizas.
¿Te han resultado de utilidad estos consejos? ¿Has tenido alguno de estos problemas en tu vida sentimental con chimeneas de por medio? ¿Cuál es tu truco para encender el fuego de forma natural y sin forzar las cosas?
Comparte tu sabiduría escribiendo un comentario aquí debajo 🔥;)
Interesantes consejos, las metáforas un poco rebuscadas, pero lo importante es el mensaje y poner todo lo que esté en nuestras manos para cuidar nuestro planeta.
07 marzo 2016 | 16:21
Muy buena lista! Con una chimenea electrica crees que se conseguiria el mismo efecto de peli + calor? Yo creo que si! Además hay chimeneas electricas que simulan muy bien el fuego, y sin humos ni suciedad. Un saludo!
13 julio 2016 | 8:57