Yo era una quinceañera cuando se estrenó La princesa prometida. Mis padres iban a llevar a mi hermana pequeña a verla y me obligaron a ir con ellos. Yo, como toda adolescente, renegaba de todo aquello que pudiera ser infantil, y aquello me parecía un cuento para niños. ¡Ay, inocente! Salí del cine entre nubecitas. No solo me había encontrado con un peliculón, sino que me había enamorado. Sí, de él: Cary Elwes.
Aquella película me gustó tanto que incluso me compré el libro, una verdadera joya del guionista William Goldman (Marathon Man, Dos hombres y un destino). La historia está llena de grandísimos personajes y frases lapidarias.
Hoy en día Iñigo Montoya me resulta mucho más atractivo que el personaje edulcorado de Cary Elwes, pero claro, entonces tenía 15 años ¿y quién se podría resistir a una carita así con las hormonas hasta las cejas?
Después de La princesa prometida le redescubrí en otra película anterior que exacerbó aún más mis anhelos: Lady Jane (1986).
Era una película histórica que entonces me pareció maravillosa, con Helena Bonham Carter en el papel de la rebelde muchacha de 16 años que duró la friolera de 9 días en el trono de Inglaterra.
Después Cary Elwes hizo Tiempos de gloria (1989), un aceptable papel ensombrecido por los talentos de Mathew Broderick, Denzel Washington y Morgan Freeman.
A partir de entonces empezó a recibir papeles infames: rival de Tom Cruise en Días de trueno, rival de Charlie Sheen en Hot Shots!, una triste parodia de Errol Flynn en Las locas, locas aventuras de Robin Hood, el novio odioso de la protagonista en Twister y así ha seguido desde entonces, con papeles secundarios en numerosas películas, incluyendo las cintas de terror Saw y Saw VII 3D.
Únicamente salvaría de la quema su papel como Lord Arthur Holmwood en Drácula de Bram Stoker. Y poco más.
Lamentablemente su carrera profesional ha pasado sin pena ni gloria por las carteleras, y eso que empezó con muy buen pie, interpretando a un joven estudiante homosexual en la rígida Inglaterra en Otro país (1984), junto a Rupert Everett y Colin Firth.
Otro de sus trabajos más desconocidos ha sido su doblaje en el clásico de Miyazaki Porco Rosso, donde prestaba su voz a Curtis.
En televisión no ha tenido mejor suerte: contó con un papel más o menos recurrente en Expediente X y encarnó a un joven Karol Wojtyla en la miniserie sobre el papa Juan Pablo II. Más recientemente pudimos verle en Psych, The Art of More y también ha trabajado como doblador en Padre de familia en sus dos últimas temporadas.
Pero la suerte le sonríe y su vida está a punto de dar un giro. Ahora vuelve al cine, de manos de ¡Fernando Trueba!!
El actor, que cuenta ya con 53 primaveras, se ha unido a la larga lista de talentos de La reina de España, la esperada secuela de La niña de tus ojos que se estrenará en noviembre.
En esta gran producción Cary Elwes dará vida al galán de cine pero las sorpresas no acaban ahí. Trueba también ha fichado a Mandy Patinkin, más conocido como Saul Berenson en Homeland y… ¿lo adivináis?
¡Es el mismísimo Iñigo Montoya!
Casi 30 años después de La princesa prometida el tierno Westley se volverá a coincidir con el afamado espadachín español en busca de venganza. En la película de Trueba, Patinkin encarnará a un guionista.
¿No son maravillosas las vueltas del destino? El círculo se completa, como diría Darth Vader…
Y me muero por ver ese reencuentro.
Me encantaría conocer a Cary Elwes en la vida real. Ha luchado de forma muy activa por el medio ambiente y los derechos de los nativos americanos. Está casado desde hace 16 años con la fotógrafa de cine Lisa Marie Kurbikoff y ambos tienen una hija de nueve años, Dominique.
Pertenece a una familia de católicos y él también mantiene esa fe. Además es un experto jinete, un excelente conocedor de la historia, la filosofía y el expresionismo alemán. Ojalá que se deje caer por España un ratito. Seguro que es un tipo interesante.
- En el festival de Cine de Toronto, en septiembre de 2015. (gtres)
- En una premiere en Los Ángeles, en 2014. (GTRES)
Como desees….
Me pasó como a ti, me enamoré de él hasta las trancas, soñé con ser Buttercup mil veces….
28 septiembre 2016 | 3:42 pm
Yo también me enamoré de él, para mí era el más guapo hasta que apareció Brad Pitt…qué tierna nuestra infancia
28 septiembre 2016 | 7:19 pm
Habéis olvidado mencionar el que a mi juicio fue un buen filme, llamado the crush, con una jovencísima Alicia Silverstone, que las ejercía de una adolescente psicópata, al estilo atracción fatal juvenil.
29 septiembre 2016 | 1:08 am