Billy el Niño es uno de esos personajes sobrevalorados por la historia y por el cine, donde la prensa de la época dio mucho eco a sus andanzas ya que era una forma fácil de aumentar la venta de periódicos. Me ha sorprendido para bien esta nueva entrega de la leyenda de «Billy the Kid».
El furor por este personaje para la industria cinematográfica norteamericana comenzó en 1911 con su primera aparición en pantalla, pero llegó hasta tal punto que entre el año 1940 y 1943 se realizaron más de ¡20 trabajos! que versaban directa o indirectamente del famoso forajido.
Old Henry (Potsy Ponciroli, 2021) nos acerca a un nuevo enfoque sobre el final del que fue uno de los hombres más buscados del viejo oeste y que pone en duda la versión oficial de su asesinato por parte de Pat Garrett, el sheriff del condado de Lincoln.
En esta versión se asegura que no murió a manos de Garrett en julio de 1881 sino que logró escapar y vivió de forma pacífica como granjero en un rancho aislado. Pero claro todo es demasiado idílico para una película donde un granjero vive con su hijo adolescente (que desconoce el pasado de su padre y con el que no congenia demasiado). De repente recibe la visita inesperada de un caballo. Su dueño malherido es acogido por el viejo Henry pero junto a sus heridas llega con una ingente cantidad de dinero. Tras él aparecen bandidos que vienen en su búsqueda. Como no podía ser de otra forma, Henry debe convertirse de nuevo en el pistolero que fue para defender a su hijo.
Tim Blake Nelson es quien interpreta al «Billy madurito» al que hace referencia la leyenda, resguardado tras un bigote que no puede ocultar las señales de su pasado, como algunas cicatrices. Junto a él vive su hijo Wyatt, interpretado por Gavi Lewis y que es el personaje más flojo. La historia acontece en 1906, unos 25 años después de su (supuesto) asesinato.
Curry (Scott Haze) es el moribundo que llega a la granja y dice ser sheriff, pese a que los que le persiguen, una banda con Ketchum (Stephen Dorff) a la cabeza, son lo que lucen en sus chaquetas las estrellas que simbolizan la Ley. Henry se ve en una complicada encrucijada y duda de unos y otros. Al final, como era de esperar, Billy no tiene más remedio que sacar su viejo revólver que ya parecía tener olvidado.
La película está disponible por suscripción tanto en Prime Video como en Filmin y ha recibido muy buena crítica por parte de los espectadores (6,7 en Filmaffinity y 7,3 en IMDb). Se presentó en el Festival de Venecia de 2021 y fue premiada por la Asociación de Críticos norteamericanos como una de las 10 mejores películas independientes del año.
William Henry Boney
Nacido en 1859 y de ascendencia irlandesa, fue un forajido de la justicia que le hacía responsable de al menos 21 muertes, aunque es probable que realmente fueran muchas menos, ya que la mayoría fueron en tiroteos múltiples donde no es sencillo averiguar el origen de una bala. Sus andanzas delictivas comenzaron a temprana edad y con apenas 14 años comenzó con robos de pequeña escala y constantes entradas a la cárcel (y fugas).
Participó en la Guerra del condado de Lincoln, entre 1878 y 1881, formando parte de los partidarios de John Tunstall, un poderosos ganadero inglés al que Billy consideraba casi como un padre. Pero William J. Brady, el Sheriff del condado de Lincoln (Nuevo México), mató a Tunstall y Billy se tomó la justicia por su cuenta, disparando y matando tanto al sheriff como a su ayudante.
No le afectó la amnistía general que ofrecieron las autoridades tras el final de la guerra debido a que tenía otros delitos pendientes. Pat Garret fue nombrado nuevo sheriff del condado y logró capturarle y llevarlo a juicio, pero de nuevo logró escapar. Al final, Garret logró averiguar que se escondía en Fort Sumner, le sorprendió y mató de un disparo durante la noche. Era un 14 de julio de 1881 y solo tenía 21 años. Era el comienzo de la leyenda y quien sabe si finalmente pudo escapar…
¿Te ha gustado el artículo? Quizá te interese algunos relacionados: