«Ese chico siempre tiene que jugar», es lo que decían todos los aficionados de la Albericia, cuando veían jugar a Sergio Canales, al que ya se ha bautizado como el nuevo Julen Guerrero y por el que pugnan el Barça, el Madrid, el Sevilla y el Atlético, por ahora, después de haber marcado cuatro goles en dos partidos, con mención especial para los dos que le metió al Sevilla (1-2).

Durante todo el fin de semana, se rumoreó que los hispalenses ya lo tenían atado, pero no hay nada confirmado. El delantero de 18 años, internacional en todas las categorías, es una pieza muy apetecible: acaba contrato el 30 de junio y desde este enero puede comprometerse con cualquier equipo de cara al futuro.

Y podrían entrar en la puja dos equipos ingleses: el Arsenal, cuyo entrenador, Wenger, es amante de los jóvenes valores. Y el Chelsea, del que Canales rechazó una oferta en pretemporada, cuando preguntaron también el Madrid y el Barça, porque creía que lo mejor era seguir en su equipo de toda la vida.

Así piensan también sus padres, quienes preferirían que se quedara un poco más en el Racing para no correr el riesgo de quemarse tan pronto. Posiblemente, sólo ellos puedan conseguir retenerlo, más teniendo en cuenta que su representante es su padre, Ángel Canales.

«No soy del Madrid ni del Barça», Sergio Canales

Además, si Sergio no renueva y se marcha al acabar la temporada, el equipo cántabro no ingresaría un euro. El 50% de los derechos sobre un posible traspaso los comparte el Racing con el Deportivo (cláusula que logró el equipo gallego en el regreso de Munitis a Santander y el traspaso de Aouate a Riazor).

Seguro que Canales, que ha ido siempre al colegio de los agustinos, justo al lado del estadio de El Sardinero, no quiere dejar en la estacada a su afición,… pero ¡PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO!, y más, cuando Pernía y su directiva se han acordado ahora de que tenían que renovar a una de sus más firmes promesas. Quizá demasiado tarde.