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"Ya no se hacen películas como las de ahora"

Doce años de rodaje para descifrar toda la infancia de un niño

A veces los astros se alinean y, de entre la cotidianidad, surge lo extraordinario. Dicen que eso acaba de ocurrir en el festival de Sundance, donde uno de esos directores de los que siempre cabe esperar algo, Richard Linklater, ha presentado Boyhood (Infancia). No es una simple película sino algo parecido a un experimento, donde ha seguido durante doce años a un joven actor, Ellar Coltrane, para narrar la historia de un chaval de los seis a los 18 años.

Fotograma de 'Boyhood', de Richard Linklater

Fotograma de ‘Boyhood’, de Richard Linklater

Nada en la vida de Mason es muy distinto a lo que cualquiera de nosotros haya vivido. Es testigo de peleas familiares, ríe con sus compañeros de clase, coquetea con las chicas y se divierte con los videojuegos. Pero ahí está la mirada del director, que convierte lo cotidiano en poético y lo mil veces repetido en único. 

Patricia Arquette y Ethan Hawke encarnan a los padres del chaval. Están divorciados y Mason vive con su madre y su hermana (interpretada por la hija del director, Lorelei). Salvo que ellos no son ellos, todo es real: desde 2002, Linklater reunió a sus actores para, una vez al año y durante tres o cuatro días, rodar el viaje a la madurez del protagonista. En Boyhood, como en la vida, el tiempo pasa sin remedio y sin que nos demos cuenta: cada 13 minutos Mason es un poco mayor. Un año. Como Ellar, el actor. Como los espectadores, los mismos que fuimos bebés y niños, adolescentes, jóvenes y lo que sea que somos ahora.

En días de urgencias e inmediatez, proyectos acelerados y miradas a corto plazo, es hermoso que un director se pase más de una década moldeando una película. Sin saber a ciencia cierta qué pasará con su obra. Entregando tiempo y esfuerzo aún a riesgo de que un imprevisto lo descuajaringue todo.

Rodando como se vive: día a día. Año a año. Sin saber muy bien por qué, cómo y cuándo, llegaremos al final.

La derecha estadounidense tiene una nueva mártir en Hollywood

«La intolerante y vengativa izquierda ataca de nuevo: Hollywood, que se llena la boca reivindicando el respeto a la gente corriente, la tolerancia y la apertura de mentes, ha castigado a una actriz hispana por tener la valentía de enrolarse en el Tea Party«. Así empieza un artículo de TPNN (Tea Party News Network), una web informativa que apoya al ala más radical del partido republicano y que, entre sus innumerables ataques a Barack Obama (a cuyo desprestigio se dedica casi en exclusiva), acaba de publicar  su apoyo a María Conchita Alonso.

María Conchita Alonso, junto a Schwarzenegger en 'Perseguido'

María Conchita Alonso, junto a Schwarzenegger en ‘Perseguido’

Nacida en 1957, Maria Conchita Alonso vivió los primeros cinco años de su vida en su Cuba natal, se mudó con su familia a Venezuela (fue reina de la belleza y llegó a competir en un certamen de Miss Mundo en 1975) y, tras una exitosa carrera como actriz y cantante, saltó a Hollywood en 1984. Si usted roza los cuarenta, se acordará de ella: protagonizó Un ruso en Nueva York, Perseguido, Predator 2, La casa de los espíritus o Colores de guerra. Después, mucho cine irrelevante, un poco de televisión (fue la madre de Eva Longoria en Mujeres desesperadas) y, sobre todo, unos cuantos titulares políticos.

Porque, desde hace tiempo, Alonso está en guerra con todo lo que huela a comunismo. Empezó comparando a Fidel Castro y a Hugo Chávez con Hitler («todos los que votan a Chávez son terroristas», dijo), apoyó al republicano John McCain en las presidenciales de 2008 («crecí en Cuba y Venezuela y me da miedo que Obama imite la economía de esos países y negocie con sus líderes»), publicó una carta a Sean Penn por su apoyo al fallecido líder venezolano (él, al cruzársela un tiempo después en el aeropuerto de Los Ángeles, la llamó «cerda») y, en 2012, se opuso a la reelección de Obama convencida de que convertiría a EE UU en «la nueva Venezuela».

Pero la gota que ha colmado el vaso ha sido su presencia en un anuncio de Tim Donnelly, exmiembro de los Minuteman («cazadores» de inmigrantes en la frontera mexicana a mediados de la pasada década), detenido por intentar subir armado a un avión y, ahora, aspirante a gobernador de California. El anuncio no tiene desperdicio: la actriz (con un chihuahua llamado Tequila en brazos) presenta a Donnelly, le traduce al español tomándose todo tipo de licencias y, tras festejar sus propuestas sobre inmigración y armas, le elogia por «tenerlos bien grandes».

Aunque en tono de humor, el anuncio no ha hecho demasiada gracia a los responsables de Los monólogos de la vagina, texto teatral que Alonso iba a representar en San Francisco. Las protestas de muchos de los inmigrantes que viven en la ciudad provocaron que la actriz fuera despedida de manera fulminante del proyecto.

Es evidente que Alonso no ha sido demasiado oportuna: si quieres triunfar entre los latinos, es mejor que no les llames «inmigrantes ilegales» y exijas que sean expulsados del país. Pero el escándalo también invita a reflexionar… ¿Habría pasado lo mismo si Alonso fuera una defensora feroz de Obama, Castro o Penn? ¿Se debe expulsar a una actriz de una obra de teatro por apoyar a un político determinado? ¿Qué sucedería en España en una situación similar?

¿Cómo puede ser una película de Miyazaki «moralmente repugnante»?

Una buena noticia: a sus 73 años recién cumplidos (fue el 5 de enero) el japonés Hayao Miyazaki sigue estando de moda. Anunció hace unos meses su retirada como director (esperemos que siga teniendo algo que decir al frente de Ghibli, su legendario estudio de animación), pero durante los últimos meses se está hablando de él por muy diferentes motivos.

Imagen de 'Se levanta el viento', lo último de Miyazaki

Imagen de ‘Se levanta el viento’, lo último de Miyazaki

Estos días, por ejemplo, se comenta que ha sido homenajeado por Los Simpson, que en su episodio de este domingo en la televisión estadounidense incluirá una secuencia llena de situaciones inspiradas en la filmografía del japonés. El conductor Otto se transforma en el autobús-gato de Mi vecino Totoro; Patti y Selma Simpson se reencarnan en Nicky, la aprendiz de bruja y el Kwik-E-Mart de Apu en El castillo ambulante. El viaje de Chihiro, quizá la película más célebre de Miyazaki, es también rememorada de un modo muy especial.

Otro motivo para hablar de Miyazaki es que su cine, a nivel taquilla, sigue vigente. Su última película (y cuando decimos última es, por desgracia, última), Se levanta el viento, ha sido el título más exitoso de 2013 en Japón, donde sumó (estrenándose el 21 de julio) 84 millones de euros, dejando bastante rezagadas a Monsters University y Ted.  Por cierto: en Japón, tercer mercado cinematográfico del planeta tras EE UU y China, gusta el cine nacional, con siete películas niponas entre las diez más taquilleras del año.

Y, por último, un poco de polémica. Nos dicen (no lo sabremos hasta que la película se estrene en España, aunque ya se pudo ver en los festivales de Sitges y San Sebastián) que Se levanta el viento es poética, romántica, deslumbrante y un poco larga… Pero también discutible o, todavía peor, «moralmente repugnante».

Eso asegura el crítico del Village Voice, Inkoo Kang, quien definió como «aberrante y peligroso» que la película, ambientada antes, durante y después de la II Guerra Mundial, pase por alto que el ejército imperial japonés asesinó hasta a 30 millones de personas esos años. Kang (cuya familia es de Corea del Sur, uno de los países entonces devastados por Japón) no ha sido el único en denunciar ese «despiste histórico»: hasta en Japón se han indignado al saberse que la película recrea la vida de Jiro Jorikoshi, diseñador de dos de los aviones más letales del ejército nipón en el conflicto y para cuya construcción fueron esclavizados miles de prisioneros.

¿Les parece poco? Pues ahí va la última: Se levanta el viento (que opta a un Globo de Oro a la mejor película en habla no inglesa, estará con total seguridad en los Oscar y será distribuida en EE UU por Disney) también ha sido criticada por contener, al menos, ocho escenas con personajes fumando, algo real a efectos históricos pero muy mal visto en estos días de corrección política.

A mi también me parece moralmente repugnante… No ver una película porque en ella se fume. En general, me parece repugnante no ver películas del tipo que firmó todas las películas mencionadas y otras cuantas como La princesa Mononoke o Nausicaä del valle del viento, por ejemplo. Akira Kurosawa decía del indio Satyajit Ray que «no haber visto sus películas es como haber pasado por el mundo sin conocer la luna o el sol»: una preciosa frase perfectamente aplicable al cine de Miyazaki, su compatriota.

Imagen de 'Mi vecino Totoro', de Miyazaki

Imagen de ‘Mi vecino Totoro’, de Miyazaki

El bebé en llamas de Sitges, entre los mejores carteles del mundo

El cielo nublado, el suelo de mármol húmedo y un carrito de bebé ardiendo en una imagen que mezcla belleza y melancolía, amenaza y, desde luego, terror. Una imagen que fue el cartel del festival de cine fantástico de Sitges de 2013, y que ha ganado la medalla de plata como uno de los mejores carteles de festivales cinematográficos de todo el mundo.

Cartel del festival de Sitges'2013

Cartel del festival de Sitges’2013

Los concede la web Film Festival Posters, que desde hace tres años reconoce este tipo de trabajos. El premio principal ha sido este año para el afiche del Festival de Cannes, una bellísima imagen de Paul Newman y su mujer, Joanne Woodward, besándose. Y, entre los cinco carteles galardonados con la medalla de plata, la imagen del carrito ardiendo, que anunciaba una nueva edición, la 46, del Festival Internacional de Cinema Fantástic de Catalunya.

Cartel del Festival de Cannes 2013

Cartel del Festival de Cannes 2013, que recuperaba a Newman y Woodward en el cartel de ‘Samantha’

Desde 2010, la agencia China es la responsable de diseñar el póster del festival, que tiene como tradición homenajear a la película estandarte de cada edición. El año pasado la elegida fue La semilla del diablo, que cumplía 45 años y cuyo cartel original consistía en la lúgubre silueta de un carrito sobre el inquietante perfil de la protagonista, Mia Farrow.

Miguel Ángel Duo, director creativo de China, fue el responsable junto a Rafa Antón (director creativo ejecutivo) y el fotógrafo Biel Capllonch de la imagen. «Quisimos mezclar lo demoniaco con lo infantil, como en el cartel original, situándolo en un rincón muy reconocible de Sitges (la iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla) y aprovechando la simbología del fuego, de las cosas que se queman, como representación del mal. Creo que es una imagen muy cruda, poco retocada, muy periodística, porque queríamos traer ese carrito del póster original al presente para actualizar los códigos del cine de terror moderno».

Duo explica que las llamas son reales, que la imagen no es ningún montaje ni resultado de ningún Photoshop. «Quemamos un carrito de verdad, el más parecido que pudimos encontrar al de la película. Con la ayuda de una empresa de efectos especiales cinematográficos lo tuvimos ardiendo durante casi dos horas, en una tarde lluviosa, para hacerle cientos de fotos. Y esa es la que elegimos».

Cartel original de 'La semilla del diablo', obra de Stephen Frankfurt

Cartel original de ‘La semilla del diablo’, obra de Stephen Frankfurt

El resultado gustó al público («este año robaron en la calle muchas banderolas del cartel, lo que para nosotros es un orgullo», dice Duo), a los organizadores y, visto el premio, a Film Festival Posters, organización ubicada en Los Ángeles. «Aunque Sitges tiene mucha repercusión», dice Duo, «es un festival de género sin el dinero de, por ejemplo, San Sebastián, por lo que el que hayan premiado nuestro cartel nos llena de placer. Se hizo con muy pocos medios y un presupuesto irrisorio, apenas cubriendo costes… Pero ha gustado también a los profesionales del tema».

Duo asegura que el cartelismo de cine «no se parece a ninguna otra cosa, tiene un lenguaje muy particular, muy sugerente», aunque asegura no tener ninguno en su casa por «no vivir la sensación de que estoy currando al mirar una pared de mi hogar». Eso sí, al pedirle que cite tres carteles inolvidables, termina mojándose: «El de Vértigo es increíble. El del primer Saw también me parece original y sorprendente… Y el tercero que se me viene a la mente es, por supuesto, el de La semilla del diablo«.

¿Quién necesita ideas nuevas en Hollywood si sólo triunfan las secuelas?

Nos quejamos de la falta de ideas de Hollywood. Criticamos que la industria nos someta a secuelas y precuelas, a nuevas versiones, a cualquier idea ya empleada y que parezca funcionar. Pero… Es que es lo que la gente consume. Eso demuestran, una vez más, los datos de taquilla de 2013 en EE UU, donde ocho de las diez películas más vistas eran continuaciones o remakes.

Robert Downey Jr. en 'Iron Man 3' (DISNEY)

Robert Downey Jr. en ‘Iron Man 3’ (DISNEY)

Es así: Iron Man 3 fue la película más taquillera del año, no sólo en EE UU sino también a nivel mundial. Sólo en el país de las barras y estrellas sumó casi mil millones de euros, confirmando que el público sigue entusiasmado con las aventuras del personaje interpretado por Robert Downey Jr. Gru 2. Mi villano favorito, la continuación de la película estrenada en 2010, fue la segunda cinta más exitosa en EE UU, con unos 700 millones de euros.

Habría sido, seguramente, la película más vista de la temporada, pero estrenarse a finales de 2013 implicó que Los juegos del hambre: En llamas fuera la tercera en la lista, con casi 600 millones de euros. Tras la película de Jennifer Lawrence se sitúa la sexta entrega de A todo gas, otra secuela, Monstruos University, y una nueva versión de Superman: El hombre de acero. La originalidad, al poder.

Para encontrar la primera historia novedosa tenemos que remontarnos al séptimo lugar, donde hallamos Gravity, y al décimo, donde se sitúa la película de animación Los Croods. Entre medias, otras dos secuelas, Thor: El mundo oscuro y El Hobbit: La desolación de Smaug.

La cosa no cambiará en las próximas fechas: las nuevas entregas de Transformers, El Hobbit, Capitán América, X-Men, Spider-Man, 300, Los juegos del hambre, Cómo entrenar a tu dragón o El origen del planeta de los simios, junto a nuevas versiones de clásicos como Robocop, son las películas más esperadas de la temporada.

Vistos los datos… ¿Cómo pedirle a un jerifalte de una gran distribuidora que lo que hacen falta son ideas arriesgadas, novedosas, innovadoras?

Y unas cuantas preguntas más: ¿Es que la gente no está dispuesta a arriesgar su dinero viendo algo diferente? ¿Es que no hay curiosidad por nuevas historias? ¿Cambiará esta tendencia, o persistirá durante los próximos años, condenándonos a una oscura era, carente por completo de imaginación?

Los premios Goya siguen enamorando a los medios españoles

De primeras, una buena noticia: la sala de proyecciones de la Academia de Cine, donde se anuncian los candidatos de este año a los Goya, está llena de periodistas. Serán malos tiempos para el cine, habrá crisis, a nadie le interesarán las películas españolas… Pero la sala está llena. Explota de medios. Suenan los flashes de los fotógrafos y muchas manos teclean y escriben. Enhorabuena.

Quim Gutiérrez, Clara Lago y Enrique González Macho en la lectura de los candidatos a los Goya'2014.

Quim Gutiérrez, Clara Lago y Enrique González Macho en la lectura de los candidatos a los Goya’2014.

Clara Lago y Quim Gutiérrez leen la lista de candidatos. Son dos de los rostros de moda del cine español. Son dos actores guapos, jóvenes y muy conocidos. Y son dos representados de Antonio Rubial, el leonés que ha logrado reunir a muchos de los jóvenes más talentosos de nuestra industria bajo su manto. Felicidades, también, a Rubial, que asegura no tener ningún mérito. «Me llamaron de la Academia para decirme que querían que Quim y Clara anunciaran los candidatos. Yo, claro, casi me caigo de culo porque es un notición… Pero no tuve nada que ver, aunque estoy muy contento y ellos, claro, también están encantados».

¿Los nombres? Maribel Verdú y Terele Pávez, por ejemplo, candidatas a mejor actriz de reparto. Carlos Bardem, Juan Diego Botto, Roberto Álamo o Antonio de la Torre, candidatos como mejor actor de reparto. Bardem, junto a Zannou, opta también al premio a mejor guión adaptado por Alacrán enamorado.

Tito Valverde, Antonio de la Torre, Eduard Fernández y Javier Cámara pueden llevarse el premio a mejor actor protagonista. Ellas serán Inma Cuesta, Mariana Álvarez, Nora Navas y Aura Garrido. Mejor director pueden ser Gracia Querejeta, Martín Cuenca, Daniel Sánchez Arévalo y David Trueba.

Y mejor película… Hay cinco nominadas. El premio puede ser para Quince años y un día, Caníbal, La gran familia española, La herida y Vivir es fácil con los ojos cerrados.

Con doce candidaturas, La gran familia española es la gran favorita de estos premios, seguida por Las brujas de Zugarramurdi, con diez, y Caníbal, con ocho.

Olivia Fernández, jefa de prensa de Warner, distribuidora de La gran familia española, estaba encantada por el éxito de la película, que «corrobora el compromiso de Warner con el cine español». Fernández también aprovechó la ocasión para recordar que Warner fue el estudio más rentable a nivel mundial en 2013, con unos 3.500 millones de euros recaudados a nivel mundial gracias a éxitos como El Hobbit, Gravity o El hombre de acero.

Hollywood cambia a superhéroes y zombis por personajes bíblicos

Primero fueron los superhéroes. Después, los zombis. Y 2014 será el año de los personajes bíblicos: se prevé una avalancha de estrenos basados en el libro sagrado durante los próximos meses, con nombres como Russell Crowe, Ridley Scott, Darren Aronofsky o Christian Bale implicados en diferentes proyectos.

Es lógico: hay unos 2300 millones de cristianos en el mundo, lo que implica un enorme potencial en taquilla. Cada capítulo de la miniserie televisiva La Biblia fue seguido sólo en EE UU por once millones y medio de espectadores, una pista de que algo parecido podría suceder en los cines. La Pasión de Cristo (o, antes, Ben Hur, La túnica sagrada o Los diez mandamientos) recaudó, con un presupuesto de  22 millones de euros, casi 500. Y, en días en los que escasean las buenas historias, la Biblia está llena de ellas sin necesidad de pagar a nadie por los derechos de autor.

Jennifer Connelly y Russell Crowe en 'Noé' (PARAMOUNT)

Jennifer Connelly y Russell Crowe en ‘Noé’ (PARAMOUNT)

Ahí está Noé, que aterrizará en España el 4 de abril con Russell Crowe como estrella principal, Anthony Hopkins como Matusalén y Jennifer Connelly y Emma Watson dando vida a la mujer e hija del protagonista, La película cuenta unos efectos especiales apabullantes y un doble objetivo por parte del director, el siempre interesante Darren Aronofsky (Réquiem por un sueño, El luchador y Cisne negro): mostrar hasta dónde puede llegar la maldad humana y reflexionar sobre el cambio climático.

Unos meses más tarde, a final de año, llegará de la mano de Ridley Scott (Alien y Blade Runner) Éxodo, con Christian Bale como Moisés, Aaron Paul, Sigourney Weaver y Ben Kingsley en el reparto y rodada casi íntegramente en España (en concreto en Almería y Fuerteventura), donde miles de personas se presentaron a las pruebas para elegir figurantes. Otro proyecto sobre Moisés, Gods and Kings, está en la cuerda floja: iba a ser dirigido por Steven Spielberg, pero su retirada podría llevar a Ang Lee a coger el timón.

Cartel estadounidense de 'María' (LIONSGATE)

Cartel estadounidense de ‘María’ (LIONSGATE)

También a final de año se estrenará María, promocionada como la precuela de La pasión de Cristo, con rostros como los de Ben Kingsley (hará de Herodes) o Julia Ormond (será Isabel, prima de María y madre de San Juan Bautista) y la joven Odeya Rush como protagonista absoluta. Otro título, Hijo de Dios, no tiene todavía fecha española de estreno, pero llegará: el portugués Diogo Morgado da vida a Jesús, está producida por Roma Downey y Mark Burnett y dirigida por Christopher Spencer, presentes los cuatro en la citada serie La Biblia.

Hasta aquí lo seguro, pero hay más: se rumorea desde hace meses que Will Smith debutará como director con La redención de Caín, escrita por su cuñado Caleeb Pinkett y que daría un giro vampírico a la historia de los hijos de Adán y Eva. En 2012 empezó a hablarse de que Brad Pitt encarnaría a Poncio Pilato en un proyecto de Warner Bros, que también tiene los derechos de Unholy Night, la desenfadada novela de Seth Grahame-Smith que describe a los Reyes Magos como unos ladrones. Y hasta el polémico Paul Verhoeven (Robocop e Instinto básico) lleva años buscando financiación para hacer realidad su visión de Jesucristo.

Una pareja y su bebé recrean las películas más famosas de la historia

Tener un hijo es una de las experiencias más extremas que uno puede imaginarse. Ni practicar deportes de riesgo ni experimentar con el ácido ni afiliarse a las juventudes del PP pueden compararse a las situaciones límite que implica ser padre.

La familia Mackie, en su 'Indiana Jones y el templo maldito' particular (http://cardboardboxoffice.com)

Lo digo con conocimiento de causa: es bonito, pero terroríficamente agotador. Sin embargo, hay gente que se lo toma con humor. Con humor, arte, imaginación y cinefilia. Es lo que les pasa a Lilly y Leon Mackie, una pareja que, tras tener un hijo, se mudó de Nueva Zelanda a Sidney (Australia) y que no sabía qué hacer con los millones de cajas de cartón que les rodeaban por todos lados.

Dicen que entre la mudanza y el nacimiento del pequeño Orson «su vida social cambió drásticamente», una manera elegante de decir que se convirtieron en unos apestados sociales. Pero, en vez de suicidarse, decidieron emplear sus desocupados fines de semana en recrear entre los tres célebres escenas cinematográficas y así matar el tiempo.

La familia, en 'La Guerra de las Galaxias (http://cardboardboxoffice.com/)

La familia, en ‘La Guerra de las Galaxias (http://cardboardboxoffice.com/)

Con disfraces hechos con ropa vieja del armario y, sobre todo, toneladas de cartón e imaginación, los Mackie se pusieron manos a la obra. Destaca en cada imagen Orson, por supuesto, el pequeño de la casa, a quien auguro una vida llena de emociones fuertes con unos padres así. Están como cabras, pequeño, pero tus padres deben ser divertidos, te han puesto un nombre precioso y tú eres muy mono.

Su página web es un éxito. Tienen 11.500 seguidores en Facebook. Y una cuenta en Twitter no tan popular, pero muy activa: en ella comentan con sus fans cuál podría ser el próximo escenario a inmortalizar y cómo montárselo para mantener el nivel.

De momento, se han atrevido con La Guerra de las Galaxias, Tiburón, Parque Jurásico, Indiana Jones y el templo maldito, Alien o Solo en casa, entre otras muchas. Los resultados son notables. Y tendrán que darse prisa: dentro de poco Orson crecerá, y probablemente, como le ocurrió a Joselito o Macaulay Culkin, la gente le despreciará. Aprovechad el momento, familia Mackie, y tened feliz 2014. 

Son leyenda: las doce estrellas vivas más veteranas de Hollywood

No está siendo un buen final de año: durante las últimas horas se anunció la muerte de dos grandes estrellas del cine clásico. Primero fue Peter O’Toole, fallecido el domingo a los 81 años. Horas después se conoció el deceso de Joan Fontaine, que moría el lunes a los 96 años.

Audrey Totter falleció hace una semana, Eleanor Parker hace un mes y en 2012 nos dejaron Ernest Borgnine, Ann Rutherford, Ben Gazzara o Charles Durning. Sin embargo, quedan todavía muchos nombres ilustres del viejo Hollywood, estrellas que, con casi un siglo de vida, siguen siendo sinónimo de gran cine e inolvidables trabajos. Ahí va un pequeño homenaje…

Olivia de Havilland en 'Lo que el viento se llevó'

Olivia de Havilland en ‘Lo que el viento se llevó’

Olivia de Havilland (1 julio de 1916, 97 años)

Ganadora de dos Oscar, protagonista de Lo que el viento se llevó y Nido de víboras (entre otras muchas) y hermana de una ilustre recién fallecida, Joan Fontaine (un año más joven). Desde hace muchos años vive en París, y fue allí donde se la vio por última vez en un acto público: fue en los César de 2011, donde fue presentada por Jodie Foster y recibió una enorme ovación.

 

Kirk Douglas en 'Espartaco'

Kirk Douglas en ‘Espartaco’

Kirk Douglas (9 de diciembre de 1916, 97 años)
Nunca ha ganado el Oscar, pero tampoco lo necesitó: es la estrella de títulos legendarios como Espartaco, El loco del pelo rojo, Duelo de titanes, Senderos de gloria o Cautivos del mal. Nacido en Amsterdam y de orígenes muy humildes, hace justo diez años le vimos en una de sus últimas películas, Cosas de familia, con su hijo Michael, su nieto Cameron y su exesposa Diana.

 

Zsa Zsa Gabor, en 1959.

Zsa Zsa Gabor, en 1959.

Zsa Zsa Gabor (6 de febrero de 1917, 96 años)
Bellísima y exótica, acabó siendo más famosa por sus matrimonios (nueve, uno más que Liz Taylor) que por sus trabajos en el cine (entre los que se incluyen títulos como Moulin Rouge, Lili o Sed de mal). A punto de cumplir los 97, se rumorea que está en coma desde hace meses.

 

 

 

Maureen O'Hara en 'El hombre tranquilo'

Maureen O’Hara en ‘El hombre tranquilo’

 

Maureen O’Hara (17 de agosto de 1920, 93 años)

Dueña de una espectacular melena roja y fascinantes ojos verdes, O’Hara estuvo en algunos de los mejores títulos de John Ford (¡Qué verde era mi valle!, Río grande o El hombre tranquilo), fue una de las primeras estrellas que demandó a una revista por difamación (fue en 1957, cuando Confidential Magazine la acusó de ser detenida por hacer el amor en un teatro) y vive en las Islas Vírgenes. Que dure.

Mickey Rooney (Wikipedia)

Mickey Rooney (Wikipedia)

 

Mickey Rooney (23 de septiembre de 1920, 93 años)
Es una de las grandes instituciones del cine estadounidense: ha trabajado durante casi 90 años (debutó en 1926), y tiene pendientes de estreno varios trabajos. También puede presumir de haber estado casado con una de las mujeres más bellas de la historia, Ava Gardner, y se separó hace pocos meses de la cantante Jan Chamberlin, su octava esposa.

 

Christopher Lee, como Drácula

Christopher Lee, como Drácula

Christopher Lee (27 de mayo de 1922, 91 años)
El que probablemente haya sido el mejor Drácula sigue en activo, y no hace demasiado le vimos en las exitosas trilogías de El señor de los anillos o las últimas entregas de Star Wars. Es un habitual de Tim Burton, grabó hace tres años un disco de heavy metal sinfónico (Charlemagne: By the Sword and the Cross) y reitera que no tiene ninguna intención de jubilarse.

Doris Day en 'Pijama para dos'

Doris Day en ‘Pijama para dos’

 

 

Doris Day (3 de abril de 1924, 89 años)
Tres comedias con Rock Hudson (Confidencias a medianoche, Pijama para dos y No me mandes flores) la convirtieron en ‘la novia de América’, pero su inocente apariencia tenía poco que ver con la realidad: un libro de David Kauffman, Doris Day: The Untold Story of the Girl Next Door, definía su vida como una interminable serie de penurias y desengaños, culminados por una vejez rodeada de mascotas y estafadores.

 

Eva Marie Saint en 'Con la muerte en los talones'

Eva Marie Saint en ‘Con la muerte en los talones’

Eva Marie Saint (4 de julio de 1924, 89 años)
Ganadora del Oscar por La ley del silencio, fue una de las más  perturbadoras rubias de Hitchcock gracias a la magnífica Con la muerte en los talones, donde se daba unos arrebatados besos con Cary Grant. También supo estar a la altura de Paul Newman en Éxodo, y la hemos visto encarnar a la madre de Cybill Shepherd en Luz de luna, de Tom Hanks en Nada en común y de Clark Kent en Superman Returns.

Lauren Bacall en 'El sueño eterno'

Lauren Bacall en ‘El sueño eterno’

 

Lauren Bacall (16 de septiembre de 1924, 89 años)
Palabras mayores: su belleza y elegancia la convirtieron en una de las presencias más irresistibles del cine, y su leyenda se vio acrecentada por ser, durante doce años y hasta la muerte del actor, la esposa de Humphrey Bogart. Bacall deslumbró en Tener y no tener o El sueño eterno, cantó y bailó en Cómo casarse con un millonario y ha seguido atrapando miradas en películas recientes como Manderlay, de Von Trier.

Angela Lansbury en 'Luz de gas'

Angela Lansbury en ‘Luz de gas’

Angela Lansbury (16 de octubre de 1925, 88 años)
La inolvidable Jessica Fletcher de Se ha escrito un crimen ha vuelto a ser noticia: el pasado 16 de noviembre recibió un Oscar honorífico (había sido candidata tres veces sin éxito) por el conjunto de una carrera con películas como Luz de gas, El retrato de Dorian Grey o El mensajero del miedo. Además, tiene el récord de candidaturas al Emmy sin premio: lo rozó en 18 ocasiones a lo largo de 33 años, pero nunca lo ganó.

Jerry Lewis en 'El profesor chiflado'

Jerry Lewis en ‘El profesor chiflado’

 

Jerry Lewis (16 de marzo de 1926, 87 años)
Fue una de las grandes estrellas del cine durante los años cincuenta y sesenta por El botones, El ceniciento o El profesor chiflado, y hace pocos meses dio una de las ruedas de prensa más divertidas de los últimos tiempos en la presentación de Max Rose en el Festival de Cannes. Además de un cómico descomunal, ha brillado en títulos más amargos como El rey de la comedia, de Scorsese.

Sidney Poitier, en 'Adivina quién viene esta noche'

Sidney Poitier, en ‘Adivina quién viene esta noche’

 

Sidney Poitier (20 de febrero de 1927, 86 años)
Actor y símbolo: con Los lirios del valle, Poitier se convirtió en el primer actor varón negro en ganar el Oscar. Fue la gran superestrella de color de Hollywood por Adivina quién viene a cenar esta noche, Estado de alarma o En el calor de la noche, ha dirigido varias películas, es embajador en la UNESCO y recibió otro Oscar, esta vez honorífico, en 2001 por su «contribución global al cine americano».

 

Pero hay más, muchos más, históricos con vida: Roger Moore, Shirley Temple, Martin Landau, Max von Sydow, Vera Miles, Tippi Hedren, Robert Wagner, Clint Eastwood, Gena Rowlands, Sean Connery, Robert Duvall, Leslie Caron, Debbie Reynolds, Omar Sharif, Kim Novak, Joan Collins, Gene Wilder o Michael Caine siguen cumpliendo años. Algunos están muy en activo, mientras otros hace tiempo se retiraron a un discreto segundo plano. En todo caso, no lo duden: si se cruzan con cualquiera de sus películas véanla, porque estarán frente a un trozo de la historia viva del Séptimo Arte.

El día en el que Mick Jagger pudo convertirse en Spider-Man

Me cansan las películas de superhéroes. Me cansa que el superhéroe siempre sea un chico atormentado, que la chica siempre acabe con él y que el villano, el más divertido de todos, pierda.

Me cansa, sobre todo, que las películas de superhéroes siempre tengan una segunda, una tercera y una cuarta parte, y que ahora las vendan como historias dramáticas y tortuosas cuando son mero entretenimiento (en mi caso, aburrimiento).

Pero hay una bonita historia sobre un proyecto que no fue, y que probablemente habría sido la película de superhéroes más hortera y divertida de la historia. Quizá, con un poco de suerte, hasta habría arruinado la carrera cinematográfica de Spider-Man, ahorrándonos un montón de bodrios protagonizados por el hombre araña.

Mick Jagger en un concierto de The Rolling Stones en Newark en 2012 (GTRES).

Mick Jagger en un concierto de The Rolling Stones en Newark en 2012 (GTRES).

Sucedió a mediados de los setenta, y lo cuenta un libro llamado Marvel Comics: The Untold Story. El libro habla mucho de tebeos y superhéroes, pero también de cosas más divertidas como disputas empresariales y odios, traiciones, venganza y cómo un grupo de tipos raros, obsesionados con los cómics, conquistaron el mundo haciendo de su marginal obsesión una cultura de masas.

El libro arranca en los años sesenta, cuando toda una nueva generación de héroes propulsa a Marvel, y concluye narrando cómo, tras estar en bancarrota en 1996, Marvel resurge y es comprada a precio de oro por Disney en 2009.

Y el libro habla de cómo en 1975, animado por los éxitos televisivos de las series de dibujos Marvel Super Heroes (estrenada en 1966) y Spider-Man (1967), el productor Steve Krantz se empeña en hacer con actores reales una película sobre el hombre araña.

Krantz debía de ser divertido: era muy amigo de Ralph Bakshi, logró convencer a Robert Crumb para que les cediese los derechos de Fritz the Cat y decidió que Spider-Man no tenía que ser una película de acción convencional, sino un frenético musical lleno de canciones y bailes.

Cuando Kratz le contó su idea a Stan Lee, «padre» de Spider-Man y uno de los personajes más venerados del mundo del cómic, éste se entusiasmó. No sólo eso: exigió que Mick Jagger fuera el protagonista, y que la única alternativa admisible sería Elton John.

Por desgracia, la película no llegó a rodarse. Krantz intentó convencer a Lee para que supervisara el proyecto por una cantidad irrisoria, 10.000 dólares, la centésima parte del presupuesto que pensaba destinar a la película, un millón de dólares.

Una cifra insuficiente para que Jagger se embutiera en el traje de hombre araña. Una lástima: quizá, sólo quizá, ese habría sido el papel que le consagrara en el cine, donde Jagger ha desfilado por títulos casi olvidados como Performance. Respecto a Elton John… Sólo imaginarlo lanzando telarañas y balanceándose colgado de un hilo causa hilaridad, aunque al menos él sí ha encontrado su lugar en la industria cinematográfica como productor y compositor.

¿Y Spider-Man? Mucho después, en 2002, fue clave para que Marvel conquistara las salas de cine y comenzara la insufrible marabunta de películas de superhéroes que ahora vivimos. Y todo hay que decirlo: Stan Lee y Krantz no andaban tan equivocados. La historia del chico al que picó una araña radiactiva merecía ser cantada, y en 2011 se estrenó en Broadway el musical Turn Off the Dark, con música y letra de Bono y The Edge y el dudoso honor de ser la producción teatral más cara de todos los tiempos.