Más allá de que se celebran en Las Vegas en vez de en Los Ángeles, no hay mucha diferencia con los otros Oscar: las estrellas desfilan y posan en la alfombra roja, los periodistas intentan llamar su atención para preguntarles por su próximo proyecto y los fotógrafos las retratan con sus mejores trajes de gala.
![Ceremonia de entrega de los premios AVN'2013 (http://avnawards.avn.com)](https://cdnb.20m.es/cine-estado-critico/files/2013/11/avnawards.jpg)
Ceremonia de entrega de los premios AVN’2013 (http://avnawards.avn.com)
O, en realidad, sí que hay mucha diferencia. En pleno rodaje ellos no podrían pasar de lado por la puerta de tu casa, ni necesitarían ningún palo para ayudar a unos niños a bajar una pelota de un árbol.
Y ellas, cuando suben a recoger su premio, casi nunca se lo dedican a su familia: sus padres se avergüenzan de lo que ha terminado haciendo su niña y no quieren saber nada de ella.
Eso sí: aquí también hay billones de dólares en movimiento, rivalidades feroces, amistades sinceras y muchos espectadores, cientos de miles, que contemplan la gala con la misma emoción con la que tú ves recibir el Oscar a Halle Berry o a Tom Hanks.
También hay un escenario fastuoso, y presentador: la grosera y deslenguada Lisa Lampanelli es, en mi opinión, la más divertida de los últimos años. Hay números musicales y trucos de magia en los que, casi siempre, lo que desaparece es la ropa. Y hay discursos inolvidables. Como aquel en el que una chica, tras ganar un premio por haberse cepillado a 620 tíos durante 16 horas seguidas (la película se llamaba 620), aconsejaba con lágrimas en los ojos a las actrices más jóvenes: «Tenéis que ahorrar, chicas, y pensar en el día de mañana, porque no seremos jóvenes y bellas siempre».
Y, esto es lo más importante, hay premios. Decenas, cientos de premios. Están los clásicos premios, como el de mejor película, actor, actriz o dirección artística.
Y están los que sólo se pueden entregar en esta gala, como el de mejor coito interracial, mejor película fetichista con pies o mejor escena de sexo entre madurita (MILF) y chaval. Los fans, por cierto, también dan sus galardones: a la escena más caliente del año, a la mejor promesa aficionada (mi favorita es Abby Cross) o a los mejores pechos.
Podéis votar hasta un día antes de la entrega de premios. Si no tenéis las manos muy ocupadas, hacedlo: las estrellas del porno también tienen su corazoncito.
* Los premios AVN (Adult Video News), los Oscar del cine porno, se entregarán en el Hard Rock Hotel & Casino el 18 de enero de 2014. Será la 31ª edición de una gala a la que puedes asistir: las entradas cuestan entre 175 (apenas verás el cogote del tipo de delante, o algo peor) y 3.000 dólares (pase VIP que permite el acceso, incluso, al backstage).