Un caballero ha recordado el insólito momento en que su pareja celebró su cumpleaños reuniendo a todos sus amigos para un funeral sorpresa, donde fingieron que estaba fallecido. O-O ¡¡¡Este muerto está muy vivo!!!
Un caballero, que recientemente celebró su trigésimo cumpleaños, quiso sorprender a sus invitados de una manera impactante. ¡¡¡A fe que lo consiguió!!! Y de paso, casi no vive para contarlo. O-O
Dimitry Prigorodov, un banquero ruso, alquiló una cabaña de lujo, durante el fin de semana, para celebrar el gran día con algunos de sus amigos y seres más queridos. Lee el resto de la entrada »
Todos, o casi, conocemos el cuento de ‘Los tres cerditos’, pero en este caso no fue necesaria la presencia del lobo feroz para que un trío de gorrinos la liaran parda en un supermercado de Rusia.
Los alumnos de la escuela de secundaria Luitpold-Gymnasium, en Múnich (Alemania), les dijeron a sus profesores que una stripperiba a ir a la fiesta de graduación a hablar sobre la ‘igualdad de derechos’.
Esta noticia me ha recordado al fabuloso (por su interpretación) Kevin Spacey en la película American Beauty, y su obsesión casi enfermiza por una ‘cándida’ adolescente. Pues algo muy parecido ha sufrido en sus carnes una joven de 17 años llamada Clare Ettinger, que ha sido la comidilla entre mucho de los padres asistentes a su baile de graduación. Su error: estar que lo rompe y llevar un vestido “inapropiado” para el evento más importante del año. A unos cuantos los debió de poner a mil por hora.
El vestido de la discordia.
A pesar de llevar un conjunto correcto para una fiesta de estas características, la muchacha tuvo que abandonar el baile porque algunos de sus compañeros varones y varios padres (hombres talluditos) comentaron en corrillos improvisados que las curvas de la muchacha les provocaron “pensamientos impuros“. Da la casualidad que el ágape se celebraba en una institución religiosa de Richmond (EE UU), donde el decoro y las formas se miden al milímetro.
La chica contó en un medio local que una de las organizadoras le indicó que su vestido era “una provocación” y le repitió una por una las normas del código ético del colegio. Poco después viendo el nerviosismo que se estaba creando en la sala, le invitaron a que se marchara. ¿Creéis que el modelito era para tanto?
Kevin Spacey, en American Beauty.
Por otro lado, la adolescente indicó que uno de los padres que se encontraba sentado en un palco del salón no la dejaba de observar, “se la comía con los ojos“. Más o menos como miraba Spacey a la amiga de su hija en American Beauty.
“Me dijeron que mi forma de vestir y mover mi cuerpo había provocado que ciertos hombres tuvieran pensamientos inapropiados. No soy culpable de que algún padre pervertido de 45 años de edad me desee con locura sólo porque llevo puesto un brillante vestido de graduación. Si piensan que lo soy, entonces quienes tienen un problema son ellos“, añadió Ettinger. No puedo estar más de acuerdo. ¡Un bravo por el sentido común!
Gracias al cine sabemos que la juerga de nuestras vidas nos la deberíamos pegar en Las Vegas. Eso es algo que también tenía muy claro Evelyn Kottman, una anciana estadounidense que celebró su 103 cumpleaños de fiesta loca en la Ciudad del Pecado acompañada por uno de sus nietos. ¡Vamos ya! En estos momentos, me río mucho de los viajes que organiza el Imserso.
Facebook.
La señora Kottman, consciente de que ya no va a tener muchas más oportunidades de desfasar -quiera Di*s que sí-, hizo un buen número de locuras inesperadas para una mujer centenaria: se gastó la pasta en los casinos, se tomó unas copas, fumó unos cigarrillos, se hizo fotos rollo gangsta, se pegó una panzada de cangrejo, su comida favorita…. Esto es, se dio unos cuantos caprichitos. Lo mejor de todo es que el broche para su noche de juerga loca fue hacerse un coqueto tatuaje en su brazo derecho. Con 103 años. Repito: con 103 años. ¡Para que luego digáis que los tatuajes duelen, nenazas! ¡Sólo le faltó casarse vestida de Marilyn o de Catwoman!
Evelyn se tatuó un discreto corazón rojo que su nieto se ha encargado de enseñar al mundo a través de Facebook, por si hay gente que no se lo cree. Que la mujer es atrevida, pero no tanto como para tatuarse medio brazo.
Por cierto que Evelyn tiene antecedentes como fiestera y transgresora. De hecho, a muy temprana edad, con apenas 9 añitos y con la colaboración de su hermano de seis, robó un Ford T para darse un viaje de placer. ¡Qué jefa!
Hay algunos que llevan los conflictos de vecindad demasiado lejos. Es el caso de Silver Díaz, un policía de la localidad argentina de Ojo de Agua, que en cuestión de segundos se convirtió en ‘Harry el sucio‘ y usó la casa y el jardín de su vecino como diana de su frustración. Disparó al menos seis veces simplemente por no haber sido invitado a una fiesta que se estaba celebrando en la propiedad.
Diego Ars, el desdichado vecino, se encontraba en el porche bebiendo junto a unos amigos cuando el peculiar agente de la ley apareció con claras intenciones de unirse al jolgorio. Sin embargo, el dueño de la casa le impidió el acceso, y un hecho tan aparentemente normal, se pudo convertir en tragedia.
Minutos después, Díaz regresó con su arma reglamentaria en la mano y vació casi el cargador contra la vivienda y sus ocupantes. El pánico se apoderó de los invitados, mientras el policía, sin mediar palabra y con una sonrisa en su cara, huía rápidamente del lugar de los hechos, según declaró uno de los testigos a un medio local. Por fortuna, nadie resultó herido.
Se creyó que era la estrella del convite y acabó perseguido por sus compañeros, que todavía no han logrado capturarlo.
PD. Si Ned Flanders pudiera leer esta información seguro que consideraba a Homer Simpson como un alma cándida que no ha roto un plato en su vida, y eso que el pobre tiene más paciencia que el santo Job con un vecino más molesto que una mosca en un día de verano.
No hay duda de que soy un paleto, pero no sé comportarme de forma diferente y ayer en la fiesta de Playboy pagué la novatada. Se me ocurrió que podía ser yo mismo y me pedí un ‘cali’ para beber. La gente tomaba cócteles sofisticados y claro, la mirada del barman cuando le dije “mitad vino, mitad Coca-Cola” no fue del todo amigable. Levantó sus cejas en gesto de desaprobación y me lo puso.
Ya os digo que la inexperiencia, en Playboy, sale cara. Y yo pagué la novatada. ¿Cómo? Pues todo el mundo me decía que dónde iba con eso. Incluso un señor con sombrero me dijo que no tenía glamour. “Pues tú, con un sombrero bajo techo, no eres el más indicado para hablar, je, je…”, le contesté.
Pero bueno, la verdad es que la fiesta estuvo muy bien. La chicas, sobre todo Yanina, fueron muy simpáticas en todo momento, tuvieron muchísima paciencia y se lo curraron. Su trabajo no es tan sencillo. Por cierto, ayer no os hablé de Wilma, así que aquí os la presento.