Soy bastante monjil (porque no me queda otra) y este tipo de cosas ‘sesuales’ me dan bastante pudor, pero la verdad es que merece la pena verlo.
«Hola, no sé si será demasiado fuerte para publicarse, pero desde luego es uno de los mejores vídeos que he visto», me escribió Mario. Pues dicho y hecho. Al fin y al cabo, el becario se debe a sus lectores, ¿no?
Así pues, os dejo este genial documento audiovisual que muestra cómo censurar, con mucho arte, una película porno:
PD: Gracias, Mario, por mandármelo. Un fuerte abrazo.
PD2: A los demás, os invito a que siguáis enviándome cosas.
Como no llegué a ninguna conclusión y no tengo ninguna prisa en mejorar laboralmente, empecé a pensar en los demás. Me fascina que haya gente capaz de aprovecharse de la crisis, gente que le dice a un empresario: «Oye, que hay crisis, sí, sí, mucha crisis. ¿Es que no piensas hacer despidos masivos? Venga hombre, que yo te ayudo». 
Su preocupación tiene que ver 
A día de hoy, todas las chicas a las que me he acercado, o se han descojonado de mí o me han dicho que no, pero estoy dispuesto a tirarme a la piscina, e incluso dar la cara, por conquistar el corazón de Soraya. 
Si Soraya fuese como yo, con un par (de yogures) los mandaba a todos a tomar vientos, pero bueno, entiendo que cuando no puedes caer más bajo, como es mi caso, relativizas mucho mejor las cosas. Espero que ni escuche todo el circo que tienen preparado para el martes con 
Resulta que tanto insistís en que no tengo gracia que habéis hecho que me lo piense y me plantee aprender. Por eso, ayer acepté una invitación para ir a ver 
Luego tuve que mezclarme con la gente, porque como bien sabéis mantengo mi identidad en el anonimato y soy muy celoso de mi intimidad. Así que me dije: «Becario (sí, cuando me dirijo a mí me llamo «becario») ésta es tu oportunidad. Graba todo lo que veas, lo que sea, pero grábalo todo, haz fotos… el mundo es tuyo».
Viendo cómo resolví la situación, os confieso que a mí tampoco me extraña que no me paguen por el blog…
