Un cuento corriente Un cuento corriente

Se llama a la Economía (más aún en estos tiempos de crisis) la "ciencia lúgubre". Aquí trato de mostrar que además es una de nuestras mejores herramientas para lograr un mundo mejor

Archivo de enero, 2015

El fiscal destapa nuevas contradicciones, pero los peritos del caso Bankia se reafirman: «No se dio una imagen fiel»

El pasado lunes comenzó la semana en la que los peritos designados por el Banco de España para investigar el caso Bankia declaran judicialmente para ratificar sus durísimos informes, en los que resolvían que las cuentas de la entidad desde su salida a Bolsa no reflejaban la imagen fiel de la misma. Es decir, que según su criterio básicamente se engañó a los millones de accionistas que compraron las participaciones en base a una contabilidad errónea o falseada. Pese a que ambos inspectores en todo momento han confirmado las mismas conclusiones que en los informes periciales, dos horas de interrogatorio con el fiscal de la Audiencia Nacional, Alejandro Luzón, han dado para encontrar varias vaguedades y contradicciones en los informes de los peritos del Banco de España:

Bankia

Bankia

– Cuando el fiscal ha resaltado el hecho de que había un seguimiento y control constante por parte de un equipo de inspección ‘in situ’ en BFA-Bankia y que éstos no detectaron las irregularidades contables, uno de los peritos respondió que para elaborar sus informes sólo se han tenido en cuenta los acuerdos de la Comisión Ejecutiva del BdE. Es decir, solo las decisiones de la cúpula del supervisor y no los borradores de informe de los equipos de inspección. Y aunque tampoco alertaron de nada, para los peritos, que en el BdE «que no dijesen nada sobre ciertas cuestiones no significa que las aprobasen», han señalado. Una cuestión un tanto espinosa, toda vez que es obligación del supervisor detectar y sancionar las conductas bancarias incorrectas.

Las compras «forzadas» de acciones que no lo fueron tanto. Especialmente llamativo me ha parecido la matización (casi una enmienda a la totalidad) que han hecho los peritos a uno de los asuntos más escandalosos encontrado en sus informes: El supuesto sostenimiento artificial del precio de la acción durante la salida a Bolsa gracias a empresas deudoras o vinculadas a BFA-Bankia. El fiscal les ha preguntado concretamente por el Grupo Mapfre (socio estratégico de Caja Madrid y Bankia desde hace años). Los peritos han respondido que no son «tan aventurados» como para señalar que ambas entidades se habían puesto de acuerdo de forma irregular de cara a la OPV, e incluso han reconocido que el hecho de que una compañía responda a la llamada de otra puede constituir un criterio profesional con sentido empresarial, desde el punto de vista de las relaciones de negocio entre las mismas. Es decir, que como es lógico y entendible era del máximo interés de Mapfre que la salida a Bolsa de Bankia saliera bien, y por lo tanto colaboró activamente en ello. Posteriormente, y en respuesta a la pregunta sobre cuál sería el porcentaje de participación de inversores institucionales adecuado, reconocieron no tener «ni idea. La CNMV fijó un 40% y se cumplió», añadieron. Ambos peritos admitieron además no tener experiencia ni conocimientos especializados en relación a las salidas a Bolsa. En relación a las empresas presuntamente refinanciadas a cambio de comprar acciones en la OPV, los inspectores reconocen que la propia Bankia niega que se hayan producido estas operaciones. Sorprendentemente le dicen al fiscal que les «llamó la atención» que hubiera empresas que sin razón aparente, y a pesar de sus problemas financieros, decidieran entrar en el capital de la entidad. «Efectivamente, no puede decirse que se las refinanciara a cambio de que fueran a la salida a Bolsa; no hay pruebas», añaden.

– En relación a las cuentas de Bankia previas a la salida a Bolsa, los peritos ratificaron sus conclusiones y explicitaron que en su opinión estaba constatado que era evidente que a finales de 2010 existía un deterioro conocido en la entidad. Se basan, entre otras cosas, en que la información a partir de la cual se reformularon las cuentas en mayo de 2012 ya estaba disponible entonces y era existente. También se basan en un acta del 12 de diciembre de 2011 en la que el entonces vicepresidente de Bankia, José Manuel Fernández Norniella, reconoce que la entidad tiene una exposición al riesgo inmobiliario de 20.958 millones de euros que serán necesario sanear en ese mismo ejercicio, si bien se estaba negociando con el BdE una dilatación y un fraccionamiento del mismo. Esto, unido a que ya se habían detectado préstamos refinanciados desde 2008, les lleva a considerar que había deterioros no contabilizados en las cuentas de BFA-Bankia.

El impairment, «un debate contable». En sus informes, los peritos destacaban que el hecho de que BFA tuviera que aceptar un fuerte descuento en el precio de las acciones de Bankia ocasionó el llamado impairment, una situación en la que las acciones en poder de la matriz están valoradas tan por encima del valor de mercado que se pone en cuestión la viabilidad de la misma porque los ingresos por las mismas se ven muy disminuidos. Algunos de los altos cargos de Bankia imputados alegaron en su defensa que la normativa contable permite no valorar a precio de mercado este paquete accionarial si no se prevé sacarlo a la venta. A preguntas del fiscal los peritos reconocieron que este segundo criterio es posible y entendible, ya que se trata de un debate contable legítimo. A preguntas sobre este mismo tema del abogado de UPyD, Andrés Herzog, los peritos afirman que en su opinión el efecto del impairment suponía una disminución de capital tan importante que no solo obligaba a BFA a recapitalizarse (hasta 5.000 millones de euros), sino que podía suponer su disolución.

– ¿La evolución de la economía no afecta al valor de los activos? Especialmente llamativa me ha parecido la afirmación de los inspectores del BdE referente a que la evolución macroeconómica en España durante la crisis no ha tenido una influencia sustancial en que las cuentas de BFA-Bankia necesitaran o no un saneamiento. Tal como me cuenta un catedrático de Economía, «resulta inaceptable en términos de evidencia empírica y desafía los principios más elementales de la economía financiera y de la empresa negar categóricamente la influencia de estas variables en la evolución del valor de los activos empresariales». Por ejemplo, ¿es lógico afirmar que un mercado laboral que pasa del 10% al 25% de paro no afectará a la calidad crediticia de los bancos? ¿Es eso creíble?

El impacto del rescate público a Banco de Valencia, «más cualitativo que cuantitativo». El fiscal Luzón especificó que no haría preguntas sobre la antigua entidad participada por Bancaja (y por tanto, por BFA-Bankia), si bien los propios peritos quisieron explicar que el posible deterioro causado tras el rescate de la entidad fue más «cualitativo que cuantitativo», en la medida que se mandó un mensaje negativo al mercado: La imposibilidad material de Bankia de rescatar con sus propios recursos al BdV, que acabó por necesitar una recapitalización de más de 6.000 millones de euros.

– También a preguntas del abogado Andrés Herzog, los peritos reconocen que si bien las cuentas no reflejaban la imagen fiel de la entidad, no se puede afirmar a partir de esto que la entidad fuera por ello necesariamente inviable.

La ‘confesión’ de De Guindos: reconoce que él cambió a Rato por Goiri y que el FROB «es» el Gobierno

La entrevista de este domingo en El Objetivo entre Ana Pastor y el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha dado varias respuestas esquivas, un puñado de preguntas y repreguntas que no han quedado en nada y un potencial falso testimonio del antiguo directivo de Lehman Brothers.

Rato y Goiri

Rato y Goiri

De Guindos ha sacado pecho ante la periodista de La Sexta sobre los éxitos de la reestructuración financiera en España y ha confesado que él fue el responsable de cambiar al equipo gestor en Bankia. Es decir, que suya fue la intervención decisiva que supuso la dimisión de Rodrigo Rato (el 7 de mayo de 2012) y la posterior llegada de José Ignacio Goirigolzarri (el 9 de mayo siguiente). Y tras ello, un rescate público con más de 22.000 millones de euros comprometidos.

Esta ‘confesión’ me parece especialmente relevante no solo porque reconoce que intervino para forzar la dimisión del presidente de una entidad que entonces, a todos los efectos, era privada (la nacionalización fue posterior), sino porque supone toda una contradicción respecto a lo que el propio ministro declaró en sede judicial a raíz del caso Bankia.

Tal como reflejó este periodista, a partir de la declaración testifical por escrito remitida a la Audiencia Nacional, el ministro De Guindos negó haber tenido nada que ver con la dimisión de Rato. Por aquel entonces lo máximo que se atrevió a reconocer es que aceleró las gestiones para que se resolviera la crisis de Bankia, toda vez que estaba recibiendo presiones en este sentido de organismos internacionales como el FMI, la Comisión Europea o el propio Tesoro de los Estados Unidos. Esta noche de domingo, sin matices, ha reconocido sin embargo que él es el responsable de quitar a Rato y poner a Goiri. ¿Hizo por lo tanto un falso testimonio en sede judicial (no olvidemos que los testigos tienen la obligación de decir la verdad, a diferencia de los imputados)? No soy yo quién para decidirlo, mucho menos.

El titular de Economía, para reivindicar su descubrimiento de escándalos financieros en las cajas, se vino arriba y reconoció también ante los espectadores que «el FROB es el Gobierno». A ver, es algo que muchos sospechábamos, pero en teoría, y solo en teoría, el FROB es un organismo público independiente, encargado de de gestionar con criterios independientes la reestructuración bancaria española.

Puede que para muchos las declaraciones de esta noche de De Guindos no supongan ninguna sorpresa. Para mi, al menos, sí.

Llegan las primeras alegaciones al informe de los peritos sobre Bankia: Las cuentas eran «perfectamente coherentes»

Apenas un mes después de que el informe de los peritos del Banco de España sobre las cuentas de BFA-Bankia diera un vuelco a la causa judicial que instruye el magistrado Fernando Andreu, llegan a la Audiencia Nacional las primeras alegaciones sobre el mismo. La verdad es que plantean serias y razonables dudas metodológicas y de fondo sobre muchas de las interpretaciones y conclusiones de los dos expertos independientes. No lo tendrá nada fácil el juez para tomar una decisión.

Torre Bankia

Torre Bankia

Especialmente interesante me parece la alegación presentada por la exconsejera de Bankia Araceli Mora, algo de que lo ya se ha hecho también eco Jorge Zuloaga en Expansión. Interesante porque ella fue la única consejera que se negó a avalar la reformulación de cuentas aprobada por Goirigolzarri el 25 de mayo de 2012 (que pasaba las cuentas de 2011 de un beneficio de unos 300 millones a pérdidas por más de 3.000) y porque es una de las mayores expertas españolas y europeas sobre materia contable (es catedrática universitaria en esta materia). El texto que sus abogados han solicitado que se incluya a la instrucción es por tanto el de una especialista con tanto conocimiento sobre la materia (o más) que los propios inspectores.

Ya existían unas cuentas previas: Para empezar, esta exconsejera sitúa lo que ella considera que es la responsabilidad de cada uno. Así, explica que cuando llegó a la entidad (el 16 de junio de 2011) ya existían unas primeras cuentas auditadas previamente por Deloitte (correspondientes al primer trimestres de 2011) y, presumiblemente, avaladas tanto por los órganos de control internos, como por expertos independientes y los propios reguladores. Estas primeras cuentas ya habían servido además «para la conformación de los estados contables incorporados al folleto de emisión previo a la salida a Bolsa de Bankia», argumenta. Es decir, que los nuevos administradores independientes llegados a Bankia con la salida a Bolsa ya debían trabajar sobre unas cuentas, en teoría, sólidas y visadas, y todas las cuentas que habrían de llegar posteriormente a la fuerza deberían guardar una cierta coherencia con las mismas. No olvidemos que para conformar estas primeras cuentas se contó con la ayuda de dos entidades independientes como Analistas Financieros (AFI) y BDO, además de la propia Deloitte.

¿Quién hizo las cuentas y quién debió haber detectado los errores? Especialmente interesante es también la alegación que la exconsejera Mora desarrolla sobre las posibles responsabilidades de unos y otros acerca de la elaboración de las cuentas y la posible detección de errores en las mismas. Los peritos apuntaban a que los administradores y gestores tenían la experiencia y capacidad de detectar si los deterioros crediticios eran mayores de los realmente reflejados. Sin embargo, tal como explica esta antigua administradora de Bankia, no estaba entre sus atribuciones «clasificar los créditos ni calcular su potencial deterioro, ni por supuesto hacer tasaciones de inmuebles». Era esta una responsabilidad en todo caso de los departamentos de Auditoría Interna, Intervención General y Seguimiento y Recuperaciones. Curiosamente, y tal y como resalta esta académica en su escrito, estos departamentos internos no sufrieron cambio alguno* entre la formulación de cuentas del 28 de marzo y la reformulación del 25 de mayo. El único cambio entonces fue en el comité de dirección, con la llegada del presidente José Ignacio Goirigolzarri y su mano derecha, José Sevilla. En todo caso, dice, los errores en las cuentas los cometerían estos departamentos, y era responsabilidad de los consejeros el comprobar si las cuentas en su conjunto guardaban coherencia con los datos, en relación a las cuentas presentadas anteriormente y después de haber conocido las conclusiones de los auditores. «Muy sorprendente» en este sentido es a su entender, además, que los peritos en su informe no mencionen entre quienes presuntamente podrían no haber detectado los errores contables que ellos sí detectaron a los miembros del equipo de inspección del Banco de España empotrado en Bankia. Y es que tal como muestran los informes de entonces y tal y como declararon sus responsables ya en sede judicial, los inspectores que trabajaban diariamente en una planta del banco consideraban que las cuentas presentadas y formuladas por la entidad eran fundamentalmente correctas y estaban ajustadas a la normativa. De esto mismo más o menos hablé yo en un anterior post; y es que el BdE ha estado detrás de todo lo ocurrido en BFA-Bankia desde el principio, lo que provoca una especial sorpresa si de lo que hablamos es de unas cuentas falseadas.

Según Deloitte, la entidad estaba «¡sobreprovisionada!». Uno de estos misterios que no sé si llegaré a entender algún día. Resulta que en las alegaciones presentadas por Deloitte en relación al expediente abierto por el ICAC ante su supuesta falta de independencia en BFA-Bankia (ya que auditaba y a la vez hacía labores de asesoría), la firma auditora explica que las carteras de créditos de Bankia a 31 de marzo de 2011 y a 30 de junio de 2011 no solo no estaban mal contabilizadas, sino que a la luz de las exigencias regulatorias de entonces y de los datos que se conocían, estaban incluso «sobreprovisionadas». Es decir, que al contrario que lo que concluyeron los peritos en sus informes, entonces el ladrillo de Bankia estaba valorado incluso por debajo de lo que era estrictamente legal. Otra de las afirmaciones que se ponen en cuestión es la de que las valoraciones de las carteras inmobiliarias en Bankia no estaban actualizadas, lo que según los peritos llevó a que estuvieran sobrevaloradas. Pues bien, según consta en la alegación de la propia Deloitte (que curiosamente luego suscribió la reformulación) los «activos correspondientes a inmuebles se habían valorado en un periodo de tres a seis meses anteriores» y por tanto provisionados o reclasificados de acuerdo a estas valoraciones.

Las cuentas que ahora se cuestionan eran «perfectamente coherentes». La antigua consejera independiente de Bankia asegura que tanto el auditor como la propia Comisión de Auditoría y Cumplimiento (CAC) a la que pertenecía consideraban que las cuentas relativas al ejercicio 2011 (que posteriormente fueron reformuladas por Goirigolzarri) eran «perfectamente coherentes con la información auditada de partida». Esto puede parecer una chorrada, pero es básico que las cuentas, los deterioros y las provisiones de una entidad financiera guarden cierta coherencia y una evolución lógica (por muy negativa que sea) en el tiempo. Por ejemplo: es lógico y coherente que el deterioro (y por lo tanto las pérdidas) de una cartera crediticia tan grande como la de Bankia evoluciones más o menos en paralelo a la del conjunto del sector bancario, o de sus principales competidores. Una evolución muy distinta, tanto para un lado como para el otro podrían ser signos de un exceso de optimismo o de pesimismo en las valoraciones de esos créditos. Por contra, Araceli Mora explica que, tal como la propia Deloitte señaló ante el ICAC, «el incremento de activos dudosos de Bankia-Bancaja durante el segundo trimestre de 2011 se encontraba alineado con el crecimiento de activos dudosos experimentado por el sistema financiero español en dicho periodo».

En resumen, la conclusión es similar a la que mantuve yo desde que conocimos los informes de los peritos: Que si lo damos por bueno, es gravísimo lo que afirman, ya que no se trataría tan solo de un falseamiento de las cuentas de BFA-Bankia desde su misma creación, sino que implicaría necesariamente la colaboración por acción y omisión de decenas de organismos y entidades independientes, así como de cientos de personas. Queda poco para que los peritos comparezcan ante el juez y puedan testificar, ratificar sus argumentos y ser sometidos a preguntas de las partes. Ese sí que será un momento decisivo en esta instrucción (me temo).

*EDITO: En realidad, con la llegada de Goirigolzarri sí que hubo cambios en departamentos internos de BFA-Bankia. En concreto, los directores de Auditoría Interna y de Riesgos fueron cesados el 16 de mayo de 2012. Además, cabe aclarar que el interventor de Bankia llegó a la entidad en agosto de 2011, después de la salida a Bolsa. Es decir, que las cuentas visadas por éste no tenían relación con las anteriores.

La ampliación de capital del Santander: Una obligación de los mercados y un varapalo para los test de estrés del BCE

Pasado este mediodía la CNMV cancelaba temporalmente la cotización de las acciones del Banco Santander. El motivo: evitar especulaciones y movimientos con información privilegiada ante el inminente anuncio de una ampliación de capital de 7.500 millones de euros. Esta operación, que se realizará por medio de una venta acelerada (en pocas horas se debería llevar a cabo) supondrá incrementar en alrededor de un 10% el capital principal de la entidad presidida por Ana Patricia Botín.  ana botin

Así a bote pronto, diría que la ampliación supone un primer cambio en la dirección tras el nombramiento del nuevo consejero delegado, José Antonio Álvarez. Todo nuevo alto cargo quiere dejar su impronta y ésta no ha sido la excepción: Se asume que hace falta nuevo capital para aumentar la solvencia del banco y se restringe la política de dividendos, que se reduce nominalmente un 66%, si bien ahora se pagará en efectivo, y no en acciones como hasta ahora.

No deja de llamarme la atención que el Santander, el banco más grande y poderoso de España, vaya a emprender esta enorme ampliación de capital apenas dos meses después de que los test de estrés realizados por el BCE dijeran que la entidad estaba perfectamente capitalizada en sus cuentas referentes a 1 de enero de 2014 (11,05% en el escenario base y 8,95% en el escenario adverso). Y apenas dos meses después de que la propia entidad publicara que gozaba de «elevados ratios de solvencia, apalancamiento y liquidez» (11,44% de CET1 a 31 de septiembre de 2014, ver pantallazo).

SAN

 

Es decir, que mientras públicamente la entidad decía al mundo que la entidad gozaba de una solvencia de Champions League, lo que realmente ocurre es que los inversores mantenían serias dudas al respecto y han forzado de una manera indirecta a que los nuevos gestores reconozcan la realidad: Que para estar en línea con los principales competidores y por lo tanto ni verse penalizados hacía falta recapitalizarse y pasar por caja.

Como ha apuntado el compañero Nuño Rodrigo, de Cinco Días, en su twitter, ya había unas ciertas sospechas previas, toda vez que Santander fue el único gran banco que en sus últimas cuentas no publicaba todos los datos de capitalización principal (aquellos recursos internos más líquidos, pensados para protegerse de las pérdidas).

Hace unas semanas escribí un post sobre la aparente discrepancia entre las cuentas consolidadas que publican Santander y BBVA y las oficiales que presentan ante la patronal AEB. Este nuevo capítulo parece incidir en esa tendencia de nuestros campeones nacionales de mostrar siempre solo su cara más fotogénica. No es la mejor de las prácticas, en mi opinión.

Un buen dato del paro, aunque queda mucho por hacer

El mayor descenso anual del paro desde 1998. El Ministerio de Empleo acaba de hacer públicos los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social y la verdad es que los datos son casi incontestablemente positivos. Y es que el mes de diciembre deja 64.405 desempleados menos en los servicios de empleo y 253.627 menos respecto a diciembre de 2013.

Los afiliados también dan un subidón y crecen un 2,55% en el conjunto de 2014 (un 0,48% en el último mes). Son datos, en su conjunto, buenos, como ya he dicho: Siempre es mejor que se rompa definitivamente la tendencia de destrucción continuada del empleo y que, por el contrario, se consolide una cierta creación de nuevos puestos de trabajo. El problema, ahora, será mejorar la calidad de estos nuevos puestos.

Y es que el problema que está aún por resolver (además de las enormes bolsas de desempleo pendientes) es el de la calidad en la contratación. Estamos resolviendo el problema del paro, sí, pero solo en parte y de una forma precaria. Los nuevos contratos están siendo muy mayoritariamente temporales, y aquellos que no lo son en buena parte sufren altas dosis de precarización: contrataciones a tiempo parcial involuntarias, obras y servicio, autónomos forzosos, contratos de becarios perpetuos… no son precisamente los mimbres mejores para pensar en una sociedad próspera y segura en el medio, largo plazo.

Así que por mi parte un mensaje al Gobierno: Ninguna satisfacción ni motivo para relajarse. El problema del paro no se ha resuelto, y además queda mucho (muchísimo) por hacer.