Todo es coyuntura Todo es coyuntura

La vida tiene mil detalles. Ninguno permanece… por suerte o por desgracia.

Medidas contra la alta contaminación

Después de varias reprimendas europeas y de años de retrasos para tomar medidas, por fin el Ayuntamiento de Madrid pondrá en marcha un protocolo de actuación cuando la contaminación sea insoportable.

Tráfico en la M-30

Atasco de tráfico en la M-30. FOTO: Jorge París

Preaviso, aviso, alerta… varios niveles en función de los altos índices dióxido de nitrógeno que se generan principalmente por el exceso de tráfico… y la ausencia de lluvia.

Las medidas extremas pueden llegar a niveles tan serios como limitar la circulación de los vehículos al 50% en las calles de la almendra central y a los que circulen por la M-30.

Negro sobre blanco parece todo muy sensato. Pero visto lo visto hasta el momento y lo caótica que podría llegar a ser la adopción de estas medidas, no veo yo el día en el que se lleguen a aplicar.

Antes es capaz Botella de bombardear las nubes o de ponerse a cantar con tal de que llueva para disipar la boina.

Operación Chamartín… de nuevo

Distrito Castellana Norte

Recreación del proyecto urbanístico Distrito Castellana Norte.

Veinte años no son nada. Los que han pasado desde Fomento, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid pergeñaran una macrooperación urbanística para dar uso a más de tres millones de metros cuadrados semiabandonados al norte de la Plaza de Castilla.

Distrito Castellana Norte

Localización de Distrito Castellana Norte

Tras muchos intentos, con dirigentes de todo color y pelaje, los próceres implicados en la operación anuncian ahora –de repente– que se retoma el proyecto.

Ya no se llamará Operación Chamartín, sino algo más modernuqui: Distrito Castellana Norte. Pero en esencia es lo mismo, lo previsto hace cuatro lustros: construcción de miles de viviendas, muchas zonas verdes, equipamientos sociales, un centro de negocios, paradas de Metro, de Cercanías y la guindita de una vía ciclista, que siempre queda muy mono.

Todo ello, a desarrollar ¡en 20 años! Otros veinte años no son nada…

Los vídeos del PP

No, no nos hemos recuperado aun del impacto de vídeo de los tótems de PP. Ese en el que se reúnen en torno a una mesita para contarnos lo bien que lo han hecho y lo mucho que les queda por hacer.

Tras este golpe de efecto de Rajoy y los suyos, llega ahora Ana Botella con el cortometraje Momentos Madrid en el que nos muestran los parabienes de los tres años de gestión municipal de la señora alcaldesa; la bonita historia de un argentino retornado a Madrid que redescubre las maravillas de la ciudad (Ojo, casi 14 minutos, si tenéis ganas y tiempo de verlo).

Cutrillo. Idea, guion e interpretación del mejor equipo de aficionados. He visto cortos de chavales de mejor factura. Menos mal que este producto #paramayorgloria se habrá pagado a cargo del presupuesto del Grupo Municipal de PP… supongo.

Como reza el eslogan del spot de Rajoy, al PP aun le «queda mucho por hacer»… fundamentalmente encontrar una buena agencia para sus vídeos de autobombo.

La mentira de Teresa

Vaya por delante que celebro la recuperación de Teresa Romero y alabo su fuerza tras superar el ébola.

Quizá fue esta situación tan extrema, quizá fue ese momento de debilidad física y psicológica lo que le llevó a mentir cuando aseveró que sí informó a su doctora de que había atendido a pacientes con ébola y había rebasado un umbral crítico de fiebre. No era verdad, ni lo uno ni lo otro, tal y como ahora ha reconocido en un acto de conciliación para evitar una querella de la médico.

Teresa Romero

Teresa Romero, a su llegada al juzgado. FOTO: Juan Carlos Hidalgo / EFE

Teresa pudo dar una explicación incorrecta en un primer momento, confusa cuando el virus recorría sus entrañas. Pero lo que no es de recibo es que una vez recuperada, ella y su marido insistieran en la falsa versión en platós de TV a golpe de talonario.

Las mentiras tienen las patas muy cortas, te llames Bárcenas, Granados o Romero. Y a todos pasa factura.

Meses de patos cojos

En argot político se usa la expresión «pato cojo» para referirse al dirigente que está en el final de su mandato y que probablemente no volverá a ser reelegido. Y lo que es más significativo, esta ‘discapacidad’ se traduce casi siempre en dificultad de movimiento, es decir, los patos dejan de correr y sus tareas se pudren en el comedero.

Ana Botella e Ignacio González

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y el presidente de la Comunidad, Ignacio González. FOTO: Ballesteros / EFE

Recién estrenado el año, las grandes administraciones madrileñas se parecen bastante a una granja de patos cojos. Quedan apenas cuatro meses de legislatura y muchas de las promesas que nos hicieron patos y patas se quedarán en el saco de los deseos.

Serán meses de transición para no meter la pata, para hacer solo pequeños guiños que puedan asegurar un puñado de votos a su propia prole. Y lo gordo, si eso, que lo resuelva el que venga por detrás con las dos patitas bien fornidas.

Ideas de sol y sombra

Cento de convenciones Cuatrro Torres

Agujero destinado a los cimientos del Centro de Convenciones de Madrid, bajo las Cuatro Torres. FOTO: Jorge París

Con dinero y sin crisis todo son buenas intenciones e incluso despilfarro. Así fue en 2007, en plenas vacas gordas, cuando el por aquel entonces alcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón vendió a bombo y platillo el proyecto de construcción de un mega centro internacional de convenciones en un gran solar a espaldas de las cuatro torres de la Castellana: un edificio circular con forma de sol de 120 metros de altura y 70.000 metros cuadrados de superficie.

Y al poco llegaron los nubarrones de la desaceleración, la tormenta de la crisis y el sol no solo se escondió, sino que no llegó asomar en el horizonte. Tan solo quedó un deslumbrante agujero en la tierra, los cimientos del aparcamiento del gran edificio.

¿Y qué hacemos ahora con este desaguisado?, se preguntó el Ayuntamiento. Entonces se devanaron los sesos: hagamos unas dependencias municipales, espacios de ocio y centros comerciales. Lo de siempre, vaya.

Camarero, póngame otro sol y sombra, que el cerebro no me da para más.

Palabras gruesas

 

Niño en El Gallinero

Un niño con bolsas de chuches, en el poblado chabolista del Gallinero, en Madrid. FOTO: Jorge París.

 

«Es falso que hay niños desnutridos. El principal riesgo que tienen los niños de la Comunidad de Madrid en malnutrición es la obesidad«. Palabras dichas por el presidente regional en plena Asamblea de Madrid.

El señor Ignacio González lo soltó y se quedó tan ancho, nunca mejor dicho. Y no se le ocurrió ni por un momento recapacitar y pensar que sí, que puede haber niños obesos por culpa de una malnutrición (se puede comer mal y tener exceso de peso).

Pero, señor presidente, por muchos niños obesos que pueda haber por una alimentación inadecuada o por ingestas desmesuradas, tantos más habrá que estén malnutridos por no poder hacer al menos tres comidas al día.

Y mientras haya niños que sufran esta situación –que seguro no son cientos sino miles– no vale llenarse la boca con palabras gruesas de este calibre.

El Canal hace aguas

Pocos bienes son más de todos los madrileños que el Canal de Isabel II, con más de un siglo y medio de existencia.

No valen estrategias de economía financiera para intentar pseudoprivatizar esta empresa pública.

No es potable que nos vendan una emisión de bonos por valor de 500 millones de euros con la excusa de amortizar préstamos bancarios, cuando el Canal cierra el ejercicio de este año con unos beneficios de 202 millones.

Canal de Isabel II

Depósito del Canal de Isabel II en plaza de Castilla.

Señores gestores del Canal, con el agua no se juega. En el caso de que de verdad hicieran falta ingresos, súbannos de manera razonable la factura.

Y no jueguen con la misérrima bajada del 0,1% del recibo para el año próximo. Una bajada de tarifas –en año electoral, por cierto– tras habernos subido el recibo un 7% en lo que va de legislatura.

Todo en el Canal hace aguas y lo que necesitamos es que la gestión sea limpia y cristalina.

Aficionados a la violencia

Ultras

Grupos de violentos, en una pelea en el entorno de Río Manzanares.

Se hacen llamar a sí mismos aficionados al fútbol. Hay quien dice que son los seguidores más acérrimos de sus clubes. Los ultras de los equipos de fútbol llevan años campando a sus anchas por los estadios. A veces incluso con ubicaciones preferentes en las gradas y con descuentos en el precio de las entradas.

Pero no nos engañemos; estos no son ni de lejos aficionados al fútbol, ni amantes del deporte, ni siquiera fieles seguidores de los equipos a los que dicen defender. Son simplemente delincuentes, personas violentas que buscan la zona oscura del deporte, la amenaza y la violencia gratuita, escudándose en el fútbol como se podían parapetar en cualquier otra afición.

No merecen ni un minuto más en ningún campo de España. Si quieren seguir amenazando, insultando y pegando, que lo hagan… pero en el turno de patio de Alcalá-Meco.

Disputas de mediohombres

Blas de Lezo

Blas de Lezo, vestido con el uniforme de teniente general de la Armada.

Cuando el diablo no tiene qué hacer, con el rabo mata moscas. El alcalde de Barcelona se ha puesto hecho una furia porque el Ayuntamiento de Madrid ha instalado una estatua en honor a Blas de Lezo, marinero del siglo XVIII, apodado el ‘mediohombre’ por haber acabado sus días sin un ojo, un brazo y una pierna.

Dice el alcalde Trías que el almirante bombardeó la capital catalana hace 300 años y que esto es motivo suficiente para retirar la estatua. Con todo el lío que debe tener un alcalde, preocuparse por este detalle debe ser tarea prioritaria.

Mientras, responsables del Ayuntamiento de Madrid, e incluso de la oposición, le han pedido rápidamente al alcalde de Barcelona que reflexione sobre su propuesta e incluso le invitan a que abandone su «provincianismo».

Políticos hechos y derechos metidos en disputas de mediohombres por un trozo de piedra. Así nos va.