Lo mejor del tenis mundial

Archivo de enero, 2009

¿Federer o Nadal? Una nueva era, en juego

Vuelve una gran final. De campanillas. Un partidazo nos espera en las antípodas. Nadal contra Federer. El Open de Australia corona a su campeón. ¡Cuantos nervios!

El pronóstico es bien incierto ¿Ganará Nadal o Federer? El corazón me dice que ganará Rafa; la cabeza, Roger.

Creo que estamos en un partido crucial. No sólo está en juego un torneo muy importante, uno de los cuatro grandes. Sería el primer Grand Slam para Nadal en pista rápida. Y el número 14, en total, para Federer. Igualaría así la marca suprema de Pete Sampras. Ambos se juegan mucho.

Tanto que me atrevería a decir que lo que está en juego es la nueva era del tenis mundial. Si Nadal se sobrepone al esfuerzo titánico del partido contra Verdasco (5 h y 14 minutos) y vence a Federer, lo habrá tumbado (casi) para siempre. Noqueado. Coco comido para los restos. Nadal enlazaría tres victorias imponentes sobre el elegante suizo: Roland Garros, Wimbledon y Australia. Tres superficies: tierra, hierba y pista dura. Tras arrebatarle el número 1 en agosto, el golpe moral definitivo.

Federer tiene una oportunidad histórica de resarcirse del mal manacorí que le azota en las últimas temporadas (12-6 en su cómputo particular para Nadal), aunque su rivalidad sea muy sana. Son excelentes deportistas. Dos caballeros. Federer no disputa sólo un gran título. Su mente, su ilusión, sus ganas estarán en vilo en la pista.

Sabe bien que este encuentro es crucial para su futuro. Que si gana a Nadal se meterá de lleno en la reconquista de su trono. Podrá pensar que Nadal no es invencible para él. Que puede volver a ser el rey. Pero si cae, ¡Ay si pierde! También sabe que le costará mucho más reponerse.

Veremos quien aguanta mejor, si las piernas a Nadal o la cabeza a Federer. Seguro que será un espectáculo superior. Siéntense y disfruten.

Le encantan la LOVG, Messi y los cookies

Como os decía en otro post, Rafa Nadal se ha desnudado en su blog de la edición on line del diario Herald Sun de Melbourne. Ahí van otras de sus confidencias a los internautas.

¿Messi o Cristiano? Su futbolista ideal ahora mismo es Leo Messi, aunque le encanta Cristiano Ronaldo.

Le chiflan los musicales. «En Nueva York siempre intento ir. En 2008 vimos El Rey León«.

Música preferida. Escucha un montón para distraerse. Muchísima música en español, sobre todo de La Oreja de Van Gogh, de quienes tiene todos los discos. Espera ir a verlos a un concierto «pronto».

¿Qué echa más de menos? La isla de Mallorca. «Creo que es el mejor lugar del mundo».

¿Qué lee? El niño con el pijama de rayas.

Le gustaría…Ser compañero de Federer en dobles en el futuro. «Sería muy divertido. Se lo preguntaré».

¿Qué le mola un montón? El helado de nata con cookies.

¿Un deseo? «Que no haya guerras».

Ídolos. Admira a su tío Miguel Ángel, jugador de fútbol que jugó en el Barcelona, en el Mallorca y en la selección.

¿Juega al fútbol? “Siempre que puedo. Y si no puede hacerlo físicamente pues en el mundo virtual con la Pro Evolution Soccer”

¿Equipo preferido? Real Madrid. De los extranjeros «el Manchester United».

Jugar en el infierno

Nadal tomará buena nota de lo que le ha sucedido a Djokovic. Tuvo que retirarse por el calor sofocante con calambres en brazos y piernas. Tras aplicarse hielo y masajes periódicamente tiró la toalla. En Australia es verano y las temperaturas, un horror. El termómetro anda por encima de los 50º centígrados. Y en momentos puntuales vimos el mercurio por encima de los 60º.

En esas circunstancias y con un esfuerzo máximo, los organismos se resienten. Incluso para una máquina física (casi) perfecta como es Nadal. O Verdasco. Es luchar contra el contrincante y contra los límites del propio cuerpo. A Rafa le toca el turno de tarde. Y si hace sol, tendrá un rival añadido en la pista. Deberá comer bien, hidratarse mucho, beber abundante agua, poco a poco y continuadamente.

Seguro que lo vemos con un platanito al lado. Le dará bocaditos, como siempre. Pero está vez será muy necesario su aportación. Es un alimento rico en potasio, hidratos y glucosa. Le sirve para evitar rampas, dosificar el sudor y alimentarse.

Todo ello muy necesario en la dura batalla por meterse en las semifinales. Enfrente tendrá al francés Gilles Simon, en la Rod Laver, sexto cabeza de serie. El tenista mallorquín tiene un balance de dos victorias a uno frente al galo. Ya le ganó el año pasado en Melbourne. Pero es un muy buen jugador. Prueba de ello es que el francés batió a Nadal en las semis del último Masters de Madrid por 3-6, 7-5, 7-6.

Nadal está estupendo en Australia. Parece haberse recuperado fantásticamente bien de la lesión y no ha cedido un set en el torneo. Es su primera gran prueba de la temporada y dice que está jugando a mejor nivel que en el 2008. A ver qué ocurre. Siguiendo la filosofía de Rafa: punto a punto, hasta el final.

El Matador contra Mano de Piedra

Ha pasado casi medio año. Y Rafa Nadal vuelve a verse las caras contra Fernando González. O lo que es lo mismo el Matador contra Mano de Piedra. La última vez que jugaron fue de muy grato recuerdo para Rafa. Fue en Pekín en el duelo por el oro en los JJOO. Un partido para la historia. Nadal arrolló al chileno en tres sets y tocó el cielo olímpico.

El balance favorece al tenista mallorquín por 4-3, quien ha ganado los últimos tres enfrentamientos. Pero González llega a los octavos del Open de Australia con muchas ganas de revancha. En cuartos de este mismo torneo ya apeó a Nadal hace dos años. Rafa tendrá que vigilar especialmente la derecha del chileno, diabólica y potente si le entra. Por el contrario, González tiende a tener bajones mentales que le hacen irse del partido o lanzar la toalla en algunos juegos.

El de Santiago de Chile espera con ganas el match. “Ahora estoy entusiasmado de jugar contra Rafa. Es un Grand Slam y una ocasión ideal para enfrentarme con el número uno del mundo. Hay que luchar y afrontar lo que viene, este deporte es así».

Nadal también elogió a su contrincante: «Fernando es un jugador peligroso. Vendrá con una confianza inmensa (tras ganar a Gasquet en 5 sets), por lo que habrá que estar muy atento, jugar muy agresivo y a ver si puedo tener un gran día e intentar ganar. Tiene una gran derecha, un gran saque, y juega con mucha garra”

Rafa Nadal, muy confidencial

Mientras se disputa el Open de Australia, donde Rafa Nadal avanza como un ciclón, contesta a los internautas del planeta en un blog en el la edición digital del diario Herald Sun de Melbourne. Desvela algunos secretos. Éstas son algunas de sus respuestas:

Sexo antes de los partidos. «Cada jugador debe saber lo que le conviene más para estar en forma al día siguiente».

¿Qué es lo que más le gusta? Le encanta «ir a pescar con los amigos, jugar al golf y… las galletas». Si son de chocolate mejor.

Sobre Albert Costa. «Es un gran tipo. Todos tenemos una gran relación con él. Nos conoce y nos entendemos perfectamente. Es un gran capitán» (para el equipo español de Copa Davis).

Su relación con los lectores. Esta encantado, pero reconoce que “esto no es fácil para mí porque no soy escritor, ni mucho menos».

Suspendió gimnasia “Me catearon porque no podía asistir a todas las clases al coincidir con los entrenamientos. Alguien debería ir ahora a la profesora y preguntarle, ¿no?».

Si no hubiera sido tenista…”Me hubiera gustado ser futbolista” Es un fan del Real Madrid y reconoce que este año “será muy difícil batir al Barça”.

Una anécdota: Un día se dejó olvidado un trofeo en un taxi mexicano y desde entonces busca la forma de encontrar una copia.

Mejor pasta para Nadal

Se ve que las instalaciones del Melbourne Park, que acoge el Open de Australia, se habían quedado obsoletas después de 20 años. Los tenistas se quejaban de vestuarios donde se amontonaban los jugadores, de la mala comida y de que tenía unos baños y un gimnasio inadecuados para un torneo de postín.

Para que todos estén contentos, los jugadores y el séquito que les acompaña, la organización se puso manos a la obra para emprender una remodelación integral y modélica. Y evitar así una nueva oleada de críticas.

Para ello han invertido más de tres millones de dólares. Según un alto cargo del torneo, en declaraciones al Times, la remodelación incluye un “restaurante para jugadores completamente nuevo, con buenos muebles y un área de lounge bar con muchas televisiones con pantallas de plasma. Y nuevos vestuarios y servicios. La zona de cocina para preparar la comida, mejor y más grande. El menú, más amplio «¡Esperemos que la pasta -que comen la mayoría de tenistas- se elabore a la perfección!», subrayó.

Con estas mejoras ¿veremos más epectáculo en la pista?

Rafa cambiado; Nadal tuneado

En este inicio de curso hemos visto signos de que Rafa Nadal ha cambiado. Uno es muy claro: exterior. Otro se intuye: interior. Se podría decir que a Nadal -la imagen de marca- lo han retocado. Y que Rafa, el ser humano-tenista, está en proceso de búsqueda de sensaciones (unas nuevas, otras antiguas). Retos distintos con la misma obligación: ganar. Él lo ve todo más práctico, desde la calma: «No creo que haya sido un principio de año complicado. Es normal, llevo dos meses y medio sin competir y me cuesta un poco coger el ritmo». Quizà sólo sea eso.

El tuneo de Nadal

Evidente. Le han cambiado la ropa. Es un cambio de vestimenta que obedece a los designios de Nike. La multinacional que ha hecho de Nadal un icono universal decidió el año pasado que necesitaba un cambio de look. Más serio, de hombre, de campeón sereno y maduro. Más al estilo Federer. Ya lo intentó en el US Open, en setiembre de 2008. Halló resistencia en Nadal y se pospuso la puesta de largo.

Me parece que Nadal está incómodo en ese corsé. No acaba de sentirse a gusto. Es como cuando te ponen el traje de la primera comunión. No sé si, por exigencias de contrato, podría desnudarse y volver a la equipación de sus orígenes. La verdad es que lo agradecería. Su camiseta sin mangas, su pantalón pirata le iban como anillo al dedo. Un guerrero de la raqueta, un espíritu indomable, un ganador. Un tanto corsario, un tanto rebelde. ¿Por qué narices le han tocado el atuendo si solo tiene 22 años?

El cambio de Rafa

Me baso en tres hechos.

a) Esta expresión en un rostro impasible. Muestra algo diferente a los que nos tenía acostumbrados ¿Hastío? ¿Tristeza? ¿Impotencia? La verdad es que nunca lo vimos así. Quizá la cámara de AP le captó en instante inoportuno. La cábala, entonces, es magna. Pero aunque fuera por un momento, parece insólito. Nos había habituado al rictus templado, a la concentración máxima. Únicamente dejaba ir un gesto, siempre de júbilo, al final de partido revolcándose por la pista y brincando después para abrazarse con los suyos en los grandes acontecimientos. Primero, el respeto al rival. Después las emociones. Aquí se le escaparon.

b) Los resultados. Ha perdido dos partidos de cinco. En competición, sólo uno. Cierto. Eso le ha creado un nuevo horizonte: la derrota seguida (un par en apenas una semana). Tras caer con Monfils en Doha declaró que iba a quedarse en Qatar para entrenar duro. Tuvo buenas sensaciones, con todo. Y son fundamentales para batirse en un Abierto de Australia que aún no está en sus vitrinas. Ése es Nadal: portento físico con una mentalidad infalible. Por eso vence.

c) Su nuevo universo tenístico. Acaba de estrenar un nuevo rol: la defensa del número 1. Siempre había dicho que se sacudía la presión al entrar en la pista, acompañado por el calor del público y por su objetivo inmediato: ganar el encuentro en juego. Ahora no lucha por ser el mejor, por escalar hasta llegar a lo más alto. Lucha por conservarlo. Antes era una lucha plural, la de los aspirantes. Ahora es singular, la del campeón. También ha cumplido ya parte de sus retos: cuarto título en Roland Garros, primer Wimbledon, oro olímpico…y uno inesperado, fuera de las pistas: el premio Príncipe de Asturias. Por muy bien dirigido que esté Rafa, que lo está desde su tío Toni hasta toda la familia, lo vivido, quieras o no, te cambia.

Nadal hace flexiones cuando se pone ‘nervi’

Hay muchas maneras de matar la impaciencia. La de Nadal es peculiar. Cuando Rafa tiene algún desasosiego o se pone nervioso, tira de bíceps y de músculos. Para neutralizar la química de los nervios le da a la física. Por lo menos así lo hacía cuando era (más) joven. ¿Se lo imaginan en el vestuario? Por ejemplo, en el Open de Australia que ahora disputa.

Su profesora de lengua en la ESO lo confesó en un reportaje de la televisión autonómica de Baleares. Rafa, de viaje muy a menudo, hacia pellas forzosas cuando le tocaba competir. Ante la cercanía de los exámenes, pidió a la maestra que le diera unas clases en casa de las funciones sintácticas. Allí saltó la sorpresa. Rafelet, harto ya de verbos, preposiciones, sintagma nominal y demás, solicitó permiso para levantarse. Y, ni corto ni perezoso, se aplicó con ahínco con las flexiones. Uno-dos, uno-dos, uno-dos…Arriba y abajo. Luego, otra vez a darle a las letras.

Tal vez, los nervios le venían también por la exigencia de su mamá, muy rigurosa con sus obligaciones estudiantiles. Hasta el punto que Nadal se perdió un Roland Garros júnior porque coincidía con los exámenes.

Cuando la profesora se quedó realmente sorprendida fue en la propia clase. Los alumnos debían exponer un trabajo. Un compañero de Rafa no se arrancaba. Tardaba mucho en iniciar la exposición. Pues allí saltó Rafa en medio de sus compañeros a darle nuevamente a las flexiones. Casi nada. El campeón adolescente Nadal mostrando su poderío para calmar los nervios.

La costumbre aún la conserva. En algún video de youtube, en los que sale jugando a la play con Moyá, Zabaleta y Cia. se le ve, de repente, en el suelo haciendo flexiones. ¿Pagaría una apuesta por perder? ¿Estaría en plena recuperación de la calma? En todo caso, es un buen sistema para superar las turbaciones: económico y sano. Eso sí, soprendente.

Rafa Nadal «Estoy feliz de ser español»

Me hago eco de una entrevista insertada en la página oficial de Rafa Nadal hecha por Ana Romero y publicada por El Mundo el fin de semana pasado. Rafa ha hecho gala de ser uno de nuestros mejores embajadores. He aquí la explicación que da a su sentimiento:

«Yo no sé muy bien lo que comunico, esas cosas no las pienso, pero lo que sí sé es que la imagen de los españoles en el mundo es la de buena gente. Creo que es gente querida. Estoy feliz de ser español», afirma Rafa (para nosotros) o Naddaalll (para el resto), el número uno del tenis mundial en cualquier caso. «Creo que somos gente normal y educada, mucho más que en otros sitios. Yo que viajo mucho lo veo. Me pasan cosas alucinantes. Te metes en un ascensor y dices ‘hola’ o ‘buenas noches’ si hay otra persona. En muchos sitios del mundo ni te contestan, ni te miran a la cara. A mí me da rabia. Yo siempre insisto. ‘¡Hello!’ Esto en España no pasa».

La entrevista es muy interesante. Puedes leerla completa aquí.

Nadal, una pésima estadística en 2009

En las dos semanas que llevamos de esta temporada la estadística de Nadal es muy mala. Cinco partidos, dos derrotas. Un 40%. Atendiendo a la competición oficial, los números mejoran un poco: dos triunfos y una derrota (33%) en Doha. En el torneo de exhibición de Abu Dhabi ganó un encuentro y perdió otro.

En todo el año pasado en 93 partidos acumuló sólo 11 perdidos en individuales. Y en las últimas cuatro temporadas su balance de victorias superó el 80% en cada una de ellas. La última, espectacular: ganó nueve de cada 10 partidos disputados.

Pero atención, desde que logró ser el número uno del mundo y conquistó el oro olímpico, no ha vuelto a triunfar en un torneo: semifinales en el US Open (cayó ante Murray) y en Madrid. En cuartos del torneo de París tuvo que retirarse por la lesión en la rodilla.

¿Un bache? ¿Una mala racha? Las estadísticas están para romperse. Y pronto, esperemos, que sean sólo una anécdota. Me preocupa más la cara de triste que tenía Rafa en su partido con Monfils en Doha. Nunca le habíamos visto esa expresión.

En mi humilde opinión, llegó sin fondo al tramo final del año y se lesionó. Ahora tiene que recuperarse física y animícamente. Su fuerza está en las piernas y en el brazo, pero también en su corazón y en su mente.

En breve, veremos al mejor Nadal. Eso sí, atención a los jóvenes valores del circuito como Murray, Djokovic, Monfils, Del Potro…y a la resurrección del maestro Federer.