En el año 2005, la marca de chocolates Kinder decidió que era momento (aprovechando que se terminaba el contrato con el niño anterior) de dar un meneo a sus envoltorios y cambiar al joven modelo de sus cajitas de chocolatinas.
Entró aquí en escena Josh Bateso
n, un niño que por entonces tenía 11 años y que intuyó que, tal vez, su angelical carita podría venirle bien para ser modelo, aunque antes de eso su camino fue por otros derroteros.
Bateson debió intuir que apostarlo todo a su apariencia podía no ser una buena idea, así que cursó estudios tradicionales y después se graduó en Política y Relaciones Internacionales en la Universidad de Loughborough, en Londres.
Una vez terminados sus estudios, ya sí, Bateson se centró en su carrera como modelo, y no le va nada mal.
Con más de cien mil seguidores en su cuenta de instagram, Bateson es uno de los rostros estrella de IMG Models en Londres, una de las compañías con mayor reconocimiento internacional en gestión de modelos.
En su cuenta de instagram, entre todas sus stories (clasificadas en países), los diferentes eventos e incontables selfies frente a un millón de espejos, Bateson deja sitio, todavía, a su etapa como niño de las chocolatinas.