«No niano, nano niano, nonano, niano naaaaaa».
Bueno, igual no era así, pero ¿sabéis de lo que hablo, verdad?
A los más jóvenes lo mismo esto os parece exageradamente estrambótico. En los ochenta era de lo más normal. Hay que tener en cuenta que convivía con las hombreras y las lentejuelas, así que tampoco daba tanto el cante.
Juan Tamariz cumplirá 82 años el próximo mes de octubre, pero antes de comentar en qué se mueve ahora, merece la pena hacer un repaso por su vida:
Juan Tamariz-Martel Negrón, madrileño nacido en el 42, es uno de los más grandes y mejores ilusionistas, numismagos y cartomagos del mundo. Su violín imaginario, su chistera y su maravilloso sentido del humor son sus señas de identidad, amén de hacer unos números capaces de dejar planchado al más grande, como en su día afirmara el gran Dai Vernon, uno de los más prestigiosos magos del mundo, conocido por haber sido el único capaz de engañar a Houdini. Vernon engañó a Houdini, y Tamariz engañó a Vernon.
El joven Tamariz empezó la carrera de Ciencias Físicas, que dejó después de cuatro años (de los cinco de los que se componía la carrera) para pasar a estudiar en la Escuela de cine. Aunque tampoco llegó a graduarse en ella (porque fue cerrada en 1970), durante su época de estudiante allí dirigió dos cortos: Muerte S.A. y El Espíritu, en el ’67 y el ’69 respectivamente. Pero, al margen de sus estudios, Tamariz, lo contaba siempre, nació siendo mago. De pequeño, en navidades siempre tenía juegos de magia y sabía que ahí estaba su futuro y su pasión. Fue pupilo del mago Arturo de Ascanio, quien se considera que introdujo en la magia nacional un nuevo concepto de ilusionismo llevado por la psicología del espectador.
En 1973, habiendo ganado ya varios premios nacionales, Tamariz saltó a la palestra internacional al proclamarse vencedor del Premio Mundial de Cartomagia en el Congreso Mundial de Magia, celebrado en Francia, con su INCREÍBLE presentación del conocido como El número de París.
Después de este, la lista de premios que acumula el mago es incontable, aunque él jamás le ha dado importancia. Más bien al contrario: siempre dice que «los premios que ha ganado los ha comprado con jamones».
Posicionado ya como el grande que era, durante esa década y la siguiente los niños (y los mayores) de España entera nos maravillamos frente al televisor viéndolo desplegar su magia y su sonrisa única:
Pero si Tamariz es uno de los más grandes no es sólo por sus actuaciones y espectáculos: Juan es uno de los magos que más aportaciones ha hecho al mundo del ilusionismo. Su teoría de la psicología del espectador destaca sobre todas las cosas, y ha escrito publicaciones acerca de ello desde hace más de cuarenta años, que han sido traducidas a cinco idiomas. En su haber se encuentra una veintena de libros, desde el ’69 en que publicara Monedas, monedas y… Monedas, en los que comparte su sabiduría, rutinas y teorías. Su último libro, Por arte de verbimagia, fue publicado en 2005, y en la web editorial de Juan Tamariz se presenta así:
¡Increíble! El mago, con sólo sus Palabras Mágicas hace que se produzcan maravillosos efectos en las propias manos de los asombrados espectadores cuando éstos siguen los ritos y acciones que el mago les propone
En los últimos años no es raro disfrutarlo a menudo en pequeñas intervenciones en televisión y medios digitales.
En octubre de 2016, el maestro dejó a todo el mundo con la boca abierta en su participación en El Hormiguero de Pablo Motos.
Buenafuente tampoco se resistió a llevárselo a Late Motiv:
Y es que no es de extrañar que lo sigan invitando, porque Juan es lo más grande.
Pero si lo que queréis es seguirlo un poco más de cerca y sentirlo más presente, no solo en intervenciones esporádicas, no podéis dejar de seguir a La Gran Escuela de Magia de Ana Tamariz, su hija, que es además quien lleva las redes de su padre.
Podemos encontrar, por ejemplo, publicaciones relativas a artículos de la «tiendita de magia», como la de Cartas de Juan – Librito 6, de los famosos «libritos» del mago.
Pero también encuentros de Tamariz con otras estrellas del espectáculo y de los siempre emocionantes encuentros del veterano en la Gran Escuela de Magia que dirige su hija.