Se llama José María Rubio, de profesión publicista, aunque pasó a los anales de la comedia de este país con su personaje: el Señor Barragán (Manuel Barragán, concretamente), un hombre vestido cual indigente de tebeo, con gafas de culo de botella y una voz rota que cantaba su sempiterno «Chí, cheñó. ¿Cómo tamo?».
José María, Barragán, comenzó su andadura en medios cuando, siendo publicista, lo contrató Alfonso Arús a finales de los ’80 para Arús con leche, su programa de radio. Contaba el humorista que combinó la voz rota de un parroquiano de barrio con el apellido de un proveedor, y el resultado fue el Señor Barragán a quien el gran público conocería en los años ’90 a través de la televisión, en No te rías que es peor. Un personaje «grosero y deslenguado» que «escandalizaba a la gente por decir «pirulilla»».
Los años fueron pasando y, con ellos, el público y su sentido del humor cambió poco a poco, pero Rubio parece que siempre ha conseguido encontrar espacio para su show. A lo largo de los 2000, y a pesar de, en sus palabras, tener que competir con «la época de Belén Esteban, el corazón y el morbo», siguió haciendo bolos por toda España porque la gente siempre necesita reír y, además, «a todo el mundo le gusta pasar un ratillo bueno».
En 2019 aparecía, para sorpresa de todos, sin caracterizar en el programa de Telecinco Viva la vida, donde compartió anécdotas sobre la creación del personaje y recordó, junto a Kiko Matamoros, su paso por la cuarta entrega de Torrente.
A sus setenta y siete años sigue activo, aunque a principios de este 2023 sufrió una arritmia que lo llevó un mes a la UCI y, desde entonces, ha frenado y se cuenta dedicado a su familia: su mujer, sus cuatro hijos y sus nietos. Por otro lado, contaba él que «al señor Barragán no lo va a jubilar nunca», y es que, decía Rubio en una entrevista para El Periódico de Aragón, en 2013, lo que él creó es un personaje:
Un cuentachistes se pasa, un humorista se pasa pero Charlot siempre será Charlot y Cantinflas siempre será Cantinflas. Barragán me sobrevivirá.