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Tampoco Breton Woods es una marca de Whisky. Porque el periodismo internacional no es solo cosa de hombres, ocho mujeres ofrecen un punto de vista diferente sobre lo que pasa en el mundo.

Recuerdo y homenaje a Fatima Ahmed Ibrahim

Fatima recibe el premio Ibn Rushd en 2006 / ibn-rushd.org

Incansable defensora de los derechos de las mujeres y activista política, Fatima fue la primera mujer diputada en Sudán en 1965 y (sobre)vivió a la turbulenta historia política del país africano.

Desde bien joven, Fatima se rebeló al control colonial británico escribiendo para el periódico de su escuela secundaria que ella misma fundó y llamó “Elra’edda”, es decir, “Mujeres líderes”. Cuando la misma escuela canceló la clases de ciencia por ser “inapropiadas para niñas”, inició una huelga que acabó con éxito para que la volvieran a incluir en el currículo.

A los 19 años se unió al partido comunista, único grupo que aceptaba mujeres como miembros, y en 1952 fundó la Asociación de Mujeres Sudanesas, (SWU por sus siglas en inglés). La organización se expandió por todo el país y empezó a publicar la revista feminista mensual “Sawt al-Mar” – “Voz de Mujer” en la que se defendía el derecho a voto, la igualdad salarial o el permiso de maternidad. En ese momento, ejercer de periodista en Sudán estaba prohibido para las mujeres, pero Fatima ejerció de editora en jefe. La revista además tuvo un papel prominente en el derrocamiento del régimen militar de  Ibrahim Abboud, en el poder desde que el país se independizara.

En 1965 Fatima se convierte en la primera diputada del Sudán. En los siguientes cuatro años se aprobó el derecho de las mujeres a trabajar en cualquier campo y acceder a centros de enseñanza superior. Desafortunadamente la estabilidad política no duró demasiado tras la llegada al poder de Jaafar Nimeiri, quien estableció la ‘sharia’ o ley islámica. En 1971 Fatima perdió a su marido, quien fue torturado y ejecutado, y pasó los siguientes años bajo arresto domiciliario. Recuperó brevemente la libertad pero tras el golpe de Omar al-Bashir, fue nuevamente perseguida y encarcelada. Gracias a la presión de Amnistía Internacional, Fatima fue liberada y buscó exilio en Inglaterra donde continuó su trabajo con la SWU y fundó la delegación en Londres.

En 1993 Fatima recogió el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por el trabajo de la organización. Musulmana practicante, criticó duramente a los extremistas islámicos a los que tildaba de parásitos y nunco dudó en desafiar y combatir prácticas religiosas discriminatorias contra las mujeres.

En agosto, Fatima murió a los 88 años. Sudán ha sufrido dos guerras civiles y continúa bajo la el régimen militar de Omar al-Bashir, acusado de crímenes contra la humanidad y de guerra por la Corte Penal Internacional. El país, ahora dividido en dos tras la independencia de Sudán del Sur, pudo haber tenido una historia diferente de haber continuado bajo el gobierno de líderes como Fatima Ahmed Ibrahim.

3 comentarios

  1. Hay que apoyar la lucha por las verdades y tener una respuesta fiel a la lucha por la igualdad.

    27 agosto 2017 | 21:21

  2. Dice ser Joana

    Bah. Esta mierda no le importa a nadie. Me importa esa gente lo mismo que nosotros les importamos a ellos: NADA.

    28 agosto 2017 | 12:15

  3. Dice ser Gonzalo

    Sudan es un país bastante anarquico como Somalía donde los islamistas fanáticos han sacado tajada y prosperan
    No creo que en Sudan hubiese ganado unas elecciones (se presento en las «elecciones» de 2010) pero habría venido muy bien para aumentase la paz en esa región tan convulsa y cercar más a los fanáticos musulmanes del cuerno de África

    31 agosto 2017 | 22:05

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