Incansable defensora de los derechos de las mujeres y activista política, Fatima fue la primera mujer diputada en Sudán en 1965 y (sobre)vivió a la turbulenta historia política del país africano.
Desde bien joven, Fatima se rebeló al control colonial británico escribiendo para el periódico de su escuela secundaria que ella misma fundó y llamó “Elra’edda”, es decir, “Mujeres líderes”. Cuando la misma escuela canceló la clases de ciencia por ser “inapropiadas para niñas”, inició una huelga que acabó con éxito para que la volvieran a incluir en el currículo.
A los 19 años se unió al partido comunista, único grupo que aceptaba mujeres como miembros, y en 1952 fundó la Asociación de Mujeres Sudanesas, (SWU por sus siglas en inglés). La organización se expandió por todo el país y empezó a publicar la revista feminista mensual “Sawt al-Mar” – “Voz de Mujer” en la que se defendía el derecho a voto, la igualdad salarial o el permiso de maternidad. En ese momento, ejercer de periodista en Sudán estaba prohibido para las mujeres, pero Fatima ejerció de editora en jefe. La revista además tuvo un papel prominente en el derrocamiento del régimen militar de Ibrahim Abboud, en el poder desde que el país se independizara.