Capturando la temperie Capturando la temperie

Tenemos todo el tiempo del mundo para ti

Una de «meteociencia» ficción

Me aburro. Me aburro mucho.

En lo meteorológico, se entiende. Este 2013 nos mantiene a dieta de anticiclón, con sol y nieblas y poco más. Y lo que es peor, este «buen tiempo» es caldo de cultivo de dolores de garganta, toses y mocos. Os lo aseguro, llevan instalados en mí desde hace días, y oye, que le han pillado el gusto y no se van… 🙁

Ya. Ya sé que no soy buen ejemplo. Que la mayoría que me leéis por aquí no estaréis de acuerdo conmigo, a menos en esto. Pero yo me aburro. Me encanta el «mal tiempo«. Sí, ese que asegura que bebamos agua sin restricciones en verano, que podamos esquiar hasta Semana Santa, que se renueve el aire contaminado, al soplar el viento. Si, ese «mal tiempo» que es ansiado por agricultores y empresarios que fabrican de ropa de abrigo y paraguas…

Sin nubes el cielo está huérfano. Sin lluvia el paisaje pierde poder de encantamiento. Sólo la niebla aporta algo de magia, lo reconozco. La adrenalina no circula sin tormentas, y es adictiva.

Pero, ¿sabéis? No soy en único. En todos estos años de afición y pasión por la meteo, por el tiempo severo, he conocido muchos más meteolocos. Sí, locos por la meteo. Siempre he pensado que era un poco «friki«, por salir a kazar tormentas, por mirar al cielo y querer entender, medir, experimentar, disfrutar de cada segundo meteorológico. Pero cuando conocí algunos de estos compañeros de afición, me di cuenta de que estaba en la media… nada fuera de lo normal.

Sufrimos. Desde hace semanas no paramos de intentar ver el futuro. De atisbar un cambio de tendencia. Esa vaguada que se descuelgue desde muy al norte. Una buena borrasca atlántica que abra la puerta a sus hermanas. Una masa helada polar o siberiana -que nos da igual- mezclada con otra húmeda desde el sur. Ese choque de masas, esa nevada en cotas bajas, ¡ese meteo-apocalipsis!… Ais, perdón, que me emociono.

Como sabéis, los modelos meteorológicos son ecuaciones que intentan pronosticar el estado de la atmósfera, y por lo tanto la temperie en superficie, en los siguientes días. Esa es nuestra particular bola de cristal, tanto de aficionados meteolocos como de sesudos profesionales de la meteorología. Ambos, y permitidme alinearme hoy más con los primeros, miramos más a los posibles futuros que al presente meteorológico, sobre todo si es tan aburrido como el que «padecemos».

Y sí, parece que el cambio de tendencia se va confirmando. Pero lo diré muy bajito. Me harto de contaros que, a más de tres o cuatro días, esas ecuaciones se dispersan mucho, no saben afinar el tiempo que hará, y fallan, haciendo que su fiabilidad baje drásticamente. Pero los meteolocos vivimos del «mal tiempo«, y hoy, permitidme que disfrute con algún mapa que anuncia precisamente lo que más nos gusta. No solamente posibilidad de frío y nieve en el norte y en las montañas, sino posibilidad frío y nieve en amplias zonas del interior, Madrid, mi ciudad, incluida.

 

Mapa previsto por el modelo GFS a 312h. Meteociencia ficción...

Mapa previsto por el modelo GFS a 312h. Meteociencia ficción…

 

La sensación de emoción, las ganas de que esto se haga realidad, aportan esa adrenalina que añoramos los meteolocos. Vemos mapas como el de arriba -previsto para el domingo 20 de Enero- y nos las prometemos felices, con días asegurados de seguimiento continuo, fotografías y vídeos maravillosos y vuelta a la infancia (¿hemos salido alguna vez?) para hacer muñecos de nieve. Nos volvemos más locos aún discutiendo y flipando con esos modelos que nos dicen qué pasará dentro más de 300 horas. Los compartimos, los disfrutamos, ¡nos los creemos!

…y luego pasa lo que pasa. Viene el tío Paco con las rebajas meteorológicas y todo es desencanto, nada se cumple, nada es tan intenso, tan frío como lo imaginábamos, no nieva, no llueve ni siquiera…llega la meteodecepción. Y ¿a quién echamos la culpa? A los modelos. Total, como no se quejan los pobres. Que si el GFS es una patata, que si el Europeo no da una, que si «ya os lo dije yo«, o que si la abuela fuma.

Los modelos son ecuaciones, siempre tienen una salida concreta, por definición. Se podría decir que nunca se equivocan, simplemente, y tal y como os he comentado alguna vez, nada más ofrecer su resultado, quedan obsoletos, y tienen que volver a reiniciarse, pues la atmósfera ya ha cambiado.

Así pues, no echemos la culpa a los modelos, y tengamos paciencia.

¡Yo el primero! 🙂

 

 

4 comentarios

  1. Dice ser Carla

    Los modelos no se equivocan pero se pueden mejorar.

    Carla

    07 enero 2013 | 14:37

  2. Dice ser cómo se puede poner la cosa...

    Yo digo que habrá minihuracanes en mediterráneo y má sadelante lluvias de barro. También que con la crisisi no habrá dinero para vacunar a tanta gente de las nuevas enfermedades por causa de los cambios en bandas climáticas, caos, hambrunas… Por eso hace falta crear alimentos en laboratorio y buscar agua en Marte, dele mismo modo que crear tejido sustitutivo de plástico en laboratorio por biogénesis y cuerdas tipo telas de araña. Ea..

    07 enero 2013 | 15:45

  3. Dice ser Click aquí

    Si señor que crak

    07 enero 2013 | 16:31

  4. Dice ser Norman Avila

    Emilio: Te entiendo perfectamente. Definitivamente a todos los meteolocos lo que nos emociona es el tiempo severo. Es esa incertidumbre de que puede pasar. Es lo mismo que me pasa acá. Los frentes fríos se asoman por Texas. Y nos quedamos esperando que bajen los nortes y que alguna lluviecita que nos deje de repente algún tope blanco en nuestros volcanes. Todo esto en esta época del año donde realmente no llueve. Mientras llega la temporada lluviosa y los huracanes, entonces la cosa se pone buena. 😉

    Algo que tenemos en América Central para apaciguar el aburrimiento son los terremotos y erupciones volcánicas. No precisamente meteo pero si que interesante y emocionante. Parte del proceso de saber que vivimos en un planeta vivo y dinámico.

    Un saludo.

    08 enero 2013 | 02:02

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