Es la realidad del futbol actual. La crisis económica está obligando a los equipos españoles a dosificar sus escasos recursos económicos. Pocos quieren comprar.
A estas alturas de la pretemporada, a menos de un mes de que arranque la Liga 2010-11, la inversión en fichajes ha sido de unos 250 millones de euros, 450 menos que temporada anterior.
Sólo el Real Madrid, el Atlético y el Barcelona, con las contrataciones de Villa, Di María, Filipe Luis o Khedira, entre otros, han animado el mercado.
Y eso que tanto los madridistas como los azulgrana han invertido mucho menos que la campaña anterior, donde a día de hoy ya se habían gastado unos 320 millones de euros contratando a Kaká, Cristiano Ronaldo o Ibrahimovic. Aún queda tiempo, pero parece que sólo queda un gran fichaje por concretarse: el de Cesc por el Barça.