Que el periodismo muchas veces es una profesión de riesgo, hay poca gente que lo duda. Lo que ya no es tan corriente es que un profesional de la información, durante una conexión en directo, saque su puño a pasear en respuesta a una agresión. O-O ¡¡¡Un zas en toda la jeta!!!
En el vídeo, publicado por @RGueimonde, se observa a un colega brasileño que estaba realizando un reportaje dentro de una comisaría, y en el patio se cruzó con un detenido, que sin mediar palabra le escupió a la cara. Lee el resto de la entrada »
El periodista se encontraba en los alrededores de San Francisco realizando una crónica del descarrilamiento de un tren, cuando de la nada surgió un objeto no identificado en forma de coche que casi se los lleva por delante. Lee el resto de la entrada »
La reportera Hallie Jackson de la NBC vivió, el pasado 26 de febrero, el momento más bochornoso de su carrera televisiva, cuando realizaba una conexión en directo en la campaña de las primarias republicanas y un moco se fue deslizando lentamente por su nariz.
Durante 20 interminables segundos que duró la conexión, esa especie de cataratas del Niágara o Victoria, para gustos los colores, la sustancia viscosa salía por el agujero, resbaló por sus labios y cayó definitivamente al suelo. Lo mejor es que la señorita Jackson permaneció impasible, como Clint Eastwood en un duelo a las siete de la mañana. Lee el resto de la entrada »
Todos alguna vez hemos tenido la necesidad imperiosa de aliviar las aguas menores en la primera esquina. No nos han importado las miradas inquisitoriales, había que hacerlo como si fuera una cuestión de vida o muerte. Nuestra vejiga ya no daba más de sí. Y una vez perpetrado el ‘delito’, la cara de satisfacción que te queda es digna de enmarcar.
Pues en una parecida debía de estar un famoso meteorólogo estadounidense de la cadena NBC, que en pleno temporal de nieve, no pudo resistir más y sacó su miembro a pasear sin importarle el frío helador. Al apuro de mingitar en público, se añadió la prisa por guardar rápidamente la ‘cosita’ no sea que se le fuera a congelar. ¡Vaya papeleta!
Apuro las últimas horas en el Mediterráneo (ya volveré y me las pagará todas juntas) echando unas risas a costa de una conexión en directo que no salió bien. Es un clásico del verano, un clásico del blog, una costumbre que, como el Grand Prix de Ramón García o Verano Azul, nos visita de vez en cuando.
¿Recordáis a Manuel, el reportero de Giralda TV que cayó al agua? Pues algo parecido ha pasado ahora en Estados Unidos, con la diferencia de que el hundido esta vez no es el reportero quien se va al agua, sino el invitado. Os cuento…
Matt Johnson es un reportero de Fox 5, en San Diego, que estaba dando paso a una conexión en la que un muchacho (hoy estoy generoso) iba a demostrar cómo volar con un propulsor de agua (un jetpack, para que nos entendamos).
El procedimiento es aparentemente sencillo: el invitado acciona el cacharro y sale volando unos cuantos metros hacia arriba con una sonrisa de oreja a oreja. Lo hemos visto en las películas, no puede ser tan difícil… ¿qué puede fallar?
Pues falla que uno de ellos no se aparta a tiempo y la cosa sale regular. Yo no sabría decir quién de los dos es el culpable pero me da que, si tengo que elegir, elijo a Matt Paqui Peña como responsable, si bien el invitado (alias el gato volador) se precipita un poco, las cosas como son.
El tipo cae al agua, cortan la conexión, los presentadores salen partiéndose la caja en el plató y cuando vuelven a conectar ya vemos al gato volador en el aire… chorreando, eso sí. Mantiene la sonrisa, probablemente no la ha perdido ni siquiera bajo el agua, pero la cara de los espectadores difícilmente es de admiración.
No se aprecia, pero seguro que muchos de ellos tienen la mano en la boca. ¿Sorpresa? Ni mucho menos, carcajada contenida porque, no nos engañemos, hay algún resorte que nos empuja a sonreír cuando vemos a alguien tropezar, caer al agua, derramar algo… siempre y cuando las consecuencias no sean graves.
PD: Os digo lo de siempre. Olé por Matt y el gato volador. Aquello no habría pasado de anécdota chorra en el barrio, ahora es una anécdota chorra que han visto miles de personas.
NOTA: Trolly quiere disculparse con vosotros porque no ha venido de vacaciones y no tiene ningún insulto que aportar. Sus últimas palabras antes de marcharme fueron «Ya te cogeré y te partiré los nudillos, a ver si así dejas de escribir esa bazofia».
David Cuéllar-Montero es un reportero mexicano de la televisión Azteca que se ha hecho famoso… muy a su pesar.
Estaba informando de las inundaciones de México, que están causando grandes complicaciones en algunos puntos del país, cuando sucedió lo que nunca debe pasar en un directo.
Sabéis que yo no soy experto, ni mucho menos. Mi poca experiencia periodística no engloba (aún) los directos, pero una cosa tengo clara después de ver al pobre David: si alguna vez tengo que hacer uno, examinaré bien el terreno sobre el que andaré antes de lanzarme a la piscina (perdón por la expresión).
¡Ah! Que aún no os he dicho lo que pasó… mejor vedlo vosotros mismos:
Sí, el pobre se cae por el desnivel del suelo y deja a las claras que el nivel del agua está bastante alto en algunos puntos de la ciudad.
Gracias a Dios que había gente alrededor para rescatarle, aunque el micro imagino que habrá quedado inservible y el reportaje tuvo que acabar ahí.
PD: «Creo que esto nos sirve de experiencia», dicen desde el plató. Encima recochineo…