Todos alguna vez hemos tenido la necesidad imperiosa de aliviar las aguas menores en la primera esquina. No nos han importado las miradas inquisitoriales, había que hacerlo como si fuera una cuestión de vida o muerte. Nuestra vejiga ya no daba más de sí. Y una vez perpetrado el ‘delito’, la cara de satisfacción que te queda es digna de enmarcar.
Pues en una parecida debía de estar un famoso meteorólogo estadounidense de la cadena NBC, que en pleno temporal de nieve, no pudo resistir más y sacó su miembro a pasear sin importarle el frío helador. Al apuro de mingitar en público, se añadió la prisa por guardar rápidamente la ‘cosita’ no sea que se le fuera a congelar. ¡Vaya papeleta!