Un cuento corriente Un cuento corriente

Se llama a la Economía (más aún en estos tiempos de crisis) la "ciencia lúgubre". Aquí trato de mostrar que además es una de nuestras mejores herramientas para lograr un mundo mejor

Un exdiputado: «El sistema de pago de los viajes en Congreso y Senado es como el de las tarjetas ‘black'»

El escándalo que se ha levantado tras conocerse que el senador y presidente de Extremadura, José Antonio Monago, pudo cargar presuntamente a gastos del Senado hasta 32 viajes en clase business a Canarias ha sacado la luz una realidad que hasta el momento apenas había sido objeto de análisis por parte de la opinión pública: Los gastos de viaje de sus señorías. Hace ya tres años se formó mucho revuelo por los viajes en primera clase de los eurodiputados, pero aquello no se extendió a nuestros representantes en el Parlamento.José Antonio Monago Y el tema no es otro que, para nuestra sorpresa (o no), los gastos en viajes senadores y diputados han sido una suerte de barra libre sin control, un salario en especie pagado por todos los contribuyentes y sin apenas fiscalización a posteriori.

Tal como refleja el reglamento del Congreso de los Diputados, éste «cubre los gastos de transporte en medio público (avión, tren, automóvil o barco) de los diputados. Se trata de un reembolso de gasto, es decir, no se facilita una cantidad al parlamentario, sino que se le abona directamente el billete de la empresa transportista. Excepción hecha, claro está, del uso del propio automóvil, en cuyo caso y previa justificación, se abona 0,25 € por kilómetro». Además, aquellos que no tengan coche oficial disponen de una tarjeta «personalizada» con la que pagar taxis en Madrid, con un límite anual de 3.000 euros.

gastos diputados

Este periodista ha tenido acceso un testimonio de primera mano por parte de un antiguo diputado nacional, que prefiere no revelar su identidad. Pero lo que relata es significativo: «El sistema de pago de los viajes de diputados y senadores era un chollo similar al de las tarjetas black: Podías gastar libremente y nadie te preguntaba. Desde que se instauró la democracia en España, los parlamentarios han viajado gratis», asegura desde su experiencia.

Durante las legislaturas en las que este exdiputado ejerció su cargo, el método para los viajes era el siguiente: «Te daban un talonario, generalmente la secretaria del Grupo Parlamentario, y luego ya lo gastabas en los viajes que creías convenientes. Esto viene de la época de cuando Iberia y Renfe eran estatales», añade.

Si seguimos el argumento de que lo ocurrido con las tarjetas ‘B’ de Caja Madrid es inmoral y una supuesta administración desleal, ¿es el gasto indiscriminado en viajes una malversación de caudales públicos? Eso lo tendrá que dirimir la justicia, pero este exdiputado no se muerde la lengua: Con el actual listón de exigencia moral, «si se conocieran todos los gastos de los parlamentarios, en la próxima legislatura no no repetirá ni uno«, anticipa.

4 comentarios

  1. Dice ser Antonio José Castilla Lara

    LA NUEVA “PECHOTES” DEL PP
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    …Efectivamente, querido Nicolás, nuestros políticos siempre han disfrutado de numerosas prebendas por el simple hecho de representarnos en las cámaras. Aun así, la gente decente nos seguimos indignando cada vez que se destapa un nuevo caso de corrupción o, en este caso, de privilegio. De privilegio institucionalizado. Porque de ser verdad la revelación de ese “garganta profunda” del PP, estaríamos ante un privilegio compartido por todos los partidos políticos. A todos les habríamos costeado ese estupendo talonario para asuntos propios. Vaya vergüenza.
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    …Con esta clase política, cada día se comprende más que surjan monstruitos de la talla de su tocayo, ya sabe, del “Pequeño Nicolás”. Nuestros hijos están entendiendo mal la función de la política y los políticos en España. Se piensan que ser político es un fin en sí mismo, y no un medio para resolverle los problemas a la gente. Creen que la política está ahí para ganar grandes sueldos, disfrutar de tarjetas “black”, viajar sin tasa en clase Business y recibir sobres negros haciendo favores. Sólo tienen que entrar en las bases de un partido y ¡hala!, a medrar.
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    …El “pequeño Nicolás” fue un engendro de todo esto. Un chaval metido a palmero del PP desde pequeño, con ínfulas de megalómano y de hijo de ricos. Un Gremlins mojado, una especie de “Bartolín” (aquel concejal que simuló su secuestro), de “Mocito feliz” y de personaje trincón a lo Berlanga. Un chaval que ya no estudiaba porque veía en la política su propia “Operación Triunfo”. Sólo necesitaba mentir, ser el conocido del conocido al que nadie conoce; tener un par de trajes de rayadillo, algo de labia, mucho postureo y tragarse los mítines del PP. Y acabó estafando, paseándose en coches oficiales, viviendo en la lujosa urbanización de El Viso de Madrid, sirviendo de intermediario de políticos y empresarios y, cómo no, teniendo su propia Pechotes. Lo cual no era algo baladí.
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    …Hoy sabemos que detrás de una gran mujer hay siempre un pillo. Isabel Mateos, conocida como “la Pechotes”, ha declarado esta semana que su amigo, y a veces pareja, Francisco Nicolás, no era un don nadie. Tenía mucha pasta y estaba muy bien relacionado. Aunque esta guapa madrileña se guarda muy mucho decir con quiénes. Ella se limitaba a ejercer de acompañante del Pequeño Nicolás, quien la paseaba por Madrid en un coche con chófer y la invitaba a recepciones del PP y a entrar a su lujoso chalet. Nada más. Por lo visto, “Franqui” nunca tuvo licencia para asomarse al balcón de su escote, como diría Sabina. Todo fue postureo.
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    …Hasta en eso imitaba “el Pequeño Nicolás” a sus mayores. Hasta en el concubinato. Esta semana hemos conocido a otra «pechotes» del PP. Guapísima también y con dos buenas razones para perder la cabeza por ella. Se llama Olga, es colombiana y del Partido Popular. El señor Monago bebió los vientos por ella, entre 2009 y 2010, y aquí sí que no hubo postureo. Consumaron. Como mínimo lo hicieron 32 veces. Las 32 veces que el señor Monago viajó en clase Business a Tenerife, a costa del dinero público.

    09 noviembre 2014 | 01:03

  2. «Hemos llegado a un punto en el que todas las noticias que llegan del poder son indignantes. Nada se salva. El sistema político español es ya incapaz de hacer nada que sirva al interés general. Empezando por un gobierno que en todos los frentes es aún más inepto y, a un tiempo, más brutal que el de Aznar, lo cual parecía imposible. La sensación generalizada y que, además se extiende incluso en ambientes muy próximos al poder mismo, es que una situación como la actual no puede durar mucho. Que va a ocurrir algo. Y, sin embargo, un análisis frío de las circunstancias, de las dinámicas políticas posibles, excluye esa posibilidad. Al menos hasta las elecciones generales de 2015. Para las que faltan 14 meses. A menos que se adelantaran. Una hipótesis poco probable, porque los sondeos pronostican hoy por hoy tal batacazo para el PP que lo lógico es pensar que Rajoy prolongará el desastre hasta el último minuto.

    Pero el presidente del gobierno carece ya de capacidad alguna para revertir su propio fracaso. Aparece de manera más clara que nunca preso de los enjuagues que ha tenido que hacer para alcanzar el poder y para conservarlo.

    El que Ana Mato siga siendo ministra es, sobre todo, el resultado de la terrible debilidad interna que Rajoy sufrió tras perder las elecciones de 2008. La aún hoy titular de Sanidad fue entonces uno de los pocos altos cuadros del PP que siguió apoyándole, y de ahí nacieron una relación y vaya usted a saber qué otras cosas que hacen muy difícil su cese.

    El conflicto con Cataluña, que está ahí para quedarse y que asusta en Europa bastante que en el resto de España, es también fruto de la irracional campaña electoral que el PP hizo para ganar en 2011.

    El que Rajoy haya colocado a la cabeza de RTVE a José Antonio Sánchez, un espécimen puro del franquismo más extremo, además de un profesional mediocre, por decir algo, sólo puede deberse a que el líder del PP tiene pavor a los sectores más derechistas de su partido. Han bastado unas pocas denuncias de sus exponentes en el sentido de que los informativos de RTVE estaban al servicio del PSOE y de la izquierda para precipitar el relevo de González Echenique por alguien que parece merecer la confianza de esos sectores.

    Aunque parezca increíble, lo que se dice en la 13 y en Intereconomía influye en la acción del gobierno bastante más que lo que está cociendo en la calle. Y esto se confirma en un momento en el que parece que los asesores electorales de Rajoy le están diciendo que es imprescindible afianzar una orientación hacia el centro en las actuaciones del gobierno, en que eso es imprescindible para mejorar las expectativas de voto. Pero hay prioridades que están por encima de la opinión de los expertos. Rajoy es mucho más rehén de su ultraderecha de lo que se podría suponer y en la dirección del PP hay un temor muy serio a una nueva edición del Vox que concurrió a las europeas… y casi obtuvo un escaño.

    También el dramático episodio del virus del ébola puede tener su inicio en un problema político de Rajoy. Y, en concreto, en su difícil relación con la jerarquía católica, a la que tanto debe y de la que tanto depende una parte significativa del PP. Porque todo indica que la decisión de trasladar a España a los dos sacerdotes infectados respondió sobre todo a la petición expresa que en ese sentido hizo la poderosa orden de San Juan de Dios. Es posible que el gobierno no se sintiera con fuerzas para contradecir tales deseos y más cuando por aquel entonces ya había tomado la decisión de retirar la ley del aborto. Quedar bien con la orden pudo ser visto como a manera de compensar, al menos en parte, el negativo efecto que la retirada iba a producir en la jerarquía. Que el sistema sanitario no estuviera preparado para hacer frente a una decisión que se tomó de un día para otro no debió importar mucho. Y que los recortes hubieran dejado muy tocada a la sanidad madrileña tampoco.

    Además de confirmar, por si hacía falta, su connivencia con la corrupción, el episodio de las tarjetas negras de Cajamadrid y Bankia muestra a un gobierno tan inepto como incapaz. Porque sabía de su existencia cuando menos desde el día en que, tras inyectar más de 23.000 millones de euros para salvar a la institución, se convirtió en su dueño y pudo acceder a todas sus cuentas. Prefirió callar para proteger a los que algunos llaman casta y otros nomenklatura. Alguien pudo decirle a Rajoy que corría el riesgo de que un día la cosa saliera a la luz. Puede que nadie se atreviera. Pero es aún más probable que nuestro ínclito presidente callara tras escuchar tal advertencia. O que levantara los hombros, como diciendo “¿qué otra cosa puedo hacer si estoy atrapado?”.

    Un hombre como ese va a seguir mandando en España los próximos 14 meses. Los periódicos se van a hartar de contar las barbaridades que seguramente va a hacer en ese tiempo. Porque la historia demuestra que cuando un gobierno empieza a deslizarse por la pendiente ya no hay quien lo pare y que el ritmo de la caída no deja de crecer.

    Desde hace unas semanas, no mucho más, empieza a vislumbrarse seriamente que el PP no sólo no va a ganar las elecciones de 2015, sino que, a menos que el PSOE no decida suicidarse definitivamente entrando en un gobierno de coalición, va a tener que dejar el poder. Por eso en este momento surgen dos cuestiones cruciales: una, la necesidad de volver a la protesta ciudadana, de no conformarse con asistir indignados al deterioro diario de nuestra vida pública y del sistema social. Otra, la de empezar a plantearse mucho más en serio que hasta ahora qué tipo de alternativa política puede sustituir al PP en el poder. Y, tanto o más importante que eso, cuál sería su propuesta, concreta y aplicable, para reconstruir la España que el PP y antes el PSOE han destrozado. No basta con alegrarse de que Podemos crezca sin parar en los sondeos.»

    por Carlos Elordi
    10/10/2014
    eldiario.es

    Hay que salir a la calle.

    09 noviembre 2014 | 01:35

  3. Dice ser Paragueros

    Menudo pitorreo de país

    10 noviembre 2014 | 22:12

  4. Dice ser manuela

    me parece indignante que tanto dinero público se haya gastado en estos años sin ningún control, en cualquier ministerio o entidad publica, hay una intervención que fiscaliza las dietas, los viajes. Un departamento administrativo o fiscal que lo controla, en el congreso además de este descontrol o mejor, no control de nada, ni de viajes, ni de gastos no de trabajo, sino personales, a costa de los impuestos de todos los españoles, cuantos millones de euros se habrán gastado desde 1982 que empezaron, y no han dicho nunca nadie nada, basta de tantos privilegios para diputados, senadores y trabajadores del congreso, tienen más dias que los demás funcionarios. Si nos han quitado moscosos a todos, ellos tienen más dias, porque lo dice su reglamento, igual que los viajes, que morro, tienen. Que cambien el reglamento del congreso para que sean funcionarios como todos los demas, con control de viajes y moscosos 3 no 12 como tienen ellos. que verguenza de congreso. Una funcionaria indignada.

    12 noviembre 2014 | 14:00

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