El libro de Chenoa, ‘defectos perfectos’ me ha pillado por sorpresa y lo que cuenta es tan heterogéneo como la mezcla de tipografías que aparecen en la portada impresas sobre su cara. Pero ya sabéis que escribir libros está a la orden del día, quien más y quien menos de nuestros famosos tiene aunque sea uno de recetas de cocina. El de la cantante se ha agotado en dos horas en Amazón y supongo que, tras recrearse en los pormenores de su ruptura con Bisbal, estaba esperando que así fuera.
El recién editado ‘best seller’ es un poco un misterio para mí. Lo primero que me ha llamado la atención y que me he preguntado es, ¿por qué después de 12 años, cuando a la chica le va razonablemente bien con su música, se recrea con detalle en ‘ese’ capítulo de su vida que ya ha superado y dejado atrás?, y sobre todo, ¿por qué ella, que evade hablar de sus relaciones personales en pos de su carrera, recupera y devuelve a la actulidad ‘ese’ momento de su vida? ¿Dinero?, ¿Morbo?, ¿Dar una lección de cómo superar rupturas? sólo ella lo sabe, quizá lo cuente pronto en una entrevista en el Hormiguero.
Hace 12 años Chenoa consiguió que media España empatizase con ella cuando bajó llorando, en chándal al portal de su casa para explicar que la pareja estrella de Operación Triunfo, la suya con Bisbal, se había ido al traste de la noche a la mañana. Su situación era de lo más humana, ver a alguien dolida, o como ella asegura «destrozada», con o sin chándal, es algo que se repite, para algunos más y para otros menos, en cuanto a relaciones se refiere. Que levante la mano quién no lo haya experimentado nunca. Por eso mismo, además de ser un trance vital, una lección para que cada uno evolucione, aprenda de sus errores y descubra como cubrir vacíos, no me parece en absoluto extraordinario.
«No podía respirar. Su ropa estaba en el armario. Desde el sofá donde me sentaba podía ver sus cosas, que aún estaban por toda la casa. Aquello tenía que ser una broma de mal gusto, pero no: era el peor día de mi vida. Le llamé y una voz contestó que aquel número no correspondía a ningún usuario. Él no estaba con nadie y el teléfono no era de nadie. Volví a marcar. Nada»
Según relata la cantante, Bisbal creía que en ese momento no le venía bien tener novia para hacerse famososo y su manera de dejar atrás tres años y medio de relación fue cobarde e inesperada, le dijo que necesitaba tiempo y se fue a Caracas. Desde España ella encendió la tele y se lo encontró diciendo que estaba soltero. Se quedó en shock al llamarle por teléfono y descubrir que de un día para otro había cambiado de número. Chenoa recuerda ese día como el más triste de su vida:
«En ese infierno andaba, cuando vi que mi portal estaba lleno de cámaras y, que nadie me pregunte por qué, se me ocurrió bajar de aquella guisa. Nadie en mi situación sabría contestar. Imagino la cara de mi amiga cuando me vio, lacrimógena perdida, ante las cámaras. Vino volando a rescatarme, metió algo de ropa en una bolsa y me llevó a su casa para atiborrarme de valerianas y vino».
Lo que viene a continuación no es menos triste, tener que ver sus cosas en esa casa en la que ya sólo estás tú y mucho tener que empaquetarlas es desagradable:
«Me llamó la hermana de David y me dijo que vendrían de una empresa de transportes a dejar unas cajas para que metiéramos sus cosas dentro. ¡Ah, por cierto… cuidado con los premios! ¡Sus putos premios! Recuerdo a mi madre mirando aquellas cajas que nosotras debíamos montar, toda aquella ropa que nosotras debíamos doblar y todos aquellos premios que debíamos tratar con cuidado. Otra madre lo habría tirado por la ventana sin ningún miramiento. Y que lo recogiera el mismo señor que vino a buscar su coche, pero ella no es así».
Teeminadas las páginas referentes a su ex, me sigo preguntando, ¿qué tiene de especial? De todo lo que he leído sobre esta ruptura me quedo con unas líneas que resumen que la chica ha aprendido la lección: «Mi vida con él era lo primero para mí por no decir lo único, lo demás era pura guarnición. Otro error que no volveré a cometer que: quieras a alguien más que a ti misma».
**Fotos: Gtres.