Este miércoles hemos sabido oficialmente que el Gobierno sí conocía el viaje que el Rey hizo a Botsuana. Según el propio Gobierno, estaba «plenamente informado» y con «suficiente antelación» de todos los desplazamientos públicos o privados que realiza Don Juan Carlos.
Estas declaraciones se convierten en el reconocimiento oficial de que el Gobierno estaba al tanto de este viaje, pero, ¿saben qué? No hacían falta, ya que la sintaxis nos chivó hace un tiempo ese conocimiento por parte del Gobierno.
Viajemos un poco en el tiempo. Concretamente, al 15 de abril, cuando el vicesecretario de Organización del Partido Popular, Carlos Floriano, habló de este tema:
“Lo sabía cuando sufrió el accidente”, dijo Floriano, pretendiendo argumentar que el presidente del Gobierno no supo nada hasta que le llegó la noticia del accidente del Rey.
Sin embargo, y pese a que todos sabemos que esa era la intención de Floriano, lo cierto es que sus palabras dicen justo lo contrario si las interpretamos en un sentido lingüístico estricto. Veamos despacio la oración:
Floriano intenta establecer una simultaneidad entre las dos acciones (saber o conocer el asunto, por un lado, y sufrir el accidente, por otro). Sin embargo, en la oración principal usa un pretérito imperfecto (sabía), mientras que en la subordinada temporal hace uso del pretérito indefinido o pretérito perfecto simple (sufrió).
Tanto el pretérito imperfecto como el pluscuamperfecto marcan una anterioridad frente al pretérito indefinido, con lo que, la oración “Lo sabía cuando sufrió el accidente” lo que en verdad está diciendo es que Rajoy conoció la existencia del viaje en un momento anterior al momento en que se produjo el accidente.
Para que la oración no hubiese dado lugar a dudas, Floriano debería haber dicho lo siguiente: “Lo supo cuando sufrió el accidente”, estableciendo así la simultaneidad que pretendía.
De modo que, señores del Gobierno, muchas gracias por la aclaración, pero no era necesaria.