¿Qué tienen en común un martín pescador y un tren de alta velocidad?

Mario HoyosPor Mario Hoyos (CSIC) *

Pues mucho. Esta pequeña y colorida ave ha inspirado la ingeniería aerodinámica de nada menos que el tren bala de Japón. En la década de 1990 se vio que cada vez que el tren salía de un túnel, la presión del aire ejercida sobre su ‘nariz’ creaba un ‘boom sónico’ que molestaba tremendamente a los residentes y la fauna de la zona. La solución a este problema la encontraron en el martín pescador. Estas aves se zambullen en el agua sin provocar distorsiones ni grandes salpicaduras. Los ingenieros diseñaron la nariz del tren imitando el pico del martín, y el resultado fue la eliminación del ruido en los túneles y la mejora de su eficiencia energética en un 15%.

Martín pescador

Martín pescador//Agustín Povedano (Flickr).

Tren bala.

Tren bala en la estación de Tokyo. / っ//Wikimedia Commons.

No es la primera vez que hablamos en este blog de cómo la ciencia se inspira en la naturaleza para obtener respuestas a problemas. Una de las áreas donde la biomimética (disciplina científica que toma como modelo la naturaleza) está resultando esencial es la energía y, en concreto, la búsqueda de soluciones que garanticen un desarrollo sostenible.

En este sentido, el martín pescador no ha sido el único en interesar a la ingeniería aerodinámica. Se ha comprobado que algunos cetáceos, como la yubarta o ballena jorobada, poseen unos pequeños tubérculos en las aletas que incrementan su hidrodinámica y estabilidad. Gracias a estos bultos, la ballena puede ascender y moverse con menos fricción. El hecho de que un cuerpo tan pesado y voluminoso pueda lograr semejante eficacia permitió plantear el desarrollo de grandes estructuras. Un ejemplo es el diseño de turbinas eólicas bajo los principios de la hidrodinámica de la ballena jorobada. Las pruebas han demostrado que sus aspas consiguen moverse un 25% más fácilmente por el aire que las tradicionales, generando un 20% más de energía y, además, con menos ruido y vibraciones.

Ballena jorobada

La yubarta o ballena jorobada es uno de los cetáceos más grandes del planeta. Los adultos pueden llegar a medir de 12 a 16 metros y pesar hasta 36.000 kilos.// Wikimedia Commons.

Más animales inspiradores: en la Universidad de Tel Aviv se ha descubierto en el esqueleto exterior del avispón oriental unos cristales orgánicos semiconductores que actúan como las células solares. Estos insectos utilizan la luz solar tanto para la producción de calor como para abastecer con energía su propio metabolismo. Lo más asombroso es el hecho de que no sólo son capaces de crear energía eléctrica, sino que también pueden almacenarla. Por eso, la comunidad científica cree que en algún momento no muy lejano las células solares vivas podrán revolucionar la tecnología fotovoltaica.

Apuntando a nuestro interior, un estudio de la misma universidad trabaja sobre elementos orgánicos presentes en el cuerpo humano, como las proteínas de la sangre, la leche y la mucosa, para desarrollar un tipo de transistores que podrían servir de base a una nueva generación de electrónica flexible y biodegradable. Esta innovadora idea contribuiría a reducir los 50 millones de toneladas de chatarra electrónica que se generan anualmente y minimizar los problemas derivados de su contenido en mercurio, plomo y cadmio.

* Mario Hoyos es investigador Marie Curie del grupo HEMPOL, del Instituto de Ciencia y Tecnología de Polímeros del CSIC.

Los comentarios están cerrados.