Archivo de junio, 2021

Jonathan es el animal terrestre más viejo de la tierra y es gay

Un potente gemido se oye en los alrededores de la casa del gobernador de Santa Elena. Cada domingo por la mañana Jonathan practica el acto sexual con su pareja. Y no es nada discreto, el sexo entre tortugas gigantes es bastante escandaloso, se podría comparar al mugido de una vaca.

La tortuga gigante Jonathan. (Foto de Luke McKernan)

Las tortugas gigantes son los animales terrestres más longevos que existen y de todos ellos Jonathan es el más viejo: Tiene casi 190 años, lo que le convierte en el animal terrestre mas viejo del planeta. Vive en la isla de Santa Elena en medio del océano Atlántico. Realmente pertenece a una especie originaria de las islas Seychelles, ubicadas en el océano Índico y todavía hoy en día es un misterio como llegó hasta esta isla en el siglo XIX. Se cree que un barco que portaba estos animales como sustento pudo haber parado en la isla en su travesía a las Américas, y que este animal fuese rescatado para formar pareja con una hembra solitaria que vivía en la isla. Esto ocurrió en el año 1886 pero Jonathan nunca consiguió reproducirse con esta hembra que falleció en 1918. Jonathan permaneció solo hasta 1969 cuando llegó una nueva pareja a la isla. Pero una vez más, Jonathan no parecía interesado en ella.

Jonathan con otra tortuga en 1886. (Wikipedia Commons)

Apareció el primer amor

En 1991 el cónsul francés regaló un nuevo ejemplar al gobernador de Santa Elena llamada Frederika para que hiciera compañía a Jonathan. Esta vez sí, a la tierna edad de 150 años, Jonathan había encontrado el amor y comenzó una relación sentimental con actos sexuales cada domingo. Sin embargo, Frederika nunca llegó a criar. 30 años más tarde se descubrió que Frederika era en realidad Frederik, un macho. Jonathan había evitado a las hembras durante toda su vida y había establecido una relación estable y muy duradera con un macho.

La Tortuga Jonathan en el jardín de su mansión en Santa Elena. (Wikimedia Commons)

Exuberancia biológica

La homosexualidad se ha observado en gran cantidad de especies animales tanto en cautividad como en su medio natural: desde marmotas hasta primates, pasando por aves de diversas especies e incluso elefantes. Sorprendentemente se ha demostrado la existencia de vinculación homosexual de por vida en especies que no mantienen vínculos heterosexuales tan largos. Por lo tanto la orientación sexual de los animales no sólo está vinculada a la reproducción: según Bruce Bagemihl la diversidad de comportamientos que se encuentran en la naturaleza responden a la exuberancia biológica, donde los comportamientos homosexuales son una parte intrínseca y no funcional de los animales, que se desarrolla de manera natural en la mayoría de las especies.

Moneda de cinco peniques de San Elena con la tortuga Jonathan engravada. (Wikipedia commons)

Hoy Jonathan sigue vivo y se ha convertido en un símbolo de resiliencia. Con 190 años es el animal terrestre más viejo sobre la tierra y ahora disfruta de su jubilación junto a la pareja que él escogió. Faltaría más.

¡Feliz semana del Orgullo!

Marmotas muy despiertas y conectadas

En lo alto de la montaña se oye un chillido agudo e intermitente. La presencia de un ave rapaz sobrevolando la zona ha activado el complejo sistema de alarma de las marmotas. Estos mamíferos sociables han elaborado una defensa altamente eficaz. Un animal actúa como vigía y permanece siempre alerta y conectado a los demás a través de sus vocalizaciones. Así toda la familia puede comer con tranquilidad y sin temor a los depredadores.

Una marmota alpina lanza una llamada de alarma. (Foto de Borja Reh)

El desafío del invierno en los Alpes

El fin de la primavera es el mejor período para observar marmotas en su medio natural en los Alpes franceses. Estos roedores alpinos pasan la mitad de su vida bajo tierra en nidos protegidos de las gélidas temperaturas de las altas montañas en las que viven. Durante los seis meses de hibernación deben reducir su actividad al mínimo para sobrevivir a semejantes condiciones. Su metabolismo se ralentiza hasta llegar a los cinco latidos y una única respiración por minuto. Con todo pierden un 40% de su peso corporal durante ese duro proceso.

Una marmota alpina en lo alto de una roca vigila que el entorno sea seguro. (Foto de Borja Reh)

Lo contrario a la operación bikini

En junio las praderas alpinas están verdes y floridas y las marmotas se dedican a comer de manera frenética. Su objetivo es el contrario al que persigue la operación bikini, duplicar el peso en solo cuatro meses para poder hacer frente a la crianza y sobrevivir a una nueva hibernación. Se trata de una carrera a contrarreloj en la que el trabajo en equipo es crucial, no pueden perder tiempo en amenazas poco serias. Este hecho se vuelve evidente en el parque nacional Mercantour en los Alpes franceses, donde las marmotas viven sin temor al ser humano y se puede observar su vida privada de cerca. Ahí he podido fotografiarlas sin que se quejen por mi presencia.

La marmota modelo posa durante una sesión fotográfica. (Foto de Borja Reh)

Un atractivo natural

Mucha gente se acerca a este enclave para encontrarse con estos peludos anfitriones y disfrutar del paisaje montañoso. Las marmotas demuestran que un ecosistema bien mantenido hace florecer entornos salvajes que atrae a amantes de la naturaleza, un turismo cada vez más demandado e importante para el desarrollo y sostenibilidad de los parajes alpinos, que han ido perdiendo sus medios de subsistencia y se están quedando sin opciones más allá de los deportes de invierno.

Una niño observa a una marmota de cerca en los Alpes franceses. (Foto de Borja Reh)

En España también se pueden encontrar marmotas, más concretamente en los Pirineos. Aunque se extinguieron durante la última glaciación, los cazadores franceses introdujeron este animal en los Pirineos franceses durante la década de los 40 del siglo pasado y no tardaron en colonizar toda la cordillera pirenaica donde existen mas de 10,000 ejemplares. Hoy sus gritos de alarma se pueden escuchar allí para todo el que quiera conectar con ellas.

Los demonios son imprescindibles para restaurar la naturaleza en Australia

El demonio de Tasmania y el tigre de Tasmania tienen nombres engañosos, en realidad la mayoría de los miembros de estas especies vivían en Australia continental, pero se extinguieron por la presión del ser humano y los dingos. Australia ha sufrido una de las tasas de extinción más altas del planeta desde la colonización europea, principalmente por la introducción de depredadores invasores que desplazan a la fauna local. Un 10% de sus mamíferos se han extinguido, o lo que es lo mismo, una de cada tres extinciones de mamíferos en el mundo ha ocurrido en Australia en los últimos 400 años. Tasmania albergó los últimos tilacinos que desgraciadamente se extinguieron por la acción del hombre, haciendo desaparecer esta especie para siempre.

Retrato de un demonio de Tasmania. (Foto de Aussie Ark)

Retrato de un demonio de Tasmania. (Foto de Aussie Ark)

La extinción de una sola especie siempre acarrea consecuencias importantes. En el caso de Australia las extinciones en cadena han causado una modificación del entorno natural. Australia ya ha perdido un tercio de su vegetación nativa. Ahora los incendios son más virulentos ya que la vegetación actual es menos resistente a los incendios forestales periódicos que ocurren en el país. En 2019 estos incendios acabaron con más de 1,000 millones de animales y destruyeron bastas areas de hábitat crítico para especies amenazadas. Un ciclo que sólo puede empeorar.

Para frenar esta espiral de extinciones y destrucción de hábitat, re:wild está iniciando un ambicioso programa de restauración ecológica cuyo objetivo es devolver los hábitats a su estado original antes de la entrada de humanos y especies invasoras. Para ello es preciso reintroducir a las especies responsables de modelar el ecosistema. El demonio de Tasmania es una de las más importantes para desempeñar este trabajo. Tras la extinción del tigre de Tasmania el demonio se ha convertido en el carnívoro marsupial más grande que existe. Sobre él recae ahora la responsabilidad de controlar al resto de especies e impedir que los gatos y zorros invasores se conviertan en los únicos predadores supervivientes.

Recreación de un tilacino (Por Tim Bertelink)

Recreación de un tilacino (Por Tim Bertelink)

Pero los demonios de Tasmania se enfrentan a su particular guerra contra la extinción. Son víctimas de una forma particular de cáncer transmisible que ha diezmado sus poblaciones en un 80% arrastrándolos a un futuro oscuro. Hasta que se descubra un vacuna para su enfermedad, su única esperanza reside en la cría selectiva y posterior liberación en santuarios libres de la enfermedad y de otras amenazas como los dingos y los incendios forestales.

Liberación de demonios de Tasmania (Foto de Aussie Ark)

Liberación de demonios de Tasmania (Foto de Aussie Ark)

El santuario de Aussie Ark se encuentra al norte de Sydney y es el lugar escogido para este proyecto. Aquí, Chris Hemsworth y Elsa Pataky se encargaron de liberar a los primeros demonios de Tasmania el año pasado. Ahora esos ejemplares liberados han criado consiguiendo que este marsupial vuelva a nacer libre en Australia continental tras cientos, posiblemente miles de años.

Demonios de Tasmania caminando libres por Australia (Foto de Aussie Ark)

Demonios de Tasmania caminando libres por Australia (Foto de Aussie Ark)

La fauna australiana necesitaría una inversión anual de 1,000 millones de € al año para recuperar a sus especies amenazadas. Este gasto podría parecer enorme, pero se convierte en la mejor inversión a largo plazo dadas las catástrofes recientes vinculadas al desequilibrio ecológico causado por el hombre y que han originado costes cuatro veces mayores sólo en 2020. 1,000 millones de € al año de inversión en recuperación de especies tampoco sería una locura teniendo en cuenta que se estima que los australianos gastan el doble anualmente en el mantenimiento de sus gatos, la especie invasora más dañina.

Los lagartos también comen con las manos

Puncak siempre ha tenido una personalidad arrolladora. Lejos de la timidez de la mayoría de sus allegados, él está permanentemente buscando nuevos desafíos y se mantiene ajeno a la presencia de los científicos que estudian su comportamiento en el Zoo de Singapur donde reside. Este animal cada día da muestra de un repertorio de comportamientos e instintos que aportan gran valor a nuestro conocimiento sobre la especie, razón por la que muchos biólogos quieren observarle de cerca. Pero hay una cualidad que convierte a Puncak en un animal extraordinario no sólo para los científicos pero también para el público en general: el uso de sus manos.

Puncak el varano esmeralda. (foto de David Tan / Wildlife Reserves Singapore)

Atraídos por las manos

Los humanos sentimos una atracción especial por los animales que utilizan las manos, a fin de cuentas, nosotros dependemos de ellas para casi todo lo que hacemos. No es coincidencia que los grandes éxitos de la fauna salvaje, los animales que reciben nuestra atención, sean el oso panda, el koala o el gorila. Todos ellos son capaces de utilizar sus manos hábilmente para alimentarse y acicalarse. De hecho, existen otros animales considerados menos mainstream pero cuyo comportamiento nos fascina igualmente precisamente por el uso de sus extremidades, por ejemplo, los mapaches cuando lavan la fruta en una charca, los loros cuando manejan frutos con la pata, o el talentoso uso de los dedos del Aye-aye para buscar insectos en los orificios de los árboles.

Un recurso poco habitual

Puncak no es un mamífero ni un ave, es un varano esmeralda. El uso de las manos en reptiles es muy raro (en serpientes es ausente por razones obvias), por eso este animal genera tanto interés. Gracias a ejemplares como Puncak, se ha descubierto la alimentación asistida con las manos en esta especie de lagartos. Estos animales utilizan una técnica bastante sofisticada para localizar y atrapar presas que se encuentran escondidas en los agujeros de los troncos. El varano esmeralda utiliza sus patas delanteras como si fueran un rastrillo: introduce su fina mano en el agujero y abre sus dedos que poseen afiladas garras para atrapar a los pequeños artrópodos e insectos que componen su dieta.

Este lagarto originario de Nueva Guinea reside en las copas de los árboles que se encuentran en la selva tropical de esta enorme isla. Al desarrollar toda su vida en lugares inaccesibles su comportamiento natural es completamente desconocido para los científicos y debe ser estudiado en condiciones controladas.

¿Por qué necesitamos conocer su comportamiento?

El varano esmeralda no está catalogado como especie amenazada, su única amenaza según la UICN es el comercio internacional de mascotas que, a priori, no supone un descenso de la población preocupante. Sin embargo, la falta de datos sobre su estado salvaje, unido a la conocida alta tasa de deforestación de Nueva Guinea nos debería alertar sobre un futuro difícil para la especie. Conociendo mejor sus hábitos y necesidades podemos implementar acciones enfocadas a proteger a los congéneres de Puncak en su medio.

Una pareja de varano esmeralda copulando frente a la atenta mirada de los niños. (Foto de Hakeemulislam Osman)

Referencias

Mendyk, Robert W. and Hans-Georg Horn. 2011. «Skilled forelimb movements and extractive foraging in the arboreal monitor lizard Varanus beccarii (Doria, 1874)». Herpetological Review 42 (3): 343-349

Kane, Daniel. 2019 «Play behaviour by captive tree monitors, Varanus macraei and Varanus prasinus», Herpetological Bulletin, n.o Issue Number 149, Autumn 2019, pp. 28-31, doi: 10.33256/hb149.2831.