Hoy es el primer día internacional de la iguana azul, considerada la iguana más rara del planeta, y no por su color sino porque en 2001 quedaban menos de 25 ejemplares en Gran Caimán, su isla natal. Hoy celebramos su espectacular recuperación como un hito del optimismo en conservación al tiempo que miramos con cautela su protección. A fin de cuentas, Gran Caimán tiene fama de perder a sus reptiles más famosos.
El nombre maldito
En 1503, cuando Cristóbal Colón piso la isla por primera vez, decidió llamarla Isla Tortuga por la gran cantidad de tortugas que había en sus aguas. Estas tortugas sirvieron como alimento a los piratas del Caribe durante las siguientes décadas. Incluso el infame bucanero Barbanegra frecuentaba la isla para aprovisionarse. La alta resistencia de las tortugas las convertía en un alimento fresco que mantenían con vida en la bodega del barco cuando viajaban. Este consumo hizo que las tortugas no tardaran mucho en desaparecer de la isla y el nombre quedó obsoleto. Debían encontrar un nuevo nombre y se decidió optar por los siguientes animales más comunes: los cocodrilos. Así, la isla se bautizó con el nombre actual en honor a estos enormes reptiles. Curiosamente los cocodrilos tampoco tardaron en extinguirse. Parecía que el nombre se convertía en una maldición, así que no lo volvieron a cambiar, por si acaso.
¿Paraíso?
Gran Caimán tiene una extensión más pequeña que la isla del Hierro, pero su reducido tamaño no le impide ser un gigante de las finanzas. Aquí tienen base de operaciones más de 100,000 compañías y 600 bancos gracias a los beneficios fiscales, o lo que es lo mismo, ¡500 compañías por kilómetro cuadrado de isla! Pero Gran Caimán no es sólo un paraíso fiscal, también es un paraíso turístico. Más de dos millones de viajeros visitan este lugar buscando relajarse en sus playas paradisíacas y bucear en sus aguas cristalinas.
Por supuesto el rápido desarrollo económico y turístico de la isla acabó con muchos animales y casi acaba con las iguanas azules. Fue necesaria una intervención de rescate sin precedentes. “Pasamos de 25 individuos en 2001, a liberar el ejemplar número 1,000 en 2018, consiguiendo que la especie pasara a un nivel menor de amenaza” comenta Luke Harding, director de operaciones de la Blue Iguana Conservation, la organización responsable de la conservación de esta especie en Gran Caimán.
No podemos bajar la guardia
Aunque el número de iguanas liberadas ha sido extraordinario, hay evidencias que demuestran una tasa reducida de adaptación al medio salvaje. Esto es debido en parte a que las mismas amenazas que lanzaron a las iguanas azules al borde de la extinción en el pasado siguen presentes ahora y lo que es peor, han aparecido otras como especies invasoras y una nueva enfermedad emergente. Luke afirma que la especie sigue y seguirá dependiendo de la cría y liberación hasta que se reduzcan estas amenazas y se establezcan suficientes poblaciones estables.
Apostando por un ecoturismo de conservación
Un reciente estudio ha confirmado un incremento exponencial de los nidos de tortugas marinas en las islas caimán desde 2008. Estas tortugas junto con las rayas marinas son un gran atractivo para el turismo internacional de naturaleza. Este turismo también ofrece oportunidades positivas para la conservación de las iguanas. Aunque verlas en libertad es prácticamente imposible, el centro de cría está abierto al público y es el lugar ideal para los que quieran conocer a estos animales y colaborar en su conservación. Una razón más para visitar la isla. A mí, personalmente, me convence.
Su color es único, su personalidad fascinante
Aunque los reptiles no suelen ocupar un lugar destacado en la percepción pública de un grupo de animales hermoso, todo el mundo se gira al ver un lagarto azul y no causa el temor habitual de este grupo de animales. Sin embargo, Luke me dice que lo más interesante es la variedad de comportamientos y su personalidad que los hacen carismáticos y agradables para cualquiera. “Nuestro objetivo es que en los próximos cinco años la iguana azul se convierta en la especie bandera de Gran Caimán” concluye Luke.
En cualquier caso, esperemos que la isla nunca se llame Isla Iguana Azul, por el bien de su conservación.
Si quieres colaborar en este proyecto, puedes hacer un donativo o apadrinar una iguana azul y cuando vayas a Gran Caimán no olvides visitar el centro.
Nunca había oído hablar de ellas, el color es ideal pues es un azul raro y son enormes
Me alegro muchísimo de que hayan hecho centros de cría para que no desaparezcan como muchas otras especies
Muy interesante el artículo👏
08 mayo 2021 | 3:13 pm
Muy interesante
08 mayo 2021 | 3:18 pm