Archivo de septiembre, 2021

El enigmático lobo de crin, menos mediático que el panda…pero más fascinante

Este mes hemos sido testigos de un nuevo parto gemelar de osos panda en el Zoo de Madrid. Nada nuevo, siguen naciendo y siendo fotografiados y admirados por millones de personas. Reciben tanta atención y financiación que se están recuperando en su medio y han dejado de estar en peligro de extinción aunque siguen siendo vulnerables.

Lobo de crin caminando en Brasil. Foto: Jonathan Wilkins (Wikipedia Commons)

Lobo de crin caminando en Brasil. Foto: Jonathan Wilkins (Wikipedia Commons)

Sin embargo este mes ha llegado una noticia que recibirá menos atención, pero que sí es realmente extraordinaria para el conocimiento de otro animal, que en este caso habita en Sudamérica. El enigmático lobo de crin, una especie rara vez fotografiada en su medio y de la que existe muy poca información, nos mostraba sus momentos más íntimos y desconocidos: el proceso de cría y crecimiento de sus cachorros. Y desde dentro, como si de un Gran Hermano de la naturaleza se tratara.

Cachorros de aguará guazú grabados por cámara trampa en los Esteros del Iberá. Foto: Matias Rebak (Fundación Rewilding Argentina)

El equipo de conservacionistas de Fundación Rewilding Argentina ha conseguido introducir cámaras espía en su nido para obtener las primeras imágenes jamás vistas de una madre alimentando a sus cachorros en su medio natural.

Un nombre desafortunado

El lobo de crin, también conocido como aguará guazú, que significa zorro grande en guaraní, tiene un nombre que confunde: no es ni un lobo ni un zorro. Pero eso no ha evitado que sea perseguido por el estigma de llamarse lobo y la supuesta amenaza que supone para el ganado. Nada más lejos de la realidad, ya que este omnívoro se alimenta principalmente de fruta y pequeños roedores, lo que le convierte en el aliado perfecto para controlar plagas en los cultivos, reducir enfermedades y dispersar semillas de manera eficiente. Además, su carácter tímido le mantiene lejos de asentamientos humanos.

Lobo de crin y sus orejas. Foto: Piqsels

Un modelo canino

Pero centrémonos en su aspecto: el lobo de crin es el cánido más alto que existe. Tiene unas patas finas e infinitas cual modelo de medias y calcetines, que le ayudan a caminar en pastos y terrenos inundados (dejo video para que veáis como se desliza en la pasarela). Parece una caricatura de sí mismo con esas orejas desproporcionadas que le sirven para localizar a sus pequeñas presas y depredadores, ya que este “lobo” patilargo es presa del todopoderoso jaguar.

Hoy gracias a estas nuevas imágenes entendemos mejor su comportamiento, en especial las interacciones entre los cachorros, y como sus padres les proporcionan alimento regurgitando comida y amamantándoles.

Reconstrucción de naturaleza

En el Parque Iberá, la Fundación Rewilding Argentina llevan adelante el programa de reintroducción multiespecie más ambicioso de Sudamérica. El oso hormiguero gigante, el venado de las pampas, el guacamayo rojo y el jaguar son algunas de las especies que están impulsando un nuevo modelo de desarrollo económico basado en el turismo de observación de fauna. Un modelo que devuelve esta área a su esencia de siglos atrás antes de que existiera la ganadería extensiva. Este proyecto es el ejemplo de que la recuperación es posible, aunque no seas blanco y negro y comas bambú poniendo una carita adorable.

Cachorros de lobo de crin amamantándose. Foto: Matias Rebak (Fundación Rewilding Argentina)

¿Te gustaría colaborar con este proyecto? puedes realizar una donación en el siguiente enlace.

Las cucarachas seguirán aquí cuando el cambio climático acabe con nosotros

Seguramente sea uno de los animales más denostados del mundo, sin duda de los que provoca más repulsión a los humanos. Un encontronazo con ellas es capaz de desencadenar reacciones de histerismo desproporcionadas,  y sin embargo son verdaderos modelos de eficiencia cuya presencia en nuestro planeta es clave para garantizar el equilibrio de los ecosistemas. No dejes de leer aunque hable de cucarachas. Hay motivos para mirarlas con otros ojos.

Cucaracha posada en una planta. Foto: Piqsels

Miles de especies

Para empezar hay que decir que en el mundo hay unas 4600 especies distintas de cucaracha, pero solo se considera plaga, por su presencia en entornos urbanos a 4. Con lo que si usted odia a las cucarachas seguramente sea a alguna de esas cuatro, que suelen aparecer en cocinas o baños. Su presencia está vinculada a la suciedad cuando es justo al revés, si están ahí es porque se ven atraídos por la mugre, y llegan para eliminarla. El algodón no engaña y la aparición de cucarachas tampoco.

Fertilizadoras de la tierra

Las cucarachas son las grandes recicladoras de la naturaleza. Se encargan de descomponer restos de materia orgánica en la cadena alimenticia de las que forman parte. Esos residuos que ingieren contienen grandes cantidades de nitrógeno, que son depositados de vuelta con las heces que excretan. Esa contribución es esencial para enriquecer los suelos de los bosques y selvas del mundo.

Esas habilidades como recicladoras no han pasado desapercibidas a los científicos. En China las han “contratado” en varias ciudades para eliminar desechos de comida y materia orgánica que de otro modo acabarían en vertederos e incineradoras. Biotecnología punta más sostenible.

No todas son «feas»

Quizá con todo lo contado a alguno aún le sigan provocando rechazo por su aspecto físico. Seguramente es porque no conozcan a la cucaracha dominó (Therea petiveriana), uno de los insectos más “fashion” del planeta. Endémica de la india, su coloración con manchas blancas simétricas  parece diseñada por un decorador de interiores moderno.

Cucaracha dominó. Foto: Sripathi Harsha (Wikimedia commons)

Otra cucaracha que merece mención es la Gromphadorhina portentosa, la cucaracha sopladora de Madagascar, que realmente es “portentosa” con sus 7 cm y medio de longitud. Pero también por su habilidad para emitir silbidos como método para ahuyentar a los depredadores.

Cucaracha sopladora de Madagascar. Foto: Piqsels

Los tanques de la naturaleza

Pero si por algo son dignas de admirar las cucarachas es por su resistencia. Antes aclararemos un mito: las cucarachas no sobrevivirían a una explosión nuclear. Eso si, son capaces de soportar niveles de radiación mucho más elevados que nosotros. También pueden caminar sin las patitas de atrás, aunque la canción diga lo contrario. Pero no solo eso, pueden vivir varias semanas sin cabeza: el colmo de la supervivencia.

Cucaracha de bosque sudamericana. Foto: Piqsels

Esta semana hemos conocido un demoledor informe con más de 200 publicaciones médicas que afirman que la crisis climática originada por el hombre es la mayor amenaza para nuestra propia salud. Puede que las cucarachas no sean los seres más atractivos pero habría que mirarlas con un poco más de respeto, al fin y al cabo cuando desaparezcamos en unos cientos de años, siendo optimistas, seguramente ellas sigan aquí, a lo suyo, limpiando toda la porquería que hemos dejado detrás.