Puncak siempre ha tenido una personalidad arrolladora. Lejos de la timidez de la mayoría de sus allegados, él está permanentemente buscando nuevos desafíos y se mantiene ajeno a la presencia de los científicos que estudian su comportamiento en el Zoo de Singapur donde reside. Este animal cada día da muestra de un repertorio de comportamientos e instintos que aportan gran valor a nuestro conocimiento sobre la especie, razón por la que muchos biólogos quieren observarle de cerca. Pero hay una cualidad que convierte a Puncak en un animal extraordinario no sólo para los científicos pero también para el público en general: el uso de sus manos.
Atraídos por las manos
Los humanos sentimos una atracción especial por los animales que utilizan las manos, a fin de cuentas, nosotros dependemos de ellas para casi todo lo que hacemos. No es coincidencia que los grandes éxitos de la fauna salvaje, los animales que reciben nuestra atención, sean el oso panda, el koala o el gorila. Todos ellos son capaces de utilizar sus manos hábilmente para alimentarse y acicalarse. De hecho, existen otros animales considerados menos mainstream pero cuyo comportamiento nos fascina igualmente precisamente por el uso de sus extremidades, por ejemplo, los mapaches cuando lavan la fruta en una charca, los loros cuando manejan frutos con la pata, o el talentoso uso de los dedos del Aye-aye para buscar insectos en los orificios de los árboles.
Un recurso poco habitual
Puncak no es un mamífero ni un ave, es un varano esmeralda. El uso de las manos en reptiles es muy raro (en serpientes es ausente por razones obvias), por eso este animal genera tanto interés. Gracias a ejemplares como Puncak, se ha descubierto la alimentación asistida con las manos en esta especie de lagartos. Estos animales utilizan una técnica bastante sofisticada para localizar y atrapar presas que se encuentran escondidas en los agujeros de los troncos. El varano esmeralda utiliza sus patas delanteras como si fueran un rastrillo: introduce su fina mano en el agujero y abre sus dedos que poseen afiladas garras para atrapar a los pequeños artrópodos e insectos que componen su dieta.
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— Borja Reh (@BorjaReh) June 1, 2021
Este lagarto originario de Nueva Guinea reside en las copas de los árboles que se encuentran en la selva tropical de esta enorme isla. Al desarrollar toda su vida en lugares inaccesibles su comportamiento natural es completamente desconocido para los científicos y debe ser estudiado en condiciones controladas.
¿Por qué necesitamos conocer su comportamiento?
El varano esmeralda no está catalogado como especie amenazada, su única amenaza según la UICN es el comercio internacional de mascotas que, a priori, no supone un descenso de la población preocupante. Sin embargo, la falta de datos sobre su estado salvaje, unido a la conocida alta tasa de deforestación de Nueva Guinea nos debería alertar sobre un futuro difícil para la especie. Conociendo mejor sus hábitos y necesidades podemos implementar acciones enfocadas a proteger a los congéneres de Puncak en su medio.
Referencias
Mendyk, Robert W. and Hans-Georg Horn. 2011. «Skilled forelimb movements and extractive foraging in the arboreal monitor lizard Varanus beccarii (Doria, 1874)». Herpetological Review 42 (3): 343-349
Kane, Daniel. 2019 «Play behaviour by captive tree monitors, Varanus macraei and Varanus prasinus», Herpetological Bulletin, n.o Issue Number 149, Autumn 2019, pp. 28-31, doi: 10.33256/hb149.2831.
Los lagartos no tienen manos.
02 junio 2021 | 7:47 pm
Me encanta este lagarto 🦎 tiene un color precioso y una cola enorme, y es muy curioso que como se ve en el vídeo pueda comer con sus garras
Como siempre muy interesante enhorabuena por el artículo
03 junio 2021 | 12:14 pm
Muy interesante como todos sus artículos , aprendes cosas muy curiosas, este verano esmeralda no lo había visto nunca y tiene un color sorprendente
Me hace gracia ver como copulan el macho y la hembra cosa difícil de ve Enhorabuena por el artículo 👏
03 junio 2021 | 12:26 pm