Un microrrelato por día y cada uno de 150 palabras. Ni una más, ni una menos.

Las duras tareas de un robot

Ser un robot mucamo en un hotel de lujo no es cosa sencilla. Acompañar a los huéspedes hasta sus habitaciones e interactuar con ellos, amerita muchísima tolerancia. Es bastante difícil soportar a toda esa gentuza presumida que se creen los dueños del mundo. Pero bueno, poner buena cara y ser simpático todo el tiempo es lo que me tocó. Transportar el equipaje de mano y hacerme cargo del servicio de habitación son otras de mis tareas. Muy pesadas, por cierto. No es que me queje de mis obligaciones, ya que para eso me hicieron, pero que mis tareas hayan sido programadas no significa que no me cueste energía hacer lo que hago. Lo hago, y eso es lo que importa. Me esfuerzo en hacerlo y el esfuerzo amerita una recompensa. Por eso mismo no puedo entender porqué la gente no me deja propina. ¿Acaso un robot no merece ser recompensado?

7 comentarios

  1. Dice ser Clica aquí

    ¿Estas hablando del año 2900?

    28 febrero 2011 | 11:46

  2. Dice ser Michan

    Juas, casi juraria que esto es del 3000… si hasta parece que tienen sentimientos los robots xDD

    Clicka sobre mi nick!! ^^

    28 febrero 2011 | 12:12

  3. Dice ser maria b

    no es gran cosa…

    28 febrero 2011 | 12:40

  4. Dice ser Metamorfosis

    ¿Qué será lo que puede necesitar un robot como propina? ¿Un spray lubricante para las juntas? ¿Un chip de repuesto? ¿Un tornillito por si comete alguna locurilla y pierde uno?…

    28 febrero 2011 | 15:07

  5. Dice ser Enmascarado

    Bueno Walter, te has ingeniado para robotizar las sensaciones humanas.
    No sé si llegará el día que los robots decidan hacer una huelga general y dejen en la estacada a todos los insufribles usuarios de sus atenciones, pero lo único que se me ocurre es que se sindicalicen y luchen por la propina obligatoria.
    …Lo que hay que ver. Humanos insensibles a la sensibilidad de los pobres robots.

    28 febrero 2011 | 15:17

  6. Quizás el coste del robot
    y el de su mantenimiento,
    sea superior al del salario,
    más la de seguridad social,
    los de uniformes e impuestos,
    que pueda costar ese chaval,
    el botones de uniforme,
    que tocado del casquete.
    Nos abre la puerta del hotel,
    carga con nuestro equipaje,
    y nos acompaña al aposento.
    Que después de desearnos,
    feliz estancia y descanso,
    con una amable sonrisa,
    nos demanda la propina,
    que todos gustosos damos.
    ¿Si al botones sustituyen,
    por un rechoncho robot,
    que sale mucho más caro?
    No acierto a comprender,
    los motivos de ese cambio.
    Quizás sea por eliminar,
    al personal de servicio.
    No, por ahorrarnos propina,
    ni tener más beneficios,
    ya que les cuesta más caro,
    ¿Será por ver crecer y crecer,
    las colas de jóvenes que hay,
    en las oficinas del paro?

    28 febrero 2011 | 16:41

  7. Dice ser noaguantoamijefe

    Más que una propina…un bote de 3en1 le iría mejor. Pero sí, todos merecemos una recompensa, yo a mi coche le digo palabras cariñosas y acaricio el volante para que no salga de mi vida y me dure muchos, muchos años.

    28 febrero 2011 | 20:41

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