Un microrrelato por día y cada uno de 150 palabras. Ni una más, ni una menos.

Una carga en la espalda

Cada vez que me visto por la mañana siento que estoy disfrazándome de una persona que no soy. Me pongo el mismo pantalón y la misma camisa de todos los días, coloco en mi rostro una máscara que me hace ver como alguien que no quiero ser, tomo el café con leche y me voy hacia el trabajo. Subo al colectivo cargando con el peso de un disfraz que me cuesta desfilar. Bajo, camino unas cuadras, me aprieto el nudo de la corbata para que no se note la hilacha, subo a mi oficina, enciendo el ordenador y lo vuelvo a apagar ocho horas más tarde. Regreso a mi casa agotado. Se hacen las siete y pico de la tarde mientras me descalzo los zapatos, me saco el disfraz y espero a que se me vaya el dolor de espalda. Es verdaderamente increíble lo que pesa el uniforme del trabajo.

9 comentarios

  1. Dice ser Metamorfosis

    Lo que a mí me pesa no es el uniforme de trabajo,son las horas pasadas en un puesto donde apenas avanzas, no se te valora y tienes como todo incentivo aguantar la frustración de la gente, que se dirige al primero que pilla en la mesa, descargando la furia de su problema, de la crisis del pais e incluso de lo mal que va su matrimonio. Muchas veces puedo ayudarles, en otras ocasiones no, porque no vienen a la oficina para que les ayuden, sólo para descargar su frustración. Bien mirado, ahí también les ayudo. Cuando veo que no necesitan que les diga nada, sólo les escucho, y se van un poco más tranquilos. Creo que no todos valdrían para mi trabajo. Yo acabo agotada sí, no de cargar con mi máscara, que no llevo, sino de cargar con muchas frustraciones ajenas.

    27 enero 2011 | 12:36

  2. Dice ser Al Sur de Gomaranto

    Qué pese el uniforme de trabajo,
    es lo natural y lo comprensible,
    para todos millones que lo hacen
    forzado por obligación y necesidad,
    en puesto o en un lugar inadecuado.
    Con salarios de miseria, mal pagados,
    y mucho más cansado si se sienten
    que encima lo tienen explotados.
    Con contrato por tiempo inferior al trabajado,
    trabajando horas extras sin cobrarlas,
    sin vacaciones y descansando cuando encarta.
    Y lo que es muchísimo más grave,
    sin estar es la Seguridad Social, dados de alta.
    Más que el uniforme lo que pesa,
    es la explotación, los salarios de miseria,
    y por si poco fuera, una mala ubicación.
    Para el que trabaja con un contrato justo
    en un puesto, en consonancia a su preparación,
    con un salario suficiente para vivir,
    que sea en equidad a lo que produce;
    Ese trabajador no puede estar a disgusto,
    no será nunca un disconforme,
    ni creo que jamás, le pese el uniforme.

    27 enero 2011 | 16:32

  3. Dice ser Penélope G.

    Muy bueno! Conozco a más de uno/a que el disfraz lo llevan puertas adentro de su casa.Triste, en cualquier caso.

    27 enero 2011 | 16:58

  4. Dice ser antonio larrosa

    Yo, como soy un escritor de poca monta, en mi puñetera vida he trabajado, ni duro, ni blando, que no he trabajado vamos ! porque sólo me he limitado a arrejuntar malamente palabras intentando hacer un libro para aburrir al personal. Lógicamente me hacen reir los que trabajan duramente ( por dinero, claro) porque yo gano un dineral sin hacer practicamente nada. Seguid burritos, seguid trabajando duro para que gentes como yo comamos bien viendo como los demás trabajan duro. jajaja soy como un politico que se limita a decir lo que tienen que hacer los demás y luego dicen los demás que ese politico ha trabajado. De risa.

    clica sobre mi nombre

    27 enero 2011 | 17:07

  5. Dice ser Novak Djokovic

    Hace unos meses indicaron en Findrxonline que el dolor de espalda puede asociarse con:
    • Entumecimiento, hormigueo, pérdida de movilidad en un brazo o una pierna.
    • Dolor de Pecho o dificultad de respirar.
    • Aumento de la intensidad del dolor, aunque se este con medicamentos.
    • Dificultad de andar o mantener el equilibrio.
    Tambien indican que pueden ser tratados con medicinas recetadas como vicodin, percocet, hydrocodone, que sirven para controlar el dolor crónico.

    27 enero 2011 | 17:53

  6. Dice ser Clica aqui

    No os creais lo que ha escrito el otro Larrosa, he trabajado desde los siete años y muchas horas, si yo os contara os poniais a llorar de pena y enseguida me buscabais una buena editorial para editar mis escritos y asi compensar los sufrimientos sufridos de tanto estudiar y trabajar, con un poco de satisfacción lo que me quede por estar en este perro mundo, en el que solo cuento con mi exigua pensión y siempre con la misma cara fea y diciendo la verdad como un tonto.

    27 enero 2011 | 17:53

  7. Dice ser emprender

    No hay nada más duro que tener que madrugar todos los días para ir a un trabajo que no te gusta

    27 enero 2011 | 19:12

  8. Dice ser flack

    ……da asco trabajar en españa….cambias de trabajo y te encuentras las mismas o peores condiciones del anterior trabajo….

    27 enero 2011 | 21:35

  9. Dice ser Pedro Moreno

    Perdonarme que sea reiterativo, en el comentario referente al mundo del trabajo, y a la frustración, a la monotonía, y al cansancio, que ello supone. Digo lo de reiterativo, por el hecho, de haber comentado hace un par de días, un tema igual o muy parecido, en este mismo post, creo que el titulo era. (NUNCA UN AGRADECIMIENTO). Según mi opinión, no sé, si acertada, o no, vuelvo a insistir en lo mismo. Creo que el trabajo, u obligación, más penoso, y que nos produce más frustración, en la mayoría de los casos, no es el esfuerzo físico, o intelectual, sino el hecho, de no ser valorado, ni reconocido, por quienes tienen, sino, la “obligación”, por lómenos la delicadeza, por educación, y justicia, de hacerlo. También nos influye bastante, en todos estos temas, el sentido de libertad, junto al deseo, de hacer cosas que cambien la rutina diaria, y nos guste, sobretodo, que nadie nos imponga, lo que tenemos que hacer, por superioridad o cosas por el estilo. Permitirme que relate un hecho, que conocí hace bastantes años atrás, que si tiene mucho que ver, con la teoría, que desde mi posible ignorancia, trato de exponer. Se trataba de un compañero de trabajo, aunque en distinta sección, y diferente oficio; Trabajaba su jornada laboral dentro de una oficina, que como todos suponemos, dicho trabajo no requiere mucho esfuerzo físico, seguramente ninguno. A pesar de ello, no pasaba ningún día, sin que me comentara, que el trabajo le tenía agotado, y cansado, con ganas de llegar a casa, para sentarse en el sillón y descansar. Ahora bien, llegado el fin de semana, era una cuestión totalmente distinta. Era miembro de una asociación de cazadores, donde la mayoría de los fines de semana, se marchaban a cazar por los montes de Toledo, dándose caminatas de más de treinta kilómetros, campo atraved, subiendo y bajando cerros, además cargado con todos los pertrechos de caza, que según el mismo, pesaba bastante; El resultado es que el lunes, cuando nos juntábamos en el trabajo, me contaba las peripecias, y anécdotas, de la jornada en el campo, incluyendo el comentario, de que se encontraba en perfectas condiciones, físicas, y mentales, totalmente descansado, y relajado, con muchas ganas, de que volviera otra ved el fin de semana. Con esto quiero dar a entender, que el esfuerzo físico, o mental, hecho de forma voluntaria, agradable, y satisfactoria, ni cansa, ni fatiga, ni deprime, sino todo lo contrario……. Perdonar, mi interminable exposición, que tengáis un buen día…..

    28 enero 2011 | 00:42

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