Estaba concentrado, leyendo en el sillón ubicado al costado de la ventana. Los párpados se me cerraban a causa del sueño y de repente sentí una fuerte voz que parecía entrar desde el balcón. «¡Se incendia el edificio! ¡Se incendia el edificio!», escuché. «¡El del séptimo. El hombre que está en el séptimo. Salga que hay un incendio en el edificio!», insistió el grito del desconocido. Se me ocurrió que era una broma del destino o bien, que me estaba volviendo loco. Lo cierto es que la voz era tan insistente que aunque descreía de ella, finalmente salí al balcón. Sentía miedo por lo que me podía llegar a encontrar. Al mirar hacia abajo pude ver un camión de bomberos, luces girando y gente reunida alrededor del edificio. Recuerdo que estuve a punto de desmayarme. Siendo sordo desde los 9 años, es un verdadero milagro que haya escuchado la advertencia.
Las vibraciones siempre consiguen estimularnos.
Marta
http://www.mivibrador.es
29 octubre 2010 | 12:15
El sentido de la suprevivencia es el más desarrollado.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
29 octubre 2010 | 12:17
Muchas veces en sueños percibimos señales de la realidad sin que llegue a despertarnos. Los mecanismos de defensa de mi sueño trasforma el sonido del despertador ( tengo a la pobre Shakira cantandome el «Hips don’t lie» cada mañana) y puede situarme en una discoteca o en un chiringuito de la playa. Si entra brisa por la ventana puede situarme en lo alto de una montaña respirando el aire fresco de la mañana. Y tengo la seguridad de que si hubiera humo en casa o se oyera el sonido de las sirenas de los bomberos, podría escuchar la advertencia de uno de los ciudadanos que vive en mis sueños, ayudándome a despertar para salvarme…
29 octubre 2010 | 13:13
Me gusta que la gente crea que soy un ser con un sentido especial y que Dios me a dedicado un milagro haciendome oir en un momento de gran peligro, siendo sordo . Me gusta, pero ya no quiero seguir con esta farsa. Hoy voy a contar con este escrito que de milagro nada, que fuí avisado por varios sitios y que todo fué normal. Me explicaré.
Como me encuentro muchas veces solo en casa, mi hijo puso una lampara que cuando suena el teléfono más de seis veces debo conectarme con el por Internet y me dice lo que desea a traves del mensenyer, pues soy sordo pero se leer y escribir y a veces mantenemos largas converasciones así . Esta vez me escribió : Papá: tu casa esta ardiendo , no se puede subir por ningún lado y los bomberos ya están izando la escalera hasta tu ventana .
Rapidamente me acerqué a la ventana y pude antes de abrirla ver como las campanas de la iglesia del pueblo repicaban a fuego . las campanas las veo desde mi ventana muy bien y cuando la pequeña de las tres se balancea es que hay fuego en algún lugar del pueblo, despues el humo que ya empezaba a entrar por debajo de la puerta tambien me avisaba de que la casa estaba ardiendo y por último el bombero que ya rompia los cristales ante mi tardanza en abrirle tambien fué un buen aviso. Descendi en lacesta de la escalera de los bomberos, que se fué recogiedo y eso fué todo. Ese fué el supuesto milagro .
29 octubre 2010 | 14:54
Creo que el comentario de Juanjo es muy parecido a lo que yo iba a escribir lo veo como una buena deducción, asi que me ahorro el trabajo.
Clica sobre mi nombre
29 octubre 2010 | 14:58
Milagro?? Quizas, o como dicen por aqui, vió una señal del destino, que no dejó que esa fuera su momento de morir.
Un ruido, un olor, un poco de humo……
http://www.elsecretodeafrodita.es
Un Sex Shop único. Bajamos los gastos de envío.
Nos hemos vuelto locos!!!!!
29 octubre 2010 | 15:53
Casualidades y no tanto, percibir humo, luces, y vibraciones (distintas a las de Marta) pueden llegar a despertarnos de otro estado.
Pero si desde luego era sordo, era un sordo tarado.
http://www.temasarte.com/esculturas-arte-a/belsa_fuego/ficha/I.-M.-Belsa—Fuego.html
29 octubre 2010 | 17:26
De pequeño yo vivía
al borde de la carretera,
una carretera general,
no tenía mucho tránsito.
Pero pasaban camiones,
unos grandes camiones,
todos los días unos cuantos.
Frente a mi casa vivía,
otro niño de mi edad,
sordomudo de nacimiento,
que siempre a un lado o a otro
de esa carretera general,
los dos andábamos jugando.
La carretera cruzábamos,
de mi casa hacia la suya,
y de la suya hacia la mía,
mil veces al cabo del día.
Ajenos al peligro estábamos,
cosas de la poca edad.
Que casi siempre pasábamos
sin tan siquiera mirar.
En verdad que los vehículos,
no corrían demasiado,
es lo que ahora llamamos,
a velocidad reducida.
Esos camiones tenían,
un par de grandes trompetas,
en el techo de las cabinas.
Los conductores las hacían sonar,
cuando sin mirar cruzábamos.
Con un sonido tan tremendo,
que mi amigo el sordomudo,
se pegaba un sobresalto.
Y siempre a mi me empujaba
o trataba de arrastrarme.
Para evitar el atropello,
para evitar el desastre.
Cuando estábamos jugando,
en su puerta o en la mía
o al borde de la carretera.
Nunca escuchaba las bocinas,
que los camioneros tocaban,
a modo de adiós o de saludo.
Nunca él se estremecía,
jamás él cuenta se daba
de que un camión estaba pitando.
Si se llevaba el sobresalto,
cuando las hacían sonar,
si estábamos en el asfalto,
aunque no estuviese mirando.
Que aquello fuese un milagro,
eso yo no, yo no lo creo.
En cuestiones de milagros,
Lo tengo yo tan difuso,
que no lo veo nada claro.
Pero aún hoy me pregunto:
¿Porqué solo oía las bocinas
si estábamos en peligro?
29 octubre 2010 | 22:09
Muchas gracias a (JUANJO) por explicarnos el ¡MILAGRO!. Al tratarse de un relato sin que (WALTER) no entrase en explicaciones nada mas exponer el caso total mente al desnudo. Se presta así a especulaciones de todos los temas imaginables habidos y por haber dependiendo la explicación de según qué parte de la ciudadanía la tuviera que dar. Empezando por los muy religiosos sin ninguna duda nos darían explicaciones y conceptos hasta la saciedad, achacándolo siempre como es natural a la intervención ¡DIVINA!, Empleando la herramienta del ¡MILAGRO! Cosa lógica en personas con credos tan profundos como los ya mencionados, como ocurre siempre al no poder dar una razón lógica, y natural, de cualquier caso de contenido extraño, e inexplicable, para el raciocinio humano. Estas personas al conceptuarlo como milagro, con eso terminan y dan fin a toda la especulación lógica, o, no, que se pudiera encontrar. También tenemos otra parte de la sociedad con ideas, y filosofía, bastante distinta de los primeros. Los cuales no creen ver en ningún caso la intervención ¡DIVINA!, para estas personas, todas las cosas inexplicables, tienen alguna lógica terrenal. Dándose el caso de no encontrarse. Siempre se lo achacaría, algún capricho de la naturaleza, o intervención, de! Entes! de otras dimensiones, o de fenómenos extrasensoriales, por ejemplo. Por último tenemos la parte científica, medica, la cual también nos lo explicaría con gran rigor profesional, a, eso, si, seguramente no nos enteraríamos de nada, o de muy poco. Seguro que basarían toda la explicación en el funcionamiento del cerebro, al tratarse del órgano más importante, vital, y menos comprendido de que disponemos. Para la ciencia médica se convierte en (cajón de sastre) para justificar, y explicar, cualquier comportamiento humano raro, sin ninguna lógica aceptable. Entrando de lleno en un campo acotado, como es la siquiatría, o incluso en sicosomática, especialidad médica que estudia la relación que ejerce la mente, sobre la alteración de todos los demás órganos del cuerpo, por lo menos la medicina así lo determina. Perdonar esta interminable explicación de una persona como yo con total carencia de estudios médicos ni científicos de ninguna clase solo mi opinión personal elaborada por los ya muchos años vivido. FELIX REGRESO DE PUENTE
02 noviembre 2010 | 00:30