Video consejo de hoy: cómo restaurar un mueble antiguo o recuperado

Os voy a confesar un secreto: yo también me emociono cuando encuentro algún trasto viejo-pero-con-encanto en la basura. Y como nuestro amiguete Juan, también lo considero al instante mi nuevo proyecto de “mueble vintage”, convenciéndome de que le dará un aire cosmopolita y post-modernete a alguna esquina del salón.

Así que más de una y de seis veces he llegado a casa con una silla, un pequeño armarito o un zapatero medio descuajaringado, y me he puesto manos a la obra para traerlo de nuevo a la vida mediante el noble y económico arte del reciclaje. Obviamente, cada tipo de mueble requiere unos cuidados distintos y en aquellos que incluyen partes de tela, acolchados o mecanismos de apertura la trama se complica. Así que para ser nuestro primer “rescatado” (vamos a darle otro significado a la palabra de moda, venga), empezaremos únicamente por tratar la pintura.

Como veréis en el vídeo, lo primero que haremos será –después de limpiarlo con una bayeta algo húmeda y jabón, eso sí- lijarlo con mucho mimo. Si contáis con una lijadora eléctrica, fetén. Si no, a tirar de papel de lija y paciencia de noble carpintero, que es una labor bien bonita y relajante.

A continuación toca tratar las grietas. Hay quien prefiere dejarlas al aire para acentuar ese aire desgastado que le da parte de su gracia viejuna. Y hay quien lo prefiere simplemente por ahorrarse trabajo. Yo, personalmente, soy de trabajarlo bien para recuperar toda la superficie del mueble, y más si se trata de una superficie de alto contacto, como una mesa o una silla.

Así que rellenaremos las rendijas y fisuras con Aguaplast especial para enlucir y alisar. Las grietas más pequeñas se cubren con masilla acrílica, que aplicaremos con una pistola de silicona. Tras la aplicación y después de dejarlo secar 4 horas, lijaremos con suavidad para dejar la superficie tersa y homogénea, y aplicaremos una capa de imprimación. Aquí dejaremos secar de nuevo y buscaremos unos buenos guantes de latex (ya sabéis que me decanto por los de CSI acompañados por una buena frase lapidaria), porque llega el momento definitivo de la pintura.

Preparad rodillo para superficies extensas y brocha para esquinas y detalles, elegid el nuevo color de vuestra admirable pieza viejoven y lanzaos sin miedo a la última fase de la restauración.

No os prometo que después de esto os llamen del Prado para adecentar a la prima de la Gioconda, pero sí que estaréis orgullosísimos de vuestro trabajo cada vez que os pase por delante de los ojos.

¿Y vosotros? ¿Cuántas veces habéis rescatado una pieza de coleccionista extraviada en plena calle? ¿Qué planes teníais para ella?

6 comentarios

  1. Dice ser Joseba

    jejejejeje ahora entiendo porqué la silla que encontré y que pinté con todo mi cariño me quedó tan chapucera. Ni lijé, ni reparé las grietas, ni imprimé… y del «vintage» al más puro «grunge» gitano hay un paso. Bueno, tres o cuatro, vale. Voy a retomarla siguiendo tus conejos, a ver si la resucito de vuelta al mundo del buen gusto..

    04 julio 2012 | 12:05

  2. Dice ser Raquel

    Hola Salvador, muchas gracias por el post y el video, me ha parecido muy clarito y lo pondré a prueba con muebles viejos que tengo directamente importados del pueblo. Así es la realidad hoy en día: le robamos los trastos ‘viejunos’ como tú dices a nuestros padres y abuelos, y se los cambiamos por muebles nuevos del IKEA, y con esto todos tan contentos oye.

    Hay una cosa que me encantaría que explicases a lo mejor en un próximo post, que es cómo decapar los muebles para que quede vista parte de la pintura anterior. Me gusta mucho el efecto que le da a las maderas antiguas cuando veo muebles restaurados así en tiendas de antiguedades o de decoración. Es fácil o requiere mucha maña?

    Por cierto anoche justo me encontré una mecedora antigua y quiero meterle mano, voy a empezar por ir lijándola poco a poco porque tiene mil y un ángulos, pero cuando acabe con ella será mi ojito derecho en el salón.
    Muchas gracias y saludos!

    04 julio 2012 | 12:30

  3. Dice ser a grandes males

    Con la que está cayendo, la gente se da de hostias con los sin techo y los inmigrantes desahuciados por coger la comida en mejor estado cuando llega la hora de tirar la basura en los supermercados. Y ya he visto a un vecino discutir con gitanos para ver quién se quedaba una mesa que estaba tirada en un contenedor, con una pata rota. La realidad ha cambiado chavales, más nos vale acostumbrarnos a reutilizar, a reciclar y a reparar muchas cosas porque este consumismo galopante que vivíamos hasta ahora ya no solo es inviable medioambientalmente, sino también económicamente.

    Ale, todos a repintar mesas y reparar armarios, nos vamos a convertir en carpinteros por necesidad. Y tan bien que nos va a ir para crecer un poco como personas y dejarnos de tanta inutilidad compensada a golpe de tarjeta de crédito.

    Salud para todos.

    04 julio 2012 | 16:02

  4. Dice ser Mai

    a mi también me interesa mucho el decapado, podías currarte un articulito sobre esta especialidad 😉
    Tengo un aparador pequeñito que encontré abandonado en una mudanza y quiero dejarlo muy hippie-chic!
    gracias!

    04 julio 2012 | 17:55

  5. Hola amigos rescatadores de joyas callejeras!

    Ya sabía yo que había mucha gente apasionada por recuperar antiguos enseres con encanto para darles una vida nueva. Es práctico, económico, se convierte en una afición que nos ayuda a realizarnos y, en confianza, da un gustazo enorme cuando un invitado en casa te pregunta por aquel objeto y le dices que lo encontraste y lo restauraste tú mismo. Vamos, que es propio de habitantes realmente inteligentes, para terminar con la concepción de un planeta de usar y tirar!

    Lo que te pasó, Joseba, es algo muy normal cuando se afrontan las reparaciones a medias o con poco tiempo. Saltarse fases perjudica al acabado, y también a la durabilidad del mueble y su disfrute. Merece la pena tomarte cada pieza como un proyecto completo y poder mirarla con “odgullo y satisfazzzión” una vez terminada 😉
    Raquel, es una verdad como un templo y muy curiosa la que compartes: el intercambio entre pueblo y ciudad me da a entender que hay una nueva melancolía hacia lo tradicional y lo humano, mientras que en el pueblo están más por la labor de modernizarse y dejar atrás los enseres rurales. ¿Qué mundo tan divertido, no?

    Ánimo con tu mecedora, es más, ¡te invito a hacer fotos y tomar apuntes del proceso y compartirlos con nosotros para un próximo post! ¿Qué te parece la idea? ¿Te atreves?

    05 julio 2012 | 18:39

  6. Tanto tú como Mai me preguntáis por el arte milenario del decapado. Se me pasó por la cabeza incluir algunas notas sobre esa posibilidad en este post, pero prefiero ir pasito a pasito y explicaros primero lo más básico. Próximamente os explicaré por aquí cómo llevar a cabo esta técnica, ¿vale? ¡Muchas gracias a las dos por la sugerencia!

    Y respecto al aporte de “a grandes males”, comparto tu reflexión al 100% amigo. Vivimos momentos complicados en los que hay que sacar 6 pesetas de cada duro, y desde luego aprender a reciclar y reutilizar muchas cosas que hasta ahora desechábamos sin sentido. Consumo racional, claro que sí.

    Hablando de esto, precisamente los chicos de 20 Minutos han publicado unos consejos muy buenos para consumir de forma sensata y cargarse mitos erróneos respecto a nuestros consumos de agua y electricidad en casa:

    http://www.20minutos.es/noticia/1522799/0/verdades-mentiras/sobre-ahorro-agua/energia-casa/

    Gracias a todos por vuestra actitud responsable y vuestras ganas de devolver la vida con vuestras manos a esos objetos con tanto potencial.

    Un abrazo

    Salva

    05 julio 2012 | 18:40

Los comentarios están cerrados.