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"No hay espejo que mejor refleje la imagen del hombre que sus palabras" Juan Luis Vives

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Pablo Iglesias ‘seduce’ a Mònica Oltra para intentar vencer a Rajoy y Sánchez en la Comunidad Valenciana

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, da por hecho que alcanzará un acuerdo para ir en coalición con Compromís en la Comunidad Valenciana de cara a las elecciones generales, que se celebrarán previsiblemente en noviembre o diciembre de 2015.

Iglesias con Monedero y Errejón.

Iglesias con Monedero y Errejón. EFE.

En los pasados comicios generales de noviembre de 2011, Mariano Rajoy arrasó a la izquierda en la Comunidad Valenciana, y en concreto a su entonces adversario socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El PP obtuvo 20 diputados, al lograr el 53,32% de los votos (1.388.465). Su mensaje de acabar con la crisis económica fue suficiente entonces para barrer a los socialistas, que lograron el 26,71% de los votos (695.691) y 10 escaños (cuatro menos que en 2008), con España al borde de la intervención económica.

Izquierda Unida logró 1 diputado (Ricardo Sixto), el 6,50% de los sufragios, UPyD otro escaño (Toni Cantó), el 5,60%, y Compromís otro (Joan Baldoví), el 4,80%. Todos ellos por la circunscripción de Valencia.

En las generales de dentro de unos meses la previsión es muy diferente. Si se tiene de referencia los resultados de las elecciones autonómicas de mayo (los más recientes), el PP habría caído a la mitad de los votos (653.186, el 26,25%). El PSOE también caería, pero mucho menos (505.186, el 20,3%).

Rajoy con Barberá

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pasea junto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, por los jardines de La Moncloa.

Un dato elocuente. El PP (con Alberto Fabra) y el PSOE (con Ximo Puig) sumaron juntos menos votos en las autonómicas de mayo de los que logró el PP de Mariano Rajoy en las generales de 2011 en la Comunidad Valenciana.

¿Y quién se ha llevado el resto del gran pastel? En casi toda España, Podemos y Ciudadanos. En la Comunidad Valenciana también, pero no sólo.

De hecho, el gran triunfador de los recientes comicios autonómicos y municipales en la Comunidad Valenciana fue Compromís. Con Mònica Oltra de candidata a presidenta de la Generalitat, los econacionalistas triplicaron sus escaños en Les Corts al pasar de 6 en 2011 a 19 el pasado mes de mayo. De 176.213 votos pasaron a 452.654, el 18,19%, a menos de 50.000 del PSOE. Gracias a todo ello, se han llevado la alcaldía de Valencia y medio gobierno valenciano.

Iglesias, en busca del pacto

Pablo Iglesias lo tiene claro. Si quiere aspirar a vencer a Mariano Rajoy y a Pedro Sánchez en la Comunidad Valenciana necesita ir en coalición con Compromís. Y en ello está.

Pedro Sánchez y Ximo Puig

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.

Podemos obtuvo unos meritorios 279.596 votos en la Comunidad Valenciana en mayo, 13 escaños y quinta fuerza en Les Corts. Un buen resultado pero peor que en otras regiones, precisamente por la fortaleza de Compromís. Iglesias sabe que las encuestas más recientes están detectando un crecimiento progresivo del PP y del PSOE en toda España.

En el caso del PP, posiblemente porque recuperan votantes que pudieron castigarles por los casos de corrupción y los recortes yendo a la abstención en las autonómicas, o votando a otros partidos como Ciudadanos (principalmente) o Vox (en mucha menor proporción).

Y en el caso del PSOE, quizá porque antiguos votantes socialistas que se habrían mostrado dispuestos a votar a Podemos estarían de nuevo volviendo al partido de Pedro Sánchez, al visualizar que es quien tiene más opciones de vencer, o perder por poco, frente a Rajoy.

Pero Pablo Iglesias no lo ve así. Y para ello está decidido a tejer alianzas con formaciones de centro-izquierda a las que ve próximas (ICV en Cataluña, las Mareas en Galicia…). En Valencia, Alicante y Castellón su objetivo es Compromís. Sumando los votos de Podemos y el partido que lidera Mònica Oltra en las recientes autonómicas hubieran sido la primera fuerza de la Comunidad Valenciana, por encima del PP.

Y esto es lo que quiere lograr Podemos, con un añadido. Iglesias y Mònica Oltra creen que, juntos, pueden plantar cara a la tradicional bipolarización de las elecciones generales entre el PP y el PSOE, pero además confían en fagocitar a IU, formación que ya no logró representación en Les Corts Valencianes el pasado mes de mayo.

Reparos del Bloc a Podem-Compromís

Pero la operación, aunque previsiblemente saldrá adelante, no es tan sencilla. Pablo Iglesias ofrece la opción de llamar a la coalición Podemos-Compromís o Podem-Compromís (en valenciano). Oltra, ex de Izquierda Unida, aceptaría esta opción, si tienen una representación de al menos el 50% en las listas. Pero sus socios nacionalistas del Bloc –mayoritarios en Compromís- no lo ven tan claro.

Mónica Oltra

La diputada de Compromis, Mònica Oltra, con el líder del Bloc, Enric Morera

Primero porque ir coaligados con una fuerza nacional española, por muy de izquierdas que sea y partidaria de reformas constitucionales hacia un estado plurinacional, es contrario a su sentido de “obediencia estrictamente valenciana”.

Segundo, no entienden que Compromís deba renunciar a encabezar la coalición en la Comunidad Valenciana cuando casi duplicaron a Podemos en las autonómicas de mayo. Enric Morera, líder del Bloc y el más reacio a la alianza, ha negado que existan “negociaciones” con Podemos, aunque ha admitido que “ha habido algunas conversaciones importantes”. No en vano, son conocidas las reuniones (cenas incluidas) entre Pablo Iglesias y Mònica Oltra en Madrid.

De hecho, si Iglesias logra ‘seducir’ a Oltra difícilmente el Bloc podrá impedir la coalición electoral de Compromís con Podemos. La vicepresidenta de la Generalitat Valenciana es la gran lideresa de la formación.

Obviamente, el PP, Ciudadanos, el PSOE e IU (o su posible coalición Ahora en Común) tratarán de poner en evidencia las discrepancias ideológicas entre Podemos y Compromís: económicas, sociales, de infraestructuras, de articulación del Estado, de financiación autonómica… Aunque son mucho más las coincidencias que las diferencias.

Albert Rivera

El presidente de Ciutadans, Albert Rivera.

Ciudadanos ficha a Cantó

¿Y Albert Rivera? El líder de Ciudadanos ya ha hecho un movimiento importante, el fichaje de Toni Cantó, hasta hace poco diputado de UPyD por Valencia. De esta manera, remata a la formación de Andrés Herzog y Rosa Díez en Valencia y luchará por lograr hasta dos escaños por Valencia y uno por Alicante. El fichaje del polémico actor, no obstante, ha generado muchas críticas de militantes valencianos de Ciudadanos, que hablan de imposición y dedazo de Rivera.

Los nuevos partidos (Podemos y Ciudadanos), más Compromís ya están haciendo movimientos directos de cara a las generales en la Comunidad Valenciana. Ahora faltan los tradicionales, PP y PSOE. IU tendrá casi imposible mantener su escaño por Valencia, y UPyD se da ya por liquidada.

El teatro de Cantó: de llamar tránsfuga a Carolina Punset a acabar en Ciudadanos

Toni Cantó

El exdiputado de UPYD, Toni Cantó. Foto: Jorge París

Toni Cantó (Valencia, 1965) siempre ha tenido claro que la vida es un teatro. Hay que representar historias para el gran público. Por ello, de joven se dedicó al teatro, y con 23 años debutó con  ‘Los Ochenta son nuestros’, una obra de Ana Diosdado que muestra las inquietudes y esperanzas de la juventud española en los años 80. Coincidió con Amparo Larrañaga, Lydia Bosch, Luis Merlo

Un año después participó en la obra musical ‘Carmen, Carmen’ (escrita por Antonio Gala). El argumento, una mujer que lucha contra el desamor. Y ese año, en 1989, también participó en una obra muy potente, ‘Hamlet’ (de Shakespeare), la tragedia más importante de la literatura británica. Otros actores coparon los personajes principales (José Luis Gómez, Hamlet; Ana Belén, Ofelia; o Alberto Closas, el rey Claudio), pero Cantó ya apuntaba alto con la obra del famoso ‘Ser o no ser’.

20 años años después de debutar en el teatro, Antonio Cantó García del Moral se afilió en UPyD, en 2008. Un partido muy combativo con los nacionalismos catalán y vasco, partidario de recentralizar competencias y también de regenerar la política española.

Cantó llegó a UPyD de la mano de Rosa Díez, la ex dirigente del PSOE (fue consejera del Gobierno vasco, Eurodiputada e inclusó llegó a optar a liderar el PSOE enfrentándose en un congreso a Zapatero y Bono).

Rosa Díez

La líder de UPyD, Rosa Díez

El actor de teatro y cine, presentador de televisión y modelo mostró su apoyo a posiciones de Unificación Comunista de España, partido que se declara marxista-leninista y que pidió el voto para IU entre 1989 y 2000, y dio luego su respaldo a UPyD en 2008. Es un partido de extrema izquierda muy crítico con los nacionalismos y con otros partidos de izquierda que, en su opinión, no defienden la unidad de España.

En UPyD, Cantó parecía sentirse muy cómodo. En 2011 logró ser diputado en el Congreso por la circunscripción de Valencia. Elogió a Rosa Díez, defendió con vehemencia los postulados de la formación magenta e incluso se metió en varios charcos, en el Congreso y en twitter. (negó que los animales tengan derechos, en su debate sobre los toros, aseguró que la mayoría de las denuncias por violencia machista eran falsas -luego pidió disculpas- se burló en twitter del seseo de Rajoy o comparó la inmersión lingüística en Cataluña con la pederastia).

Con el arranque de la legislatura todo iba bien, pese a sus errores garrafales. El PP, de ganar con mayoría absoluta, comenzó a caer en las encuestas por el desgaste de los recortes y los casos de corrupción, mientras el PSOE no despegaba. UPyD, y también IU, iban subiendo con fuerza. Llegaron a alcanzar el 9% de los votos, los de Rosa Díez, y el 13%, los de Cayo Lara, según diversos sondeos.

Ciudadanos y Podemos

Pero un joven político catalán y un profesor universitario madrileño lo cambiaron todo. Albert Rivera, líder de Ciutadans, decidió que su partido podía tener éxito también a nivel nacional, con su discurso regenerador y su oposición al independentismo catalán. Sus postulados eran similares a UPyD. Por su parte, Pablo Iglesias, que con su mensaje anticasta daba mucho juego en los debates políticos de las principales televisiones nacionales, anunciaba que iba a crear un partido que se presentaría a las europeas de 2014, como paso previo a las autonómicas de mayo de 2015 y las generales.

Díez, Cantó, Anchuelo y Lozano

Los diputados de UPyD en el Congreso de los Diputados. EFE

Empezaron los nervios en UPyD y en IU. Antes de las europeas, Albert Rivera apostó por una coalición con UPyD, que rechazaron a toda costa Rosa Díez y sus entonces afines Toni Cantó e Irene Lozano, además del más fiel Carlos Martínez Gorriarán. Por contra, el cabeza de lista de UPyD para las europeas, Francisco Sosa-Wagner defendía la confluencia con Ciudadanos.

El resultado de las europeas confirmó la fuerte irrupción de Podemos, que con 5 diputados fue la gran revelación y casi igualó a IU (seis escaños). El PP ganó las elecciones con 16 eurodiputados (calculaban que lograrían 19-20) y el PSOE se quedó en 14 escaños (Rubalcaba presentó su dimisión). UPyD logró 4, un buen resultado pero que quedó eclipsado por Podemos, y también por Ciudadanos, que logró dos.

Tras las europeas, Podemos fue logrando un crecimiento espectacular en las encuestas (engullendo a IU, y quitándole al PSOE, principalmente, pero también algo al PP, algo a UPyD, a Bildu, a Compromís, al BNG… a casi todos).

Guerra interna

En UPyD se desató una guerra interna brutal, que enfrentó a la cúpula de Rosa Díez con el eurodiputado Sosa-Wagner, y cada vez más dirigentes territoriales que consideraban que la ofuscación en no pactar con Ciudadanos estaba siendo muy negativa. Entre ellos, Alexis Marí, dirigente de UPyD en la Comunidad Valenciana que se enfrentó en primarias al equipo de Cantó. Y ganó. Pero la cúpula de Rosa Díez maniobró para afianzar a Toni Cantó. Alexis Marí abandonó el partido y se sumó a Ciudadanos.

El partido de Albert Rivera crecía en las encuestas, (y en militantes) mientras UPyD se hundía. Curiosamente, tanto Toni Cantó como Irene Lozano fueron de los más críticos con Sosa-Wagner y con un eventual pacto con Ciudadanos.

Albert Rivera

Albert Rivera, líder de Ciudadanos. Efe

Durante meses, UPyD siguió enfrascada en enfrentamientos internos… y llegaron las elecciones andaluzas de marzo de 2015. Se confirmó el crecimiento de Podemos y Ciudadanos, mientras que IU salvó por los pelos su presencia en el Parlamento andaluz. UPyD logró un ridículo 1,9% de los votos.

Y estalló la caja de Pandora. Irene Lozano y el actor Toni Cantó cambiaron de estrategia y pasaron a cargar con dureza contra Rosa Díez para tratar de forzar su dimisión. Arrastraron a muchos dirigentes, pero la fundadora de UPyD resistió. Andrés Herzog pasó a convertirse en su delfín y otros dirigentes permanecieron fieles, como Gorriarán, Mayte Pagazaurtundua o Ramón Marcos.

Lozano y Cantó pasaron a defender un acuerdo con Ciudadanos. Sosa-Wagner, a quien sobre todo la primera había descalificado, se congratuló con ironía del cambio de postura. Ante la resistencia de Rosa Díez, el 7 de abril Toni Cantó anunció que dimitía de diputado y de candidato a presidente de la Generalitat Valenciana. Abría una grave crisis a semanas de las elecciones autonómicas y municipales, perjudicando al conjunto de candidatos de UPyD. Muchos en la formación magenta intuían que estaba preparando su pase a Ciudadanos, y quería evitar un fracaso electoral personal.

Hundimiento de UPyD

Llegaron los comicios y se confirmó el hundimiento absoluto de UPyD. Desapareció de casi todos los ayuntamientos (grandes, medianos y pequeños), y de la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid. Por contra, Ciudadanos irrumpió con fuerza en casi todos los Parlamentos y Consistorios importantes. Ciudadanos es la llave en el Gobierno regional de Madrid, Andalucía, Castilla y León, Murcia, La Rioja, y muchas diputaciones y ayuntamientos. En líneas generales, permitiendo gobernar a la lista más votada.

Rosa Díez anunció la noche electoral que se retiraba y anunció un congreso para elegir al nuevo líder.  Se enfrentaron Andres Herzog, su delfín, contra Irene Lozano. Toni Cantó reapareció tras estar desaparecido desde su dimisión para ir de número dos en la lista de Lozano. Tras perder esta por un resultado ajustado (43% de los votos frente al 40%), Cantó anunció su salida de UPyD.

Unos días después, se anuncia que optará al puesto número dos de Ciudadanos al Congreso de los Diputados por Valencia como independiente. La jugada parece salirle redonda. UPyD se hunde y él puede salvarse. Atrás quedan sus ataques a Ciudadanos y a su líder en la Comunidad Valenciana: «Carolina Punset gobierna con el PP desde otro partido, eso es transfuguismo y está feo, no es mi forma de entender la política». Ayer Punset le dio la bienvenida a Ciudadanos y, con ironía, le dijo que ahora el tránsfuga es él.

La vida y la política, para Toni Cantó, es teatro. Uno se puede quitar una máscara para representar un papel (la de UPyD) y ponerse otra (la de Ciudadanos).

¿También tú, Toni? Rosa Díez, traicionada por Cantó mientras UPyD se derrumba

El candidato de UPyD a presidente de la Generalitat Valenciana, Toni Cantó, traicionó ayer a Rosa Díez, líder y fundadora del partido, y la responsabilizó del desastre electoral de su formación en Andalucía, donde ha vuelto a quedar fuera del Parlamento autonómico.

Toni Cantó

El diputado de UPyD Toni Cantó. (EFE)

Toni Cantó, a quien las encuestas también dejan fuera de Les Corts Valencianes, evidencia con estos ataques su nerviosismo. El actor es desagradecido con Rosa Díez, quien siempre le ha defendido pese a sus numerosas ‘cantadas’, como cuando dijo que la mayor parte de las denuncias por violencia de género son falsas (lo que desmintió el Consejo General del Poder Judicial).

También se alegró, y retuiteó, de un video montaje en el que se veía que un misil hacía saltar por los aires el edificio de Canal 9. Incluso, aseguró que «ni los toros ni el resto de animales tienen derecho a la libertad ni a la vida». El diputado nacional de UPyD olvida que Rosa Díez le ayudó imponiéndolo de candidato, pese a que perdió las elecciones a líder de la formación en la Comunidad Valenciana, el Consejo Territorial, frente a Alexis Marí, hoy dirigente de Ciudadanos. La diferencia entre ambos fue que Alexis Marí se trabajó a las bases del partido mientras Cantó y Fernando Llopis, a quien el actor apoyaba, no lograron el respaldo mayoritario de los militantes.

Rosa Díez

La líder de UPyD, Rosa Díez

Aún así, Rosa Díez le apoyó y, saltándose la democracia interna, ninguneó a Alexi Marí (que acabó pasándose a Ciudadanos arrastrando con él a un buen número de militantes) y consiguió que Cantó fuera el candidato. El actor respaldó a la dirigente de UPyD frente a la primera rebelión de dirigentes del partido que, encabezados por Sosa Wagner, reclamaban una coalición con Ciudadanos, el partido de Albert Rivera.

Toni Cantó jamás defendió esta alianza mientras UPyD iba por delante en las encuestas. Ahora, una vez Ciudadanos ha rebasado al partido ‘magenta’ y, especialmente tras el desastre de UPyD en Andalucía y el éxito de los de Albert Rivera, es cuando Cantó se rebela contra Rosa Díez, su gran defensora. Justo cuando más necesitaba de su apoyo. Así de rastrera es, en muchas ocasiones, la política. Cantó llegó a decir que el pacto era con Albert Rivera y sus 18 concubinas «y esas no me gustan».

Y encima, esta vez viene de quien alardea de la ‘nueva política’. ¿También tú, Bruto?, preguntó Julio César a Marco Junio Bruto mientras le asestaba una puñalada junto a otros senadores que participaron en la conspiración que acabó con la vida del emperador romano. ¿También tú, Toni? También. Nunca nadie vislumbró su distanciamiento con Rosa Díez, siempre fue un gran actor.

Toni Cantó, de Vecinos por Torrelodones a candidato a presidente de la Generalitat

Año 2007. Un movimiento ciudadano decide presentarse a las elecciones locales en Torrelodones (Madrid) cabreados por la gestión del PP en el municipio madrileño, y de la nula oposición que en su opinión realizaban PSOE e IU.

Toni Cantó

El diputado de UPyD Toni Cantó. (EFE)

Liderados por Elena Biurrun, una vecina harta de que el Consistorio no le hiciera caso y pusiera solución a un colector maloliente junto a su casa, Vecinos por Torrelodones fue ganando adeptos y logró ese año 2007 el 23,2% de los votos y cuatro concejales frente a los 9 del PP, 3 del PSOE y uno de Actúa (una escisión deIU).

En el puesto número cinco de la lista de Vecinos por Torrelodones iba el famoso actor Toni Cantó, que no entró por un puñado de votos. Optaba a concejal de Cultura.

¿Qué hubiera ocurrido si hubiera sido edil? Probablemente nunca habría acabado en UPyD y por tanto no sería diputado por Valencia en el Congreso ni el próximo candidato a presidente de la Generalitat por la formación que lidera Rosa Díez. Vecinos por Torrelodones desbancó al PP del gobierno en 2011, apoyado por el PSOE y Actúa.

Toni Cantó naufraga en Valencia: los sondeos dejan a UPyD fuera de Les Corts

Dos encuestas conocidas en un breve intervalo (una de Metroscopia publicada por El País el 9 de octubre y otra de Sigma Dos difundida por el PP valenciano el 14 de octubre) coinciden en que UPyD, la formación que lidera Rosa Díez, no entraría, a día de hoy, en Les Corts Valencianes al no superar la barrera electoral del 5% de los votos a nivel autonómico. Sigma Dos le otorga un 3,8% de los votos y Metroscopia aún menos, un 3,3%.

El diputado de UPyD Toni Cantó. (EFE)

El diputado de UPyD Toni Cantó. (EFE)

Tal resultado sería un fracaso absoluto para la formación magenta, especialmente porque en los pasados comicios europeos de junio logró un buen resultado, 8,47% de los votos (147.723 sufragios). Y porque además el diputado nacional y conocido actor Toni Cantó será previsiblemente su candidato a presidente de la Generalitat: este sábado se enfrentará en primarias a otros dos candidatos, los desconocidos José Vera (un médico de 75 años de Elche) y Ernesto Santillán (un dirigente de Valencia que tiene cierto predicamento entre las bases).

Es cierto que las encuestas son sólo eso encuestas, pero sí apuntan tendencias, y la de UPyD en la Comunidad Valenciana, uno de sus principales graneros de voto, no es nada buena pese al fuerte desgaste tanto del PP como, en menor medida, del PSPV-PSOE.

¿Qué ha pasado para que UPyD no sólo vea frenado su ascenso, sino que incluso sufra un significativo retroceso?

En mi opinión varios factores están debilitando a la formación magenta de Rosa Díez y Toni Cantó, no sólo en la Comunidad Valenciana sino en toda España.

Una muy importante es la potente irrupción de Podemos, el partido de Pablo Iglesias, que con su mensaje ‘anticasta’ y ‘antiprivilegios’ ha eclipsado a UPyD como el partido abanderado de la regeneración política. E incluso los ha englobado dentro del ‘establishment’ y, por tanto, una parte más de la ‘casta’.

Otro asunto que ha debilitado, y mucho, a UPyD es su guerra interna a raíz del hipotético pacto con Ciudadanos. Los improperios cruzados entre el eurodiputado Francisco Sosa Wagner, defensor de la alianza con el partido de Albert Rivera, y los diputados nacionales Irene Lozano y Carlos Martínez Gorriarán sin duda ha dañado la imagen de partido de aire fresco y sensato de UPyD.

El pasado 19 de agosto Wagner denunció que en UPyD hay “prácticas autoritarias”, en alusión sin citarla a Rosa Díez. Por su parte, Lozano contestó al día siguiente que “es difícil” que alguien “iguale en mezquindad” al eurodiputado por el que sólo dos meses antes pedían el voto. Y Martínez Gorriarán fue más allá: acusó a Sosa Wagner, que fue el cabeza de lista de UPyD al Europarlamento, de practicar “corrupción política pura, ha engañado masivamente, es un mentiroso al 100%”.

La guerra interna, que ha derivado en apertura de expedientes disciplinarios para todos ellos, no ha acabado, aunque sí ha menguado. Wagner, de hecho, se congratuló del nombramiento de Miguel Arias Cañete como comisario europeo de Energía, mientras que horas después Martínez Gorriarán la consideró “una mala noticia”.

Albert Rivera

El presidente de Ciutadans, Albert Rivera.

El posible pacto con Ciudadanos, que es prácticamente imposible según confiesan fuentes de la dirección de UPyD, sigue debilitando a la formación de Rosa Díez. De hecho, Albert Rivera, casi omnipresente en ciertos medios de comunicación nacionales debido al proceso independentista que se vive en Cataluña, aprovecha para presentar a Ciudadanos como un partido nacional, nuevo, defensor de la unidad de España y que, según dice, a diferencia de UPyD antepone los intereses nacionales a los de partido, al buscar una alianza con Rosa Díez. Le va comiendo terreno, creando estructuras internas por todas las comunidades y realizando un mensaje similar en asuntos como la defensa de la unidad de España, mientras les acusa de no tender puentes, sino lo contrario, hacia un pacto electoral. Y UPyD no está sabiendo combatir a nivel comunicativo la inteligente estrategia de Ciudadanos y Albert Rivera.

Pero el resultado final puede ser que ambos partidos obtengan unos resultados pobres en muchas comunidades y ayuntamientos, al quedar fragmentados. Para Ciudadanos no sería tan malo porque sería su primera intentona, seguramente entrará en bastantes ayuntamientos pequeños y medianos, y, además, prevé un crecimiento significativo en Cataluña. Pero sí para UPyD, un partido más obligado a dar un salto cuantitativo y cualitativo importante, especialmente en un contexto de una crisis económica, social y política que ya dura seis años y que está debilitando mucho al bipartidismo tradicional.

Comunidad Valenciana, fragmentación política

Una de las pruebas es la Comunidad Valenciana donde UPyD y Ciudadanos, de poder entrar con fuerza en el Parlamento valenciano y los principales ayuntamientos (Valencia, Alicante, Elche, Castellón…) pueden quedar fuera de casi todos ellos.

González Pons con Fabra

El eurodiputado del PP, Esteban González Pons, con el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra

Volviendo a los sondeos, ambos arrojan un retroceso del PP, que, aún ganando con claridad, perdería la mayoría absoluta en la Comunidad Valenciana y lograría entre 32 diputados (Metroscopia) y 43 (Sigma Dos) con entre un 30% y un 36,4%. En el Parlamento valenciano están en juego 99 diputados, la mayoría absoluta se logra a partir de 50.

La segunda fuerza sería el PSOE que lograría entre 23 y 29 diputados. Podemos irrumpiría con mucha fuerza, al conseguir entre 17 y 20 escaños. Tanto Compromís como Esquerra Unida accederían también al Parlamento valenciano, pero con mucha menos fuerza de la prevista por la irrupción de Podemos: Compromís, coalición en la que tanto Mònica Oltra como Enric Morera aspiran a ser los candidatos a presidir la Generalitat, lograría entre 10 y 14 escaños; Esquerra Unida, por su parte lograría entre 5 y 7 diputados.

Así, lo lógico es que hubiera un pacto cuatripartito de izquierdas, en el que Podemos resultaría clave. El problema es que Pedro Sánchez, líder del PSOE, ya ha dicho que descarta pactar con “los populistas” de extrema izquierda, a quienes equipara con la extrema derecha francesa de Marie Le Pen.

Ximo Puig

El líder del PSPV, Ximo Puig, en la votación del secretario general del PSOE.

De acatar las órdenes de Pedro Sánchez, el líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, necesitaría entonces poder sumar más diputados que el PP con una alianza con Compromís y Esquerra Unida, para formar un gobierno en minoría, con el PP y Podemos en la oposición y que, juntos, sumarían más diputados que el equipo de gobierno.

Otra opción de gobierno sería un pacto PP-PSOE, el preferido por la clase empresarial valenciana, pero descartado en principio por Ximo Puig. Esta hipotética alianza sí sumaría una clara mayoría absoluta.

Y otra posibilidad de gobierno, con la que sueña Alberto Fabra, el actual presidente de la Generalitat, sería un gobierno en minoría del PP, con pactos puntuales con el PSPV-PSOE como socio prioritario, y casi exclusivo. Para ello, el PP valenciano necesitaría lograr una clara victoria electoral, cerca de la mayoría absoluta, que el PSOE quedara con un muy mal resultado y Podemos casi alcanzara a los socialistas.

Un Ximo Puig debilitado tendría muy complicado conformar un gobierno cuatripartito, de hecho el candidato de Podemos (que aún se desconoce) podría reclamarle ser el presidente, o presidenta, de la Generalitat Valenciana.

Pero para todo esto aún faltan mucho, las elecciones autonómicas son el 24 de mayo de 2015. Todos los partidos políticos tienen margen de mejora, y de empeoramiento.

Rajoy relevará a la imputada Castedo y baraja sustituir a Fabra por Rita Barberá

Rajoy con Barberá

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pasea junto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, por los jardines de La Moncloa el pasado viernes 12 de septiembre.

El alcalde de Valladolid, el lenguaraz Javier León de la Riva, ha abierto la caja de Pandora sobre las candidaturas del PP en la Comunidad Valenciana. De la Riva afirmó el lunes: «Habrá que ver si Rita Barberá es candidata a la Alcaldía o a otra cosa».

En el PP no pasó desapercibida la reunión que mantuvieron recientemente Rajoy y Barberá en la Moncloa. Muchos la interpretaron como la voluntad del presidente del Gobierno y líder del PP de postularla como candidata a presidenta del Gobierno valenciano.

Esto significaría, por tanto, el relevo del actual presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, a quien de momento las malas encuestas no ayudan a su intención de ser el candidato. Fuentes del PP de la sede de Génova sostienen que «Rajoy debería buscar acomodo a Alberto Fabra en caso de relevarlo». «Quizá el Senado», apuntan.

Desde el entorno de Alberto Fabra aseguran, no obstante, que «el President trabaja sin descanso para sacar adelante a la Comunidad Valenciana» y recuerdan que su intención es ser el candidato del PP a la presidencia de la Generalitat.

Pero en Madrid hay un runrún cada vez más intenso: Rajoy quiere de candidatos, dicen en Génova, al tándem Rita Barberá (Generalitat) y Esteban González Pons (Ayuntamiento de Valencia).

Pero González Pons prácticamente acaba de aterrizar en Bruselas, es el actual portavoz del PP en el Europarlamento, y preferiría seguir allí.

Rajoy, Cospedal y González Pons

La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, junto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En primer plano, Esteban González Pons. Foto: Ángel Díaz/EFE

Por ello, es posible que Rajoy permitiera a Rita Barberá elegir a la persona que la sustituiría de candidata a alcaldesa:«Se habla incluso de presentar a un independiente, una persona de prestigio en la sociedad valenciana». Tal candidato, caso de que finalmente Rajoy aceptara esta opción, estaría ‘apadrinada’ por Rita Barberá, quien lideraría la campaña electoral, tanto en la Comunidad Valenciana como en la ciudad de Valencia, apoyando al ‘tapado’.

No obstante, fuentes del PP no descartan que, si no encuentran a un candidato independiente de garantías, presentar a un candidato del partido. Al respecto, creen que el actual portavoz del PP en Les Corts, Jorge Bellver; la actual concejal de Medio Ambiente, Mari Àngels Ramón-Llin, o el secretario general del PP de la provincia de Valencia, Vicente Betoret, (actual alcalde de Vilamarxant pero afincado en Valencia) pueden tener opciones.

No obstante, el deseo del presidente nacional del PP, sostienen fuentes de la dirección nacional, es presentar a Rita Barberá y a González Pons para tratar de salvar ambos gobiernos, el de la Generalitat y del Ayuntamiento de Valencia.

En cuanto a la Generalitat, las encuestas no pintan bien para la formación de la gaviota, que hoy en día, y según la práctica totalidad de los sondeos publicados, perdería la mayoría absoluta. No obstante, seguirían ganando con claridad a un PSPV-PSOE que también está a la baja.

De hecho, es probable que el Parlamento valenciano pase de tener cuatro fuerzas PP (con mayoría absoluta), PSPV, Compromís y Esquerra Unida, a estar mucho más fragmentado con la entrada de Podemos, que se perfila como tercera fuerza política, y de UPyD, que superaría no sin dificultades la barrera del 5% de los votos a nivel autonómico. Toni Cantó será seguramente su candidato. Eso sí, una eventual alianza con Ciudadanos les permitiría acceder a Les Corts con más fuerza en escaños.

La cúpula del PP cree que, con Rita Barberá de candidata a presidenta de la Generalitat, los populares lograrían una victoria muy clara respecto al PSOE, lo que dificultaría la conformación de un gobierno cuatripartito de izquierdas con Podemos, Compromís y Esquerra Unida. De hecho, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ya ha descartado públicamente ningún pacto de gobierno con Podemos, a quienes califica de «populistas» y equipara a la extrema derecha francesa.

En el PP consideran que Rita Barberá podría «salvar la Generalitat» gobernando en minoría, con pactos puntuales con el PSPV o UPyD.

¿Y en el Ayuntamiento de Valencia? En la actualidad el PP tiene 20 concejales (mayoría absoluta) por ocho ediles del PSOE, 3 de Compromís y 2 de Esquerra Unida. UPyD no logró entrar.

El el PP creen que podrán quedarse al borde de la mayoría absoluta, con entre 16-17 concejales de un total de 33. Si UPyD entrara esta vez en el Consistorio, dicen en el PP, sería más fácil asentar una mayoría de gobierno «sólida».

El PSOE está enfrascado en elecciones primarias entre el actual portavoz, Joan Calabuig (respaldado en la sombra por el líder del PSPV, Ximo Puig), y el concejal Pedro Sánchez, que está aglutinando a diversas corrientes críticas.

Por su parte, a la izquierda del PSOE se está impulsando una posible coalición electoral bajo el paraguas de Ganemos o Guanyem, que podría dar entrada a Compromís, Esquerra Unida y Podemos. No obstante, las posiciones a día de hoy están muy alejadas y es complicado que tal alianza, que podría incluso aspirar a superar al PSOE en votos, cuaje.

Sonia Castedo

La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, en el pleno del Ayuntamiento.

Donde sí tiene claro el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que habrá un relevo es en el Ayuntamiento de Alicante. Fuentes de la dirección nacional del PP señalan a la actual consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez-Zaplana, ex concejal en el Ayuntamiento, como sustituta de la actual alcaldesa, Sonia Castedo, quien se encuentra doblemente imputada en el caso Brugal.

El riesgo, temen en el PP, es que Castedo decida presentarse con un partido independiente a su medida y pueda lograr un buen resultado.

Por último, en el Ayuntamiento de Castellón el actual alcalde, Alfonso Bataller (que relevó a Alberto Fabra), se perfila de candidato, con el apoyo como número dos de la candidatura de Javier Moliner, actual presidente provincial del PP y de la Diputación Provincial de Castellón.

La gran duda de Rita Barberá: retirarse u optar a la alcaldía de Valencia

Rita Barberá medita mucho sobre la posibilidad de optar a alcaldesa de Valencia en los comicios municipales de mayo de 2015. El reto la atrae, pese a que las encuestas auguran la posible pérdida de la mayoría absoluta del Partido Popular.

Rita Barberá, alcaldesa de Valencia

Rita Barberá, alcaldesa de Valencia. Foto Paco Llopis (20 minutos)

Barberá gobierna Valencia desde 1991 (entonces con un pacto con la hoy casi extinta Unió Valenciana) y ha logrado mayorías absolutas holgadas (en 1995, 1999, 2003, 2007 y 2011).

Ha cambiado la ciudad y la ha diseñado casi a su gusto: la zona portuaria, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Parque de Cabecera (con el moderno zoológico Bioparc) son solo algunas de las grandes obras urbanísticas de Valencia bajo su Alcaldía.

Hay dos escollos (la prolongación de Blasco Ibáñez hacia el mar por el Cabanyal y el Parque Central, el llamado Hyde Park de Valencia) que Rita Barberá da por hecho que se pondrán en marcha antes de las elecciones.

Se ve capaz de salvar la mayoría absoluta del PP, o al menos salvar el Gobierno con un pacto con UPyD, pese a la pujanza de partidos a la izquierda del PSOE como Compromís y ahora Podemos.

Pero al mismo tiempo sabe que son tiempos de cambio. La proclamación de Felipe VI y la abdicación de Juan Carlos I ha hecho que Barberá medite, y mucho, si no es mejor retirarse a tiempo. Ya antes le impactó la retirada del Papa Benedicto XVI y el relevo por el Papa Francisco.

Barberá cuenta con el problema añadido de que, a sus 65 años (el próximo 16 de julio cumplirá 66 años) sabe que aunque salvara la mayoría absoluta (algo muy complicado) tendría difícil agotar toda la legislatura y plantarse en 2019 con 70 años.

Debería presentarse para tratar de ganar y, poco después, retirarse y ceder la alcaldía a algún sucesor, o sucesora, de su equipo más cercano. Eso sí, sería irse por todo lo alto con una nueva victoria electoral.

Y otro problema es que, aún ganando, lo más probable es que tuviera que entenderse con UPyD (a lo mejor con el actor Toni Cantó). Y Rita Barberá, acostumbrada a mandar ella sola, difícilmente llevaría bien eso de ‘cortejar’ a un partido recién llegado (en 2011 la formación de Rosa Díez no logró representación en el Consistorio de Valencia).

Souvenir de Barberá con falleras

Souvenir de Barberá con falleras

Y todo ello sin descartar un tercer supuesto, que sería el más terrorífico para la calificada por Mariano Rajoy como ‘la alcaldesa de España’, sería que la izquierda pudiera gobernar en coalición (un PSOE a la baja, una firme Esquerra Unida, un titubeante Compromís y la pujante Podemos de Pablo Iglesias).

Después de 24 años al frente de la alcaldía, Rita Barberá sabe que los valencianos, los mismos que le han dado gobiernos con más del 55% de los votos, podrían ‘jubilarla’ de forma deshonrosa si dan la mayoría a la izquierda.

¿Dará la cara y se la jugará aún a riesgo de salir por la puerta de atrás? Ella dijo que no es una rata que salta cuando el barco se hunde «porque no se va a hundir», recalcó… Pero Barberá tiene mucho olfato y sabe que el barco está haciendo aguas y hace falta achicar mucha para evitar que encalle en la playa de la Malvarrosa. La decisión es suya y la sabremos pronto. Quizá en septiembre, después de descansar unos días este verano en Jávea (Alicante) y meditar mucho: contrapondrá pros y contras y tomará la decisión final. En el Palacio de la Moncloa (Mariano Rajoy), en la calle Génova número 13 (Dolores de Cospedal) y en Presidencia de la Generalitat Valenciana (Alberto Fabra) están todos a la espera. ¿Qué decidirá?