Un cuento corriente Un cuento corriente

Se llama a la Economía (más aún en estos tiempos de crisis) la "ciencia lúgubre". Aquí trato de mostrar que además es una de nuestras mejores herramientas para lograr un mundo mejor

La justicia y los académicos europeos ‘abroncan’ a Alemania por su negativa a que el BCE compre deuda soberana

Menudos palos le han caído estos últimos días a Alemania, ese país obsesionado por contener la inflación por encima de todo para salvar a sus ahorradores. Eso le ha llevado a evitar en cualquier circunstancia que el Banco Central Europeo compre directamente deuda soberana con el fin de impulsar la actividad económica. En el imaginario colectivo (e intelectual) alemán aún se mantiene el miedo atroz a la hiperinflación: un proceso que comenzó cuando ante la imposibilidad de atender sus pagos (buena parte de ellos obligaciones para con los aliados que ganaron la Primera Guerra Mundial) el Banco Central decidió imprimir más marcos, lo que acabó en una espiral que en la práctica disparó los precios de forma imparable y empobreció a toda la población, laminó sus ahorros y preparó el caldo de cultivo para la llegada de los nazis.

BCE

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Pero el miedo a la inflación y a la intervención monetaria de los bancos centrales no solo forma parte del imaginario colectivo, sino también de los propios académicos y banqueros centrales teutones. Tal es su negativa a llevar a cabo estas políticas que el BCE (controlado en la práctica por Alemania, que es su principal accionista) es el único banco central de las principales áreas monetarias que no la ha llevado a cabo por los persistentes vetos presentados por los representantes alemanes en esta institución, contrariando así no solo al presidente Mario Draghi, sino a la práctica totalidad de los países de la periferia europea.

En algo más de una semana un buen número de intelectuales e instancias europeas han desmontado y desacreditado esta estrategia alemana. El primero fue el propio Mario Draghi, que en una entrevista para el periódico económico Handelsblatt tuvo que realizar todo un ejercicio de didáctica para explicar a los incrédulos lectores alemanes que el mandato del BCE le obliga a luchar tanto contra la inflación (subida de precios) como contra la deflación (caída de precios), y que para esto último hay que llevar a cabo políticas de expansión monetaria como un mal menor.

En la entrevista, tras una pregunta especialmente directa y definitoria de lo que piensan en Berlín y Frankfurt sobre la política monetaria de bajos tipos de interés («Para salvar el euro usted anunció medidas decididas a mediados de 2012 —el Whatever it takes— ¿Significa esto que es consciente de que está poniendo en riesgo los ahorros alemanes para salvar el euro?«) Draghi saca a relucir su bazooka argumental y niega la mayor para asombro y cabreo del periodista del Handelsblatt: «No. Justo lo contrario. El riesgo para el contribuyente alemán se ha disipado», indica. Cuando es repreguntado, insiste y tira de autoridad (la Reserva Federal de EEUU): «En Estados Unidos los tipos de interés también estuvieron bajos y la gente se quejaba. Cuando la recuperación se consolidó los tipos de interés a largo plazo comenzaron a elevarse de nuevo. Al igual que en la zona euro, los tipos de interés se incrementarán y la normalidad volverá», concluye SuperMario. O sea, que sí, que las políticas monetarias expansivas son malas, pero son el mal menor y temporal para salir de esta recesión.

Por si esto fuera poco, el abogado general del Tribunal de Justicia de la UE acaba de resolver que las operaciones de compra de activos por parte del BCE (el llamado programa OMT) se ajustan a la legalidad de los tribunales alemanes, algo que los propios alemanes esgrimían como excusa para no dar vía libre a medidas de expansión monetaria. Es decir, que básicamente el tribunal europeo desautoriza las injerencias del Tribunal Constitucional Alemán (recordemos que tuvo que dar su visto bueno al fondo de rescate europeo) y da luz verde a una compra de deuda soberana, así como a una mayor expansión monetaria por parte del BCE. Además fuerza a la institución presidida por Mario Draghi a desvincularse de la llamada Troika, toda vez que anula su capacidad de imponer una condicionalidad a los países que se beneficien de un rescate financiero (¡a buenas horas!).

Pero la ofensiva anti-antiexpansionista alemana no acaba aquí. En un reciente artículo en el diario francés Liberation, el economista más mediático actualmente en Europa, Thomas Piketty, acaba de acusar a los alemanes de ser los campeones de la «amnesia». Lo hace por la incoherencia de negarse radicalmente a aplicar quitas de deuda en Grecia u otros países (y por lo tanto a solo recetar austeridad) cuando ellos mismos se beneficiaron tras la Segunda Guerra Mundial de políticas inflacionistas y reestructuraciones más o menos ordenadas de los bonos soberanos que les permitieron bajadas desde el 200% del PIB hasta el 30%.

piketty

Otro académico de prestigio, el economista Paul de Grauwe (de la London School of Economics), critica abiertamente en un reciente artículo que Alemania haya sido el impedimento para que el BCE llevase a cabo políticas favorables al crecimiento económico (básicamente, la compra de deuda pública) debido a un error de interpretación de lo que son las políticas expansivas (las Quantitative Easing). En esencia, el temor alemán a medidas como los QE es que suponga una transferencia de rentas indirecta entre países, algo que De Grauwe niega categóricamente. «Uno habría esperado que los banqueros centrales alemanes y los profesores de economía entendieran la naturaleza de la política monetaria en una unión monetaria. Uno está sorprendido de que este conocimiento ha sido relegado y que se ha creado un mito que ha ayudado a revolver un miedo irracional en Alemania contra el uso de un instrumento de política monetaria que en la mayoría de países desarrollados es considerado como la mejor práctica». ZAS.

Draghi, Piketty, De Grauwe… son personas educadas y por tanto no van a dedicarse a insultar como si de una barra de bar se tratara. Pero el alcance de estas críticas a los fundamentos de las creencias económicas alemanas es demoledor. Toda una enmienda a la totalidad. ¿Tomarán nota los académicos alemanes o se mantendrán en sus trece?

6 comentarios

  1. Dice ser Sicólogo Astrál

    Alemania está matando de recesión a toda la zona euro.el euro alemán es recesión,paro,décadas perdidas,desesperanza y dolór.

    16 enero 2015 | 22:10

  2. Dice ser Eduardo Medina

    Lo peor de todo esto es que el daño ya está hecho, Europa ya ha perdido una década y a Alemania le da igual porque tiene miedo de que ser repita la historia en un contexto histórico que no tiene nada que ver.

    Por desgracia muchos de los que nacimos en los 80 ya hemos perdido el tren, y nos hemos convertido en una generación condenada a sobrevivir.

    17 enero 2015 | 02:08

  3. Dice ser bellafaz

    Parecen haber olvidado toda la ayuda economica y condonamiento de deuda que se les hizo tras asesinar a 1/2 europa en las 2 guerras mundiales.
    Necesitamos a una fiera de presidente,no una oveja coja y corrupta como mariano.

    17 enero 2015 | 09:29

  4. Dice ser Bcn Cdad

    Angela Merkel es el equivalente a Hitler del siglo XXI.

    En lugar de usar balas, usa euros.

    17 enero 2015 | 11:32

  5. Dice ser Juan

    Creo que Alemania deberia de salir del Euro. Os parecera un disparate pero alguien que se mete en un club y no quiere saber nada de lo que los demas socios estan en acuerdo pues entonces no pinta nada dentro del club.
    Alemania gana dinero ahogando al resto de socios y marchando a fabricar sus productos fuera de la zona Euro.
    O estamos unidos en todo o volvemos a lo anterior donde cada pais hacia su propia politica economica.

    17 enero 2015 | 11:47

  6. Dice ser Merkel, nieta de Adolf.

    La Unión Europea es la venganza de Alemania por la derrota en las dos guerras mundiales y el BCE es el instrumento para llevarlo a cabo.

    17 enero 2015 | 12:41

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