Aunque falta menos de un mes para las elecciones autonómicas y municipales, las encuestas ya van definiendo lo que será el nuevo panorama político tras el 24 de mayo.

Una urna electoral. FOTO: EFE
No hay que ser muy listo ni presidir una empresa de demoscopia para vaticinar el fin de las mayorías absolutas y el bipartidismo, y el consiguiente reparto entre PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos.
La clave de los gobiernos que se formen después no está entonces entre los que ya tienen decidido su voto a una de estas cuatro formaciones. Quien agarra la sartén por el mango son los indecisos. Hoy por hoy casi uno de cada tres madrileños no tiene claro a quién votará.
Ellos son los que decidirán hacia dónde se inclina la balanza de la gobernabilidad. Otra cosa será luego los tejemanejes y repartos de sillones que, como siempre, terminarán haciendo los partidos, los de la casta y los de nuevo cuño.