Anoche la incombustible Mila Ximénez se sentó en el plató de su Deluxe para hablar sobre la enfermedad que le ha apartado de la televisión. El cáncer de pulmón que padece no va a poder con ella y lo ha dejado clarísimo, pero pese a su fuerza y su entrega al máximo en su recuperación, Mila no ha podido evitar venirse abajo en algunos de los momentos más duros de su entrevista.

En muchas ocasiones, sobre todo a partir de su participación en Gran Hermano, Mila ha demostrado que su hija, que vive en Amsterdam, y sus dos nietos son su gran debilidad, anoche volvió a dejarlo patente.

Mila, afrontó el momento de llamada a su hija rodeada de amigos. Después de citar en su casa a María Patiño, Raúl Prieto (director de Viva La Vida), Belén Esteban y Terelu para contarles la noticia, llamó a su hija y se lo dijo: «Necesitaba fuerzas para contárselo a Alba, cosa que no entendió porque me pegó un corte diciéndome ‘Ah, tienes que estar con gente para contármelo’ pero yo le dije ‘Si es que no tenía cojones para contártelo‘».

Siete días después de que el médico le pusiese nombre a su enfermedad y tras encontrar las palabras adecuadas Mila le dijo al llamarla: «Alba, te tengo que contar una cosa, que tengo cáncer de pulmón«. Anoche, entre lágrimas, Mila recordó ese momento y añadió: «su silencio es algo que siempre recordaré«.

La primera reacción de Alba a la mala noticia fue un mensaje que me caló hondo anoche cuando lo escuché. Según contó Mila Ximénez su hija le dijo: «Mamá, tienes que hacer todo lo posible por curarte porque me haces mucha falta«.

Emocionada, pero sin aparentar fragilidad, Mila transmitió a los colaboradores allí presentes lo importantes que fueron estas palabras de su hija ya que con más de treinta años que tiene Alba, nunca le había dicho algo así a su madre. Al conocer el estado de salud de su madre, Alba viajó a Madrid para acompañarla en la primera sesión de quimioterapia.

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